Bajo las Heridas

23.

Dereck:

—Lily Morgan. —Le digo a la recepcionista. —Me dijeron que Lily Morgan estaba en este hospital.

La señorita la mira de pies a cabeza, no es el mejor atuendo considerando que venimos del prostíbulo.

Ella pasa la mirada de mi a Hilary.

—Es su herma..

—Yo soy su madre. —Miente dejándome helado.

—Su madre, de acuerdo. —Enseguida no hace preguntas y comienza a revisar en su computador.

Solo le da el número del cuarto como suelen hacer todos con los padres, ellos tienen privilegios y probablemente si les hubiera dicho que era la hermana, esperarían a que vinieran los padres.

Lo entiendo, aunque no estoy muy de acuerdo con la mentira, si ellos lo descubren. Entonces habrá problemas.

Además, aunque no sé nada de su madre, su padre no está en condiciones de venir.

Y si se hunden más de lo que ya es muy obvio, que su padre sea un alcohólico, probablemente el estilo de vida de Hilary saldría a la luz y de las dos maneras.

Mentir o no, ella se arriesga en ambas opciones.

Llegamos a la habitación.

Lily esta sobre la camilla junto con la niñera y un doctor, la cabeza de Lily está envuelta con vendas igual que mi puño.

Ella se pone feliz al vernos llegar juntos.

El doctor se acerca a Hilary. —¿Puedo hablar con usted?

Hilary asiente y se vuelve hacia mí.

—¿Puedes quedarte con ella, Dereck?

—Si.

—Gracias.

Me acerco a Lily y la veo salir junto con el doctor, esperando recibir buenas noticias.

(*)

Lily se golpeó la cabeza luego de subir unas escaleras mal colocadas, hizo una travesura como cualquier niña de su edad, lamentablemente eso le costó tener un vendaje en la cabeza.

Hilary trato de no regañarla, pero mostro malestar.

—El medico dice que nos quedemos hasta mañana para descartar cualquier contusión, le harán un par de exámenes más.