SECRETOS DE CUIDAD "Aleksey" II

Epilogo

-Estás bien.- afirmó como lo hace siempre mientras me observaba. Asentí.
-Estoy bien.- sonreí, sabía que él esperaba a que lo dijera.

Leo ha sido sumamente importante para mi todo este tiempo, juntos hemos podido superar todos los obstáculos que la vida nos había puesto.

Desde la muerte de mis padres todo ha sido más claro para mi ahora y estaba conforme con la vida que estaba comenzando a construir de cero.

Dagna ha estado internada en un instituto de adictos junto a Oliver y de a poco han sabido sobrellevar la situación que los estaba dañando.
Ella a ultimo momento ha entendido que las drogas no la iban a salvar de nada, que era peor, estas la iban a hundir aún más en problemas.
¿Por que he dicho a último momento? Pues Oliver ha tenido una sobredosis que casi lo mata. Aquel día los encontró Bruno y la ayudó a salvarle la vida mientras todos estábamos ocupados rogando por la vida de mis padres.

Sonreí al pensar en Bruno, él seguía siendo tan buena persona como siempre. Al entrar a mi apartamento de universitaria mientras me encontraba en Baviera, ha encontrado mi diario íntimo y como no pudo con la curiosidad lo ha leído. Se ha enterado de todos mis secretos de un tumbazo.
Al principio estuvo muy dolido, él descubrió que mis sentimientos hacia Leo iban más allá de lo que yo podía controlar.
Pero después entendió que la distancia no iba a ayudarnos en nada así que me dejó ir, no sin antes asegurarse de que estuviese bien y de que Leo sea un buen hombre, claramente hubo amenazas de por medio.
Bruno se fue a vivir a la granja de Otis, había decidido renunciar a los bomberos después de todo lo sucedido, decía que no quería que su vida corriera el riesgo que corrieron mis padres así que simplemente se fue y decidió seguir con el trabajo que mi padre había empezado.
Encontró el transmisor y lo siguió utilizando, todos lo sabían pero, aunque fuera ilegal, nadie decía nada. Era un escape que tenía y no era necesario quitarle ese hobbie.

Mis tíos siguieron adelante con el destacamento, Herman quedó lo suficientemente destruido con lo que había pasado y de hecho, lo que sucedió con Dagna le terminó de partir el corazón. Así que también renunció a los bomberos y se dedicó a arreglar coches, eso le gustaba y estaba contento con su trabajo. Tenía todo bajo control e iba a visitar a Dagna cuando se lo permitían. Igualmente siguió ayudando a su casi hermano en el destacamento.
Ancel se convirtió en el nuevo mayor del departamento de bomberos del pueblo, de alguna manera encontró el escape que necesitaba de su familia pero jamás se sobrepasó de trabajo. Ese hombre respeta su tiempo familiar y el de su trabajo y nada se contrapone con nada. Ha sabido poner el destacamento en marcha nuevamente y aunque no pareciese jamás, es un hombre rudo, solo con los cadetes.

Del oficial Arian Ingenthron no se supo más nada. La gente del pueblo pudo verle irse sin mirar atrás el día que se enteró de que mi madre murió. Dicen que no ha podido con el remordimiento y ha huido por no soportarlo.

Con respecto a Leo y a mi, volvimos a la universidad después de mucho tiempo de terapia. Él logró controlar su cleptomanía y yo había logrado sobrellevar la muerte de mis padres.

Juntos logramos salir adelante, él se ha recibido y es un cirujano general fantástico. Yo estoy en mi último año, disfrutando de las prácticas y deseando que llegue el momento de graduarme. Espero ser una buena neuróloga.

Compartimos una hermosa casa y tenemos un gato llamado Meyer, si, ese es el nombre Perfecto ya que es arisco pero cariñoso al mismo tiempo.

Sigo yendo a Baviera, no puedo olvidarme de ese lugar. Es allí donde guardo todos los recuerdos de mis padres, ellos fueron felices allí y yo lo soy cada vez que voy.

Volvimos a tener las fiestas familiares con todos, me sentía plena, al fin había conseguido lo que tanto quise unos años atrás, que mi familia compartiera un buen almuerzo entre risas. Y aunque mis padres no estaban presentes físicamente, sabía que disfrutaban junto a mi de todo esto. Porque ellos siempre iban a estar conmigo de alguna u otra forma y juntos, por sobre todas las cosas.

Me coloqué el anillo que me habían regalado para mis dieciocho, Leo no me lo había robado, había sido Dagna y fue para comprar droga. Pero mi novio ha conseguido encontrarlo, no se de que manera ni me interesa. Lo importante era que lo tenía aquí conmigo y me traía bellos recuerdos.

-¿Vamos?- pregunto Leo tras de mi. Asentí contenta. Sabía que él iba a pedirme matrimonio hoy, lo había escuchado ensayar su petición mientras caminaba nervioso por el baño. Él aún no sabe que yo estoy enterada de todo, solo fingiré sorpresa y expresaré toda la alegría que me hace sentir cada día.
Lo amo, con mi alma entera y aún no puedo creer toda la felicidad que me ha dado un solo secreto de cuidad.

Fin.