POV Leo
La bese, la bese porque si quería hacerlo y desde hace tiempo. Saboree sus labios desesperadamente.
Ella puso sus brazos alrededor de mi cuello permitiéndome profundizar más el beso.
Abrí los ojos solo un poco para poder verla, ella en verdad lo estaba disfrutando. Volví a cerrar mis ojos y me deje llevar.
Nos separamos un poco para poder regularizar nuestras respiraciones y bese la punta de su nariz rápidamente. Sonreí, ella aún no había abierto los ojos.
Bese una de sus mejillas y recorrí su rostro lentamente hasta llegar a su cuello, sentí como un gemido se escapó de sus labios.
Mordí levemente la zona y respire su perfume.
Suspire, si seguía así no podría hacerme cargo de lo que seguiría.
Sentí ruidos, ruidos del otro lado de la puerta y me separé un poco para identificar lo que sucedía. Ella abrió los ojos y se quedó petrificada.
-¿Hola? ¿Hay alguien en casa?- escuche la voz de Dagna retumbar por la sala. Me separé más que rápido de Federika, ella aun seguía estática en su lugar.
-¿Estas bien?- pregunte por lo bajo. Ella dirigió la mirada hacia mi pero no respondió nada.
-¡Amiga! ¡Todo un día sin verte!- observe a la chica acercarse a nosotros. Claramente estaba muy drogada.- ¿Que tal guapo?- se dirigió a mi. Simule una sonrisa, me preocupaba Fed, aun no se movía. Dagna se tiro al sillón, justo en medio de los dos, terminando de cortar todo tipo de contacto entre nosotros.- Tengo muchas cosas que contarte..- arrastro levemente la lengua y abrazo a su amiga. La cara de Fed aun no cambiaba, ella seguía paralizada.
-¿Donde está Oliver?- pregunte tratando de salvar a la chica que había besado anteriormente.
-En su casa y tú deberías hacer lo mismo, quiero hablar con mi amiga.- respondió divertida. Las observe, a ambas, una estaba demasiado activa y la otra sólo se mantenía en su lugar.
-Joder...-dije por lo bajo, inaudible para las personas a mi lado. Pase una mano por mi rostro y me levante de mi lugar.- iré a ver cómo está...-hable nervioso- nos vemos mañana.- definitivamente no quería despedirme así, pero no me quedaba otra. Sentí una carcajada proveniente de la boca de Dagna y acorte la distancia hacia la puerta. Salí del lugar no sin antes voltear para darle una última mirada a Federika, ella solo pestañeó, una vez y nada más. Cerré mis ojos por unos segundos y luego cerré la puerta tras de mi.
Ella me preocupaba, demasiado. Entre al ascensor lentamente, estaba algo perdido o aturdido no lo sé.
Al llegar a casa pude ver que todas las luces estaban apagadas, fruncí el ceño y termine de entrar.
-¿Oliver?- hable alto para identificar la presencia de mi amigo. Camine lentamente por la sala para reconocer los sonidos del lugar, no había señales de él. Fui hasta el baño y encendí la luz, ahí estaba. Sentado en la bañera sonriendo y mirando a la nada.- Oliver..- dije para llamar su atención.
-¿Que tal hermano?- pregunto, pude notar que sus ojos estaban inyectados en un color rojo. Suspire, se había drogado con Dagna.
-¿Que has hecho?- dije acercándome a él.- sal de ahí.- tome una de sus manos para ayudarle a levantarse.
-Déjame solo un momento, aun no puedo creer nada de lo que ha sucedido.- rodé los ojos y le solté.- ella, ella es espectacular.- fruncí el ceño.- hacia muchísimo tiempo que no hacía el amor tan bien como hoy.
-Joder... no me des más detalles.
-Es que...es magnífica.
-Oliver basta...- realmente no quería saber sobre el día de sexo que había tenido. Él no era así, todo lo contrario, Oliver era de esas personas extremadamente cerradas con esos temas.
-La amo, lo juro.- dirigió su mirada hacia mi, en verdad estaba mal- quiero pasar mi vida entera junto a ella.- arrastró la lengua.
-Ven aquí, vamos a que comas algo a ver si se te baja un poco el efecto de esa mierda.- le ayude a salir de la bañera y lo acompañe a la cocina. Se sentó pesadamente en una de las sillas y sonrió aún más.
-¿Que tal si voy a su casa ahora?- pregunto inquieto.
-Claro que no, tienes que darle su espacio.- dije armando un sándwich con cosas básicas que me encontré en la heladera. Quería evitarle otro problema a Federika, ella era la que me preocupaba más por sobre los chicos.
-¿Crees que también me ame?- dijo apoyando sus manos sobre a la mesa.
-No lo sé, tendrías que averiguarlo.
-Iré a su casa.- se levantó rápidamente de su lugar y casi corrió hasta la puerta. Deje el sándwich sobre la mesa y trate de alcanzarlo. Cerró la puerta tras de él dándole una oportunidad de escapar de mi. Abrí la puerta y corrí pero no pude detener las puertas del ascensor antes de que se cerraran. Golpee las mismas con la palma de mi mano y respire pesadamente. Corrí escaleras arriba, era la única opción que me quedaba. Podía sentir como los músculos de mis muslos quemaban, necesitaba hacer más ejercicio.
Al llegar al piso correcto pude ver como la puerta del departamento de Fed estaba abierta, avance más rápidamente y entre, era ilógico pedir permiso ahora mismo.
Pude ver como Oliver se arrodillaba frente a Dagna que estaba totalmente tentada de risa con la situación.
-¿Quieres casarte conmigo?- pregunto mi amigo seguro de sus palabras. Golpee mi frente con la palma de mi mano y avancé. Tenía que sacarlo de esta humillación cuanto antes.
Busque a Federika con la mirada pero no la vi. Forcé mis músculos alzando a Oliver para que se levantara de donde estaba, forcejeo pero al final se dejó llevar. Dagna observaba divertida la escena.
-¡Adiós mi príncipe azul!- gritó ella antes de que yo cerrara la puerta detrás nuestro. Oliver se carcajeó y yo me quejé. Esto le costará muy caro mañana.
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SECRETOS DE CUIDAD "Aleksey" II
Любовные романы¿Que tan difícil puede ser irse a la cuidad de Heidelberg , Alemania a estudiar medicina? ¿Que tan difícil es sobrellevar el casi divorcio de tus padres? ¿Que tan difícil es mantener una relación a distancia con uno de los chicos mas queridos del pu...