8.

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Dereck:

—Aquí tienes los documentos de esta semana, Dereck.—David ocupa el lugar de Oliver, ahora que él se encuentra en su luna de miel.

Recibo los documentos y dejo las carpetas encima de la mesa.—Gracias.

Tal vez es mi tono de voz lo que le resulta extraño.

—¿Y esa cara? Te ves más sonriente de lo acostumbrado y por no decir mucho.

La sonrisa no se me borra del rostro, David alza las cejas.

—¿Es por esa chica, no?

Se ríe.

—No sé lo que está haciendo contigo porque me agrada.—Señala detrás de el con su pulgar.—De paso que le calla a los tipos de atrás el rumores que eres Gay.

—Otra vez con eso.

—Lo siento, jefe, pero necesitabas saberlo.—Me señala.—De todos modos dame mis agradecimientos a esa mujer. Me cae bien y está haciendo un buen trabajo contigo.

Sale de la oficina.

Y vaya que si lo está haciendo.















(*)

















—¿Qué es esto?.—Pregunto al llegar a mi departamento y encontrar una espléndida cena servida mientras esa bella mujer está esperándome.

Incluso hay una música lenta sonando en mis parlantes.

—Quise agradecerte de nuevo por lo que hiciste.—Me muestra la mesa mientras me acerco a ella.—Y por dejar que nos quedemos contigo.

—¿Lily?

—Ella está descansando.—Hilary achica los ojos.—Me ayudo un poco y se cansó tanto que se quedó dormida después de la cena.

—Entonces tu aun no has...

—No, quería esperarte.

Mi corazón se siente emocionado.

—¿Cenas conmigo?.—pregunta con un brillo hermoso en sus ojos azules.

Sin duda, respondo.—Por supuesto.














(*)


















—¿Todavía te fastidian porque piensan que eres Gay?.—Hilary se ríe.—Que tontería.

—Creo que es una reputación que me gane al no dejar que me vieran salir con una mujer hasta ahora.—Respondo dejando la servilleta sobre el plato después de limpiarme los labios.

—¿Y a ellos que les importa?

—Exacto.

Ella sonríe, joder, es tan hermosa.

—¿Quisieras contarme por qué?

Separo los labios y observo esta cena que me preparo, tan deliciosa y perfecta que no tengo en problemas de abrirme con ella.

—Tuve una novia que me rompió el corazón.—Pronuncio recordándose esa página de mi vida.—Estuvo conmigo por intereses y aunque lo di todo, no recibí lo que esperaba. No podemos obligar a alguien a que nos ame.

—Pero ella se aprovechó de ti.—Hace una pausa.—¿No te molesta eso?

—Ya es una página cerrada.

Creí que me costaría hablar de es eso con alguien, pero es todo lo contrario, supongo que ya lo supere.

—Estoy bien ahora y en su momento, también, me dolió, pero me fui tranquilo de su lado sabiendo que yo hice bien las cosas.

Hilary se me queda viendo.

—No sé cómo lo tomo ella, pero cualquier persona que tiene consciencia y supiera lo que hizo...

Estaría avergonzado.—Completa por mí.

Su mirada cae por un segundo, pero la vuelve a subir, pronto su actitud cambia seguramente para no hacerme sentir mal y recordar malos momentos.

Hilary se para y tira de mi brazo.

—¿Qué haces?

—Baila conmigo.

—Yo..

—Para que así no me avergüences cuando tengamos que hacerlo otra vez en un evento.—Bromea.

Me rio, esta vez pongo mis manos donde ella me indica y nos movemos despacio, mientras la música avanza, Hilary me rodea con los brazos.

—No romperé tu corazón.

Me quedo procesando sus palabras y me rindo.

—Es una promesa, Dereck.












Hola.

No hagas promesa que no puedas cumplir, Hilary.

>>Yiemir.

Bajo las HeridasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora