Un ser de otro mundo

12.7K 1.8K 459
                                    

Cuando su espalda tocó la cama fría y tiesa que había abandonado tres meses atrás, dejó que el aire abrazara sus pulmones y el aroma familiar a casa lo arrullara. Todo su cuerpo, bronceado de playa e impregnado de sal y arena, rogaba por un descanso después del viaje de vuelta. Jungkook amaba los veranos, amaba viajar con su familia, y amaba poder usar sus camisillas en paz sin mortificarse de frío, pero todos los excesos eran malos, y él estaba destruído de agotamiento.

Sin embargo, aún tenía cosas por desempacar. Sólo le quedaba ese fin de semana para establecerse y prepararse para iniciar en el instituto. Su último año comenzaba, y debía estar listo.

Se incorporó con una sonrisa lasciva naciendo en sus comisuras. ¿Qué de nuevo traería ese año escolar? ¿Qué tantos jóvenes traviesos, qué tantas burradas con sus amigos? Solo alguien como él podía emocionarse por eso, mientras se disponía a desempacar.

Una hora después, se acercó a abrir su ventana. A finales de verano, curiosamente, se sofocaba más que toda la estación entera, y subir una tras una sus maletas, necesitaba algo de aire fresco. Con manos ágiles corrió sus cortinas azules, y levantó el borde de la ventana impulsándola hacia arriba.

Fue bendito el segundo que el aire fresco de atardecer le abrazó el cuerpo. Y lo transportó a la antología que lo había acompañado en todo su viaje. Un libro que tarde no había regresado a la biblioteca, y que gracias al cielo mantenía con él.

Se sentó en el pequeño banco que mantenía junto a su ventana sólo para disfrutar de aquella brisa, e indagó en los fragmentos rotos que conservaba en su cabeza de aquella antología hispana. Aún recordaba encontrarse con ese libro, y maravillarse. En un pequeño país como lo era Corea del Sur no era común encontrar poesía traducida y adaptada del español, ¡y nadie nunca la había prestado en la biblioteca! ¡De la belleza que se perdían! Sólo podía pensar.

Entonces recostando su cabeza en el alfeizar, susurró para sí mismo los versos de alguno de los 

poetas granadinos que con fascinación había hallado.

Bajo el color confuso de las flores salvajes,

inesperadamente me ofrecías

tu memoria de labios entreabiertos,

unas ropas difíciles, y el rayo 

apenas vislumbrado de la carne,

como fuego lunático,

como llama de almendro donde puse

la mano sin dudarlo.

Por el jardín, el ruido de los últimos pájaros,

de las primeras gotas en los árboles.

Como por milagro, el aire volvió a acariciar su rostro, refrescándolo. Y así mismo como arrastró las hojas que por el calor yacían calcinadas, trajo noticias.

Noticias que en un auto familiar se detenían en la casa de enfrente. 

Noticias que lo acallaron y lo hicieron poner atención.

La casa de enfrente, de la familia Kim, había permanecido igual de vacía que la suya los últimos meses. Al parecer, ellos también habían hecho un viaje. Del automóvil se bajaron la Señora Kim, el Señor Kim, y un curioso joven de cabello luminoso y azulado.

Jungkook, ocultándose de a poco en su ventana, los fulminó con cuidado, un poco confundido. 

¿Dónde estaba Taehyung?

Su corazón se retorció un poco cuando aquel nombre le rozó la cabeza. Taehyung. Kim Taehyung. El chico tímido y de gafas gruesas al que le había follado la boca a mitades del curso pasado y al que habían hecho burla la otra mitad.

Se aferró más fuerte al alfeizar, y retuvo su respiración. No era algo grato que deseara revivir, pero no pudo evitarlo. Su encuentro con el chico había arruinado el resto de su transcurrir en el curso. Los rumores habían corrido como un virus, y las burlas hacia el castaño no se habían detenido ni con las peores tormentas.

Todo por su culpa.

No, no, no. No por su culpa. No es mi problema. Yo no me forcé en su boca. Intentó convencerse.

Entonces mandando aquel debate al fondo de su cabeza enfocó su mirada en las tres personas que desempacaban el automóvil, de todas las maletas, y frunció el ceño. Ninguno de ellos era Taehyung, ¿dónde estaba? ¿Qué había sido de él?

Quedarse mirando no era la mejor de sus ideas, pero él era curioso, y más por Taehyung.

Sin embargo, él no apareció.

Estuvo a punto de rendirse en su búsqueda, sin poder conjeturar dónde estaba el castaño, pero una risa resonando en la calle (gracias a su silencio habitual) le puso los pelos de punta. Se incorporó levemente. Esa era su risa. Ahí estaba él. ¿No había salido del automóvil?

Fue entonces que la risa siguió su camino en la cabellera bien teñida de azul que salía de la casa por más maletas, y el corazón de Jungkook se desbocó.

No puede ser. 

Porque la cabellera azul tenía sus ojos —los que en sueños, desgraciados, brillaban aún con magia—. y la sonrisa de cajita con la que pocas veces había visto enmarcado su rostro.

Jodida mierda.

El pulso acelerado lo dejó sordo. Era él. Era él.

En verdad era él.

Parpadeó un par de veces, aturdido, mirándolo caminar, de la cabeza a los pies. 

Kim Taehyung hacía su camino con un jardín estallando de sus poros, sus caderas se mecían en los skinny jeans negros que llevaba puestos, y el suéter traslúcido que lo cubría dejaban ver por encima, como una sombra traviesa, su par de pezones, haciendo la perfecta de las provocaciones silenciosas.

Jungkook se atontó. ¿Era él? 

Lo miró reír a la par de sus padres, todo luminoso y radiante como el mismísimo verano, y soltó el aire que no sabía que retenía. Sí, era Taehyung. Pero no se parecía en nada al Taehyung que siempre había visto.

El Taehyung del pasado, el que se había arrodillado junto a él, era todo lo que esta nueva versión suya no era. Callado. Tieso. Inexpresivo.

¿Quién era este impostor risueño y colorido?

¿Tan... atrevido?

Debió haberlo mirado por mucho tiempo, porque el peliazul (este nuevo ser de otro mundo) alzó la mirada hasta él, en su cuarto, del segundo piso. Y como si su corazón bombeara gasolina, se apartó lo más rápido que pudo, para no delatarse.

Y más tarde esa noche, tuvo problemas para dormir. No supo qué pensar sobre este nuevo Taehyung. No supo qué sucedería una vez se reanudaran las clases.

¿Qué rayos había ocurrido con Kim Taehyung?

No se esperó lo que sucedería. 


💥🌹

Buenas madrugadas, rayitos. 

¿Qué tal va la lectura?

Me disculpo en nombre de Wattpad si desordena las palabras o los párrafos, hoy está un poco jodido. Si sucede algo, por favor, repórtenme. 

Ig: multumlilia

¡Duerman bien! ¡Sueñen con los lirios más bonitos!

¡Sarangheo!

Enemigo «KookTae» ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora