Alexander despertó por la luz que se traspasaba por el ventanal de Magnus. Quizo abrazar de nuevo a su lindo castaño. Pero este no estaba.
Al no sentir el cuerpo de Magnus junto a él, se sentó de golpe en la cama y miró por toda la habitación, agudizó su oído para poder escuchar al castaño, solo escuchó la ducha abierta. Sonrió al pensar poder sorprender a Magnus en la ducha. Al entrar a la ducha vió una figura de una mujer lavándose. Eso lo hizo sudar frío, rápidamente abrió la cortina transparente de la ducha no había nadie solo el agua cayendo, cerró el agua y salió de ahí, tomó unos pantalones de chándal que Magnus tenía en su armario y fue rumbo al pasillo.
Música jazz se escuchaba en la planta baja.
—¿Magnus? —le llamó al castaño.
Solo escucho tarareos al són de la música qué se escuchaba de fondo.
Caminó hacia donde se escuchaba la música. La cocina. Caminó por el extenso pasillo que daba a esta se detuvo en la puerta, tenía miedo de abrirla, se armo con el suficiente valor cómo para poder pasar del otro lado pero en el piso se escurría algo desde la cocina, una sustancia color vino, el líquido mancho los pies del pelinegro este lo tocó para comprobar lo que era. Era sangre.
—Magnus, cariño, ¿estas ahí dentro? —tocó la puerta de ahí agarrando el pomo de esta para en cualquier momento abrirla.
Una risa ahogada se escuchó del otro lado.
—Ven a comer, hijo. —habló una voz rasposa y gruesa.
Alexander lentamente movió la puerta de la cocina, lo qué vió le hizo soltar lágrimas inmediatamente.
—¿M-Magnus, A-Amor?... — intentó tocar él torso que estaba colgando de un gancho en el techo que se atravesaba por donde hubo una cabeza y salía del pecho pálido de él que era el castaño.
Por toda la isla de la cocina habían cachos de carne grandes y pequeños. Órganos bañados de sangre, cuchillos, hachas y pinzas. Lo que derrumbó completamente a él pelinegro fue ver la cabeza de su amado Magnus de un color ya morado griseaso en una tabla de cocina.
—¿P-Pero que j-jodida broma es está? —soltó con voz ahogada él pelinegro abrazándose a si mismo.
—E-Esto es un sueño, vamos Alexander despierta. — comenzó a darse golpes en la cara. — ¡JODER, ALEXANDER, DESPIERTA!
Alexander colapsó en él piso jalando su cabello de pura impotencia.
—Vaya que lo amabas. —soltó la misma voz que lo invitó a pasar. Él pelinegro volteó su mirada de donde venía la voz.
Ahí lo vió.
Era él.
Vestía elegantemente ajustado a su época, un pantalón de vestir café pálido, una camiseta blanca arremangadas hasta los codos, zapatos negros pulcramente baleados, sangre en sus manos y rostro. Sus ojos no se veían.
—Esto se tenía que hacer. Tú me perteneces, Alec. —la voz del hombre se suavizó un poco.
—¿Quién mierda eres? — él pelinegro se levantó del suelo y se alejó un paso del hombre.
—¿Qué no conoces a tu pulcro padre? —tomó un trapo de cocina y se limpió las manos.
—¿Qué? Y-Yo no vivo con mi padre desde hace muchos años. —Alexander se iba alejando más y más del hombre.
—Oh, claro que no, tú haz vívido conmigo, tú madre y tú hermano, desde que naciste. Tú eres un Lightwood, hijo. — él dejó el trapo de cocina en la isla de esta misma y gentilmente tomó una de las hachas. — Veamos si tú piel es igual de tersa que la de tú amado ¡al ser cortada por mi filo! —aventó la hacha a dirección a Alexander este no logró esquivarla por completo y sufrió un corte en él brazo. Él pelinegro se tropezó con sus propios pies y cayó, él hombre tomó eso a su favor aventándose arriba de Alexander. — Sigues siendo débil igual qué un bebé —habló con su sonrisa tétrica él mayor de ahí. — ¡Un débil bebé! —tomó la hacha que estaba en el piso e intentó clavarsela a él pelinegro.
Alexander como pudo intento detener al hombre tomandolo de las muñecas empujandolo como podía.
—¡Eres débil, Alec! —hizo más presión.
—A-Alejate. —bramó Alexander con temor aún intentando alejarlo.
—Eres débil y siempre lo serás. — recargó todo su peso haciendo que Alexander cediera enterrando la hacha completa en su pecho. — Eres tan débil.
»Qué no te das cuenta qué esto realmente es un sueño.
—¡Alexander despierta! —él pelinegro abrió sus ojos sobresaltado lágrimas caían por sus ojos. Magnus estaba frente a él con una cara notable de preocupación.
—Alexander era una pesadilla, Amor. —besó el inicio de los ojos de Alexander. Él pelinegro tapó sus ojos y comenzó a sollozar. — Ya amor, era una pesadilla. —abrazó con delicadeza al menor.
—Y-Yo... s-soñe algo demasiado... —abrazó también a Magnus escondiendo su rostro en el cuello de éste.
—Ya paso, ya paso. —acarició y besó la cabeza de Alexander con delicadeza.
En esa posición se quedaron abrazados todo lo que quedaba de la noche, Magnus le tuvo que cantar una que otra canción a Alexander para que pudiera dormirse de nuevo. Magnus se matuvo despierto pensando en que pudo haber soñado su Alexander para qué se despertara llorando. Pensó en eso hasta que se quedo profundamente dormido con Alexander entre sus brazos.
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Que teorías tienen en este cap comenten!!
Maraton: 2/5
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El Ático 🖤Malec🖤(TERMINADA)
Horror•Alec top Magnus botom •Homosexual. •Terror. •Suspenso. •Mencion de otro shipp -Jamon- ESTA HISTORIA no es mía es una ADAPTACIÓN todos los créditos a la escritora INICIADA: 10 - FEBRERO - 2020