12. Odio los demonios

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° P O C H É °

18 horas antes 11:07 pm

— Ale, ¿sabes dónde está Sam? — pregunté a la castaña.

— Poché, volviste — se levantó de la mesa donde se encontraba con otros vampiros — Veo que tus colmillos empiezan a notarse — dice viéndome la boca de cerca, me alejé un poco horrorizada.

— No me digas que siempre se ven — me cubrí la boca.

— Claro que no, es solo que es menos cansado traerlos fuera, por eso nadie aquí los oculta, porque no tenemos nada que ocultar. — sonreí ampliamente mostrando sus colmillos — ¿Por qué no te mudas aquí? Podría mostrarte todo — me removí incómoda.

— ¿Sabes dónde está Sam? — volví a preguntar evitando su pregunta.

— Está casando, pero podrás detectar su presencia si vas por allá — dijo algo decepcionada. Por otro lado, no sabía que podríamos detectar a los de nuestra especie. — Solo se puede con los alfas — dijo como leyendo mi mente.

Me alejé sin siquiera despedirme por una muy buena razón que me costaba admitir. Desde que empecé a hablar con Dani, llamó más mi atención, y claro que es una chica linda y guapa, además de tener un característico sentido del humor y una fascinante personalidad.

Caminé en la dirección que me indicó Alexia y precisamente pude sentir la presencia de Sam, así que solo seguí mis instintos. Al cabo de unos minutos lo encontré.

— Puaj, ¿cómo te puede gustar eso? — estaba agachado con la cabeza en el cuello de lo que parecía un venado. Tapé mi nariz.

— Ya lo tendrás que hacer querida — se levantó con dificultad — ¿a qué se debe tu visita? — limpia su boca con el dorso de su muñeca.

— Necesito saber si lo de "luna roja" es real — hice comillas con mis dedos. 

— No sé por qué te sorprende, tu otra especie también está involucrada — se puso na camiseta blanca después de limpiarse las manos con una toalla negra.

— Si, pero... — lo medité un poco.

— ¿Pero? — me miró alzando una de sus cejas.

— Nada, nos veremos después — y antes de que pudiera decir algo desaparecí entre llamas.

Me acosté en mi cama cansada, suspiré. Si lo de la guerra era real, tendría que aprender a controlar mis habilidades y hablar con mi padre.

(...)

Actualidad

Llegamos a mi casa y lo primero que escuché fue un "wow" de Dani, pues estoy segura de que la casa era más grande de lo que ella esperaba. Sonreí para mis adentros.

Con ayuda de Cris bajamos las botellas de alcohol, los otros autos ya estaban afuera y se escuchaban voces dentro. Entramos y todos estaban en la sala, me dirigí a la cocina y pusimos todo sobre la barra, yo me puse del otro lado y comencé a hacer mi magia con los tragos y en unos minutos ya todos tenía un trago en la mano excepto Dani y yo. Casi no me gusta el alcohol.

— Vamos M, toma solo uno — insistió Cris.

Rendida me preparé un trago de tequila. Brindamos por tonterías y luego tomamos, sentía el alcohol quemando mi garganta y dejando una sensación agradable.

— Esta mierda siempre me pone mal de una — dice Cris sirviendo otro trago de tequila para él. Y era cierto, se ponía muy mal con solo unos tragos de alcohol.

Hija del Infierno - TERMINADA - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora