Cartas Para Kim Taehyung ❲Taekook❳

09

Jungkook estaba esperando a Taehyung en el cine que era donde habían quedado. Vió a lo lejos la larga cabellera castaña de Taehyung y se levantó de la banca de la plaza donde estaba sentado esperándolo.

Taehyung se veía bien dentro de esos pantalones de mezclilla, de esa playera blanca sin ningún estampado y corte de V, y de sus tenis rojos. Se echó el cabello hacia atrás con sus largos dedos y Jungkook se derritió por dentro más de lo que ya estaba.

—Hola, Kook.

—Hola.

Taehyung sonrió sin mostrar sus dientes, y miró a Jungkook por unos largos segundos.

—¿Vamos?

Entraron a la sala que les correspondía en el cine y Jungkook optó por prestar atención a la película y no a Taehyung.

°°°

—¿Te parece si compramos un helado? —Taehyung propuso y Jungkook asintió sin pensar.

En todo el transcurso de la película Jungkook no pudo evitar mirar a Taehyung cada minuto, en ocasiones Taehyung le cachó y Jeon se avergonzaba pero no dejó de hacerlo.

—Mira, esta mesa se ve bien, justo en la sombra —Jungkook caminó hacia una mesa en la heladería que se veía bastante cómoda.

Taehyung le siguió con los helados en manos, ya que él se había ofrecido a cargar los vasos de vidrio del helado.

—Gracias —agradeció Taehyung a Jungkook.

Si bien, aunque Taehyung había hecho la propuesta de comer helado al salir del cine, Jungkook insistió, insistió e insistió en pagarlos y Taehyung ya no se pudo negar.

—¿Qué tal te ha parecido el club, Jungkook?

—Es de lo mejor.

Porque estás tú.

—Me volví a inscribir porque me gusta mucho cantar.

Y también tú. Pensó Jungkook.

—Eso es bueno, Kook. Yo me inscribí otra vez porque les canto a mis hermanos canciones y siento que mi voz es mala cuando canto.

—Apuesto que es de lo mejor. Suele pasar, mi voz a mí no me gusta pero mi madre me ha dicho que es buena.

—Puede ser, aunque de todas maneras si canto bien quiero mejorar.

Jungkook sonrió embelesado al ver a Taehyung comer de su helado; manchar sus labios y lamerlos hasta dejarlos sin rastro de helado. Jungkook quería ser quien hiciera eso por él.

—¿Cómo se llaman tus hermanos? —Jungkook trató de sonar indiferente, pero cuando se trataban de Kim no podía, se notaba su curiosidad.

—Mingi y Soolin —respondió sonriente al recordar a sus pequeños y traviesos hermanos—. Tienen 12 años.

—Qué lindo —sonrió—. ¿Qué tal va tu padre?

Taehyung dejó de comer su helado y suspiró antes de hablar.

—Sinceramente no va bien, temo que pase lo peor, no lo soportaría.

Jungkook abrió sus ojos de más y no sabía qué hacer, no quería que su hermoso Taehyung llorara de nuevo, aunque él estaba dispuesto a consolarlo no soportaba el ver triste al castaño.

—¿Puedo visitarlo? La verdad quisiera conocerlo —soltó Jungkook de repente y Taehyung que había tenido su vista agachada, le miró sorprendido.