4. Mentiras

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° P O C H É °

Habló en serio cuando digo que me duele cada parte de mi cuerpo, era un verdadero martirio, me dolía la cabeza, si me movía si quiera un centímetro me dolía, si respiraba me dolía y me quemaba, y mi cuello no lo sentía.
Traté con todas las fuerzas que tenía de levantarme, solo logré sentarme. Respiré indo tratando de aguantar el dolor para teletransportarme a mi habitación, pero no podía, traté de comunicarme con alguno de los chicos, pero no podía, traté de hacer cualquier cosa, pero no podía.

- Mierda, mierda, mierda ¡Mierda! - me dejé caer sobre mi espalda, olvidando un segundo que todo me dolía. - ¡Carajo! - me había dolido el golpe.

No sabía que hacer, no sabía cuánto tiempo pasaría para que el dolor disminuya y me pueda mover, no sabía si pasarían días, semanas o inclusive meses, estaba desesperada que pude sentir como mis ojos se llenaban de lágrimas.
Negué con la cabeza, me negaba a llorar por esta situación, no era débil y pronto sabría que hacer.

Traté de tranquilizarme y respirar, era de las demonios más fuertes, no tardaría tanto en recuperarme, ahora tenía que preocuparme por otra cosa. La primera transformación.
Un vampiro me había mordido, y no uno cualquiera, el alfa de la tribu, el que tenía el poder de decidir si pertenecías o no a su tribu. No me mató, así que definitivamente quería que estuviera en la suya.
Palpé mi cuello en busca de la marca, sentí dos pequeños orificios, que en cuanto los toqué, me ardieron como el demonio, así que aparté mi mano.

Comencé a tocar mi abdomen desnudo en busca de algo que sobresaltada, o que doliera. Pasé mi mano bajo mi costilla derecha, me dolía, no tanto, pero no sentía ningún tipo de raspón o algo así.
La curiosidad me estaba matando por saber qué era eso, así que como pude me senté, y miré bajo mi abdomen. Ahora estaba más confundida que antes.

(...)

Esperaba a Cris, por fin pude comunicarme con él, además había encontrado mi playera y me la había puesto, la mayoría de los golpes estabn en mi abdomen y mis piernas, mi cara tenía unas cuantas heridas, al igual que mis puños, también había logrado que la herida de la mordida quedara oculta bajo varias capas de lodo, que me había dolido ponerme, pero al menos no se veía tanto. Cris no se preocuparía tanto.

Si él se enteraba que un vampiro me había mordido me llevaría con un curador, después con mi padre, y por último me mataría, y todavía soy muy joven para morir, así que prefiero resolver esto sola.

— ¡Majo! — escuché un grito a lo lejos, Cris venía junto con Santi. Ambos me ayudaron a levantarme.

— Idiota, desapareciste por horas — me reclamó Santi.

— No me regañen ahora, solo quiero ir a casa a dormir — jadee, me dolía todo el cuerpo aún.

— Ten cuidado — pasé mi brazo derecho por el hombro de Cris y me ayudó a caminar.

— No, así no — Santo se puso frente a mí de espaldas. — Ven, sube, yo te llevaré — hice caso y Cris me ayudó a subir a la espalda de Santi.

Caminó un poco y yo me empecé a sentir realmente cansada, pasando del dolor y la adrenalina, ahora estaba agotada, tanto que podía sentir cada parte de mi cuerpo relajarse. Todo se volvió negro.

Cuándo desperté, estaba en la camioneta de Cris, justo estábamos llegando a mi casa. Vi el cielo, no tenía idea de que hora era, solo sabía que era de noche.

— Llegamos M — Cris me ayudó a bajar de la camioneta. Por primera vez me di cuenta que Santi ya no estaba. Decidí no preguntar.

Subí las escaleras entre jadeos y maldiciones por parte de Cris.

— Te dejaré en el baño ¿si? Debes darte un baño — me dejó en sobre la tapadera del baño.

— Si, si, está bien — me encogí de hombros. Me dejó sola en el baño.

Quité mi playera y mi pantalón deportivo, abrí la llave para que se llenara la tina, necesitaba relajarme un poco.
Hasta que estuvo en una temperatura adecuada me metí, obviamente sin ropa interior.

Me quedé un rato así, en silencio e inmóvil, no quería mover ni una minúscula parte de mi, me dolería y ahora no estaba de humor para el dolor.
Pensé en posibles soluciones para lo que pasó, y seguía pensando en lo de Alejo...

>¡Mierda! La mordida<

Me había olvidado por completo de esa cosa, tanto así que me paré de un salto, haciendo que casi caiga, corrí al espejo y vi mi cuello. Jadee frustrada. Las marcas se veían peor de lo que me imaginé, eran dos puntos negros enormes con rojo al rededor, y clmo ventas negras saliendo de cada uno, parecían los ojos de un vampiro. Pasé una mano por encima de la herida. Grave error.

— ¡Hijoemadre! — exclamé en cuanto sentí el ardor y el dolor combinados recorrer mi cuello.

— ¿Majo? ¿Estás bien? — Cris tocó la puerta. Me regañé internamente por el grito.

— Si Cris, solo me pasé la mano por una herida de mi cara — dije un poco nerviosa. Se escuchó un silencio que pareció eterno del otro lado de la puerta.

— Está bien, date prisa, Alejo está afuera — escuché como se alejó de la puerta.

Miré a mi alrededor buscando algo con que cubrir la mordida, pensé en una bufanda, pero Santo me haría quitarla, podía usar un cuello de tortuga, pero Cris me diría que debería usar algo más cómodo, pensé en maquillaje, pero ni el maquillaje podría cubrir, así que solo iba a fingir que sería una herida común, y si Cris me preguntaba por qué no la había visto, solo le diría que estaba cubierta por el lodo. Si, el plan perfecto.

Curé mis heridas y después me vestí con mucho cuidado, coloqué una venda sobre la mordida y comprobé que no se viera nada sospechoso. Después de vaciar la bañera, salí del cuarto de baño y me encontré con Aeljo y Sebas sentados en la cama. Los miré con el ceño fruncido. Ninguno de los dos me había visto, así que carraspeé la garganta. Ale levantó la vista y salió corriendo hacia mí. Me quejé un poco por la presión de mi heridas.

— Lo siento mucho, ¿cómo estás? ¿Te sientes bien? — preguntó Alejo.

— Si Ale, estoy bien — sonreí para tranquilizarlo. Miré a Sebastián. Me devolvió una mirada severa. Ahora estaba confundida.

— ¿Podemos hablar? — dice en un tono de voz demasiado serio. Me limito a asentir y le indico a Alejo que salga.

— ¿No me dirás si estoy bien o algo así? — mre crucé de brazos bromeando un poco.

— ¿Cuándo tenías planeado decirme lo de tu padre y Alejo? — me congeló ante su pregunta.

Yo soy @ Cacher_blue
Perdón por no subir capítulos, pero en mi escuela tuvimos un paro estudiantil, tuvimos parciales en una semana por lo del paro y ahora está pasando lo del coronavirus, y no sé cómo meteré un parcial completo en solo un mes. Pero bueno, ahora que está lo del paro intentaré subir capítulo más seguido.
Buenas noches ;)

Hija del Infierno - TERMINADA - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora