Capitulo 6

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POV Federika
-¿Y por qué hablaste en portugués?¿eres de allí?- pregunto Oliver.
-Suelo hacerlo cuando estoy extremadamente nerviosa o asustada. Soy de Baviera.- respondí concentrada en la cabeza del otro chico. Habíamos comenzado a charlar después de varios minutos de silencio incómodo, creo que ambos teníamos miedo de ser atacados por el otro pero después de que quedó claro que los dos éramos indefensos nos tranquilizamos. El efecto de la droga estaba pasando y menos mal, porque debía suturar cuanto antes. Estaba haciendo tiempo para poder hacer las cosas bien.
-¿Pero has vivido en Portugal o Brasil?- pregunto interesado. Parecía un chico normal, podía llevar una buena conversación con el.
-No, he estudiado varios idiomas.- desinfecte los materiales que utilizaría y revise la zona afectada.
-Que bueno, yo sé varios idiomas también, ya sabes, colegio privado..-acotó. Sonreí de lado y me concentré en lo que hacía. Me molestaba no poder saber claramente lo que hacía, tan solo realizaba las cosas por inercia.
Observe al chico desvanecido, tenia el rostro tranquilo, sin expresiones. Su cabello era negro y sus labios, sinceramente eran hermosos.
-Bien...-suspire- comenzare con esto.- desinfecte la zona afectada y me acerqué para observar mejor. Oliver me observaba con atención y algo de nerviosismo.- tengo que sacar un poco de pelo, no puedo ver bien el corte.- dije dejando todo a un lado. Busque una máquina de afeitar en el baño y regrese rápidamente.
-Definitivamente no le gustará eso.- dijo el chico negando con la cabeza.
-¿Prefieres que se desangre?- levante la mirada para observarlo con una ceja elevada.
-No, claro que no.- asentí y volví a acercarme a la cabeza del chico. Rogué al cielo que todo saliera bien. Comencé a quitar el pelo de alrededor del corte, estaba algo desprolijo pero me servía.
-Bien, ahora si.- tome los materiales y comencé a suturar lo más tranquila que pude. Oliver cerró los ojos con pena.
Quince minutos y cinco puntadas bastaron para que el tal Leo se despertara de golpe. Tomo una de mis manos con fuerza y me observo furioso.
-Suéltame, me estás lastimando.- dije mientras forcejeaba con el. Apretó más el agarre.
-¿Que mierda estás haciendo?- pregunto con los dientes apretados.
-Suéltala Leo, ella nos está ayudando.-hablo Oliver tratando también de que me soltara. Unas pequeñas lágrimas comenzaron a salir de mis ojos, era mucha la fuerza que estaba aplicando en mi mano.
-Suéltame animal de mierda..-grite con la voz temblorosa. Él me observo detenidamente, tenia la mirada muy obscura, tanto que daba miedo. Aflojo el agarre pero no me soltó.
-¿Estás drogada?- pregunto mirándome a los ojos. Trague saliva, no podía haberse dado cuenta así de simple, el efecto casi se había ido.
-Claro que no..-respondí fingiendo tranquilidad.
-¿Has visto tus ojos? Están totalmente rojos, estas drogada..me cago en la puta...-trato de levantarse pero lo detuvimos. Aún me tenia agarrada y ya no me estaba gustando para nada esta situación.
-¿Puedes soltarme? Necesito terminar y no estás colaborando.- chillé.
-¡Me estás suturando sin anestesia!- gritó casi con desespero.- No se quien seas ni qué haces, ¡pero estás muy drogada y no sabes una mierda!- gritó furioso. Forcejeo nuevamente con nosotros y soltó mi mano bruscamente. Le costó solo unos segundos empujarnos a los lados y levantarse. Toco su cabeza con una de sus manos y trato de estabilizarse, creo que estaba algo mareado y era normal con tremendo traumatismo. Camino hacia el espejo que había en el living y trato de observar mejor su herida.- me has cortado el cabello...-se volteó rápidamente, la mirada furiosa no salía de su rostro y tenía miedo de que se pusiera más violento aún.-¡Me has cortado el cabello! Joder tu si que eres una bestia...-volvió a mirarse en el espejo.
-Ella ha tenido toda la buena intención del mundo Leo...no le hables así...-el chico volvió a voltear y lo observo con los dientes apretados, podía notarse la tensión en su mandíbula.
-Vámonos, terminaré de coserme en tu casa.- escupió esas palabras y volvió a mirarse al espejo- hija de puta...
-Oye te estás pasando, solo he querido ayudarte. Después de todo, estás en mi casa y te recuerdo que has entrado a robarme.- levante la voz y también me levante del suelo. Oliver hizo lo mismo y se paró a mi lado.
-Ella no ha llamado a la policía, nos ha hecho un favor, pídele disculpas Leo.- el chico de la cabeza cortada sonrió sarcásticamente y nos observo a través del espejo.
-¿Has visto como me has dejado? La que tendría que pedirme disculpas eres tú..- se dirigió a mi. Pude notar en sus manos que aún seguía perdiendo sangre pero ya estaba lo suficientemente ofendida como para dejarlo morir desangrado. Tome mi móvil con una de mis manos y fingí marcar al 911.
-Si estás tan disconforme espera que llamo a la policía y arréglatelas con ellos.- Oliver abrió los ojos de par en par, Leo tan solo sonrió nuevamente.
-Por favor, has dicho que no lo harías. Me meterás en problemas...por favor..-rogó el chico.- ¡Pídele disculpas ya!- le gritó a su amigo. Éste suspiró pesadamente y se volteó para luego acercarse a nosotros. Me miro de arriba a abajo despectivo, me ofendí más y puse el teléfono en mi oreja sin llamar aún.
-Lo siento..-dijo rápidamente. Casi no se le entiende nada, pero sonreí victoriosa.
-¿Vas a dejar que termine?- pregunte.
-No, lo haré yo solo. Vamos.- ordenó a su amigo. Y los dos comenzaron a caminar hacia la salida.
-Gracias..-dijo Oliver antes de salir, los observe como si fuesen de otro mundo. Si esto había sido parte de mi imaginación, tendría que dejar ya mismo de fumar hierva.
Cerré la puerta y observe el departamento que estaba hecho un asco. Me senté en el sillón principal y suspire, no sabría cómo explicarle esto a Dagna sin parecer una maniática. Era una situación demasiado extraña.

SECRETOS DE CUIDAD "Aleksey" IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora