SECRETOS DE CUIDAD "Aleksey" II

Capitulo 10

POV Leo
Ella estaba cansada, eran la una de la mañana y nos encontrábamos sentados en el balcón del departamento, con nuestras piernas enrolladas y refugiándonos bajo una manta. No me quedaba muy claro cómo habíamos llegado a esta posición pero tampoco iba a quejarme.
Dagna y Oliver se encontraban mirando una serie adentro. Ellos se llevaban más que bien y nosotros para darles espacio vinimos aquí.
-¿Quieres salir a caminar?- pregunte observándola. Ella levantó su cabeza para mirarme con media sonrisa en su rostro.
-¿A esta hora?- cuestionó insegura, de repente el cansancio que veía en ella se había esfumado.
-No iremos lejos, será solo para distraernos un poco.- acote. Se lo pensó por varios segundos y luego de eso respondió afirmativamente con su cabeza. Sonreí y me levante de mi lugar, por algún motivo extrañe su contacto instantáneamente. Se paró a mi lado y nos dispusimos a salir del departamento.
-Iremos a dar una vuelta ¿necesitan algo?- los chicos nos observaron desenlazándose por completo del televisor.
-¿A esta hora?- planteó la misma pregunta que su amiga, Dagna. Federika asintió alegre.- no necesito nada ¿y tú?- le pregunto a Oliver.
-No...creo que no.- dijo mi amigo. Me moví conforme hacia la puerta principal y la abrí. Federika pasó por mi lado y salió, fui tras ella divertido.
Entramos al ascensor y presioné el botón de planta baja, ella acomodó el cierre de su campera.
-¿Que tienes pensado?- pregunto después de varios segundos de silencio.
-Caminar...caminar por ahí.- respondí tranquilo- suelo hacerlo cuando me aburro o me estreso con algún trabajo practico.- escuchó mis palabras atenta.
-¿Y no tienes miedo de que te asalten?
-Es una zona tranquila, hay varios puntos de control policial cerca.- las puertas del ascensor se abrieron dándonos paso hacia el hall del edificio. Caminamos uno al lado del otro pero manteniendo una distancia normal. Ella abrió la puerta de cristal frente a nuestros ojos y salió al exterior, pude sentir un poco de frío posarse sobre mis hombros. Moví mi cabeza a un lado para verla, puso sus manos en los bolsillos de su campera y espero paciente a que le diga algo.
-Vamos.- indiqué con mi cabeza hacia la derecha y caminamos por la acera. Los primeros minutos fueron silenciosos, demasiado para mi gusto así que decidí interrumpir ese silencio.- ¿Te ha gustado la universidad?- pregunte. Ella suspiró fuertemente y la observe curioso.- veo que no...- me atreví a decir.
-No es eso, pensaba que era menos...
-¿menos estresante?- dije con una sonrisa. Ella asintió con su cabeza.- Bueno, eso se soluciona.
-¿Como?- pregunto interesada.
-Recibiéndose.- sonreí y ella lo hizo levemente.
Seguimos caminando tranquilamente bajo la noche, sentía que nuestra confianza aumentaba y aunque al principio no comenzamos bien, creo que seremos buenos amigos.
Pasamos por un bar que estaba abierto y me detuve en seco, ella, después de seguir unos pasos adelante se volteó y me observo.
-¿Quieres entrar? Te invito una cerveza.
-No creo que sea correcto beber un día de semana..- dijo confundida.
-Solo será un momento.- hable para convencerla. Sonrió de un momento a otro, pude notar un poco de melancolía en ella.
-Está bien, vamos.
-Te he convencido fácilmente.
-Mis padres solían ir a una bar a despejarse.- dijo recordando. Abrí la puerta del local y entramos. Buscamos una mesa libre y nos sentamos.
-¿Ellos están en Baviera no?
-Si, toda mi familia está allí.
-¿Hace cuantos años están juntos?- indague, creo que le gustaba hablar de sus padres.
-Uf, muchísimos.- sonrió levemente.- tienen una relación única, ellos primero fueron grandes amigos y compartían muchos momentos junto a mis tíos.- de repente su mirada entristeció.
-¿Que sucede?
-Ellos están... su matrimonio prende de un hilo desde hace unos meses.- hablo triste.
-¿Por que?
-No lo sé, supongo que no tienen la misma comunicación que antes...- su móvil sonó rompiendo todo ambiente que se había creado, ella lo sacó de uno de sus bolsillos y observo la pantalla, una leve sonrisa salió de sus labios.-¿te molesta si respondo?- dijo.
-Claro que no, pediré la cerveza por mientras.- llame al mozo y ella respondió.
-Cariño ¿cómo estás?- hablo cariñosa. Fruncí el ceño disimuladamente ¿cariño?. El mozo se acercó y realice el pedido, quiera o no estaba pendiente de la conversación que ella mantenía en estos momentos. Algo en mi interior se removió, no entendía el porqué.
Comencé a beber mi cerveza, no tenía sentido esperar...observe por la ventana hacia la calle, afuera todo parecía tranquilo, nada que ver con mi interior.
-Te llamo mañana, te amo.- dijo sonriente. La observe de nuevo, trate de ser simpático pero nada salió de mi, algo se había desactivado dentro. Guardó su móvil luego de terminar la llamada y me observo.- ¿qué pasa?- pregunto curiosa.
-Nada...¿por?- Bebí un poco de cerveza y me observo atenta.
-Nada...-dijo antes de probar su cerveza.
-Y bien...¿todo bajo control?- no sabía que decir y creo parecer un imbecil ahora mismo.
-Oh si, era mi novio Bruno, él está en servicio ahora mismo.- respondió animada. Novio, perfecto...
-¿Es policía o algo?
-Cadete de bombero, trabaja con mis padres. De hecho, nos conocemos gracias a ellos.- sonrió y otra vez apareció la melancolía en ella.- sus padres son amigos de los míos, desde jóvenes..-volvió a sonreír- de hecho, sus padres son los dueños de un bar como este en Baviera. El bar del que te hablaba hoy..- asentí entendiendo.- este lugar me recuerda mucho a mi cuidad.- bebió un poco más de cerveza.
-¿Los extrañas no?
-Si, demasiado. Pero sabía que iba a pasar así que estoy tranquila.- tal vez fue un acto reflejo, no se describir aún el impulso, pero mi mano se posó sobre su mano libre y acaricié esa zona con algo de cariño. Quería demostrarle que no estaba sola aquí, que en la universidad no solo hay cosas negativas, hay amigos también y son los que nos regalan nuestros mejores recuerdos, estaba dispuesto a regalarle un par de momentos para que atesore de aquí en adelante.