14. Adiós escuela

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"A una madre no se le abandona, se le desintoxica"

° P O C H É °

Cris y Juan intercambiaban unas palabras en lo que yo me concentraba en quitar toda la sangre de mi cabeza.

— Nos vemos después — y con esas últimas palabras, Cris cierra la puerta de mi habitación. Salgo del baño y le lanzo una mirada llena de preocupación y miedo. — No te preocupes mi amor, yo lo vigilaré — se acerca a mí para darme un rápido beso en la cabeza y sale del lugar.

Unos minutos después me decido a bajar para desayunar, o mejor dicho, almorzar, ya que eran las 12 de la tarde, habíamos dormido hasta las 11 y Cris y yo pasamos una hora "convenciendo" a Juan, aunque debo decir que no costó nada.

Se escuchaban risas en el comedor, todos estaban ahí desayunando, les sonreí y tomé las llaves de mi moto.

— ¿A dónde vas? — pregunta Alejo.

— Tengo que arreglar un par de cosas — me acerqué a todos. 

— Bueno, ten cuidado — me dice Sebas.

Asiento con la cabeza y me despido con mano, después salgo de la casa sin hacer ningún contacto con Daniela. Tenía que hablar con mi padre. Me dirigí a las puertas del infierno, ubicadas en el bosque oscuro junto con una pequeña comunidad de demonios desterrados.

— ¡Hey Poché! —

— Jason, ¿cómo estás ? — 

— Pues bien, hace mucho no venías ¿qué te trae por aquí? — dice el pelinegro.

— Quería ver a mi padre — dije un poco seria.

— ¿Otra vez con lo de Ale? — 

— No, esta vez es algo mucho más grave — suspiré — bueno, voy a entrar, hablamos después — me despedí de él y me dirijo a la puertas.

Estas se abren y yo paso a un mundo completamente diferente al otro. Camino con rapidez al palacio, no sin antes saludar a uno que otro amigo que me encontraba por ahí. Entré a este y una alfombra negra y extensa me recibió hasta donde estaba el trono. Extrañamente mi padre no se encontraba ahí.

— Me da mucho gusto volver a verla señorita — me saluda uno de los guardias.

— Fabi, hola, ¿sabes dónde está mi padre? — le soy un corto abrazo.

— Pensé que no me volverías a buscar hija — dice una voz gruesa detrás de mi.

—No vengo por ti, ocurrió algo — dije algo nerviosa.

— Dime, sabes que puedes decirme lo que sea — se sienta en el enorme trono de oro.

— Me mordió un vampiro — digo con mucha rapidez — Y me enteré que la guerra de luna roja es en tan solo unos meses, y Sam quiere que yo pelee por los demonios siendo la líder del clan, pero yo opino que podría unir a vampiro y demonios, después que me muerda un lobo y convertirme en hechicera para que las cuatro especies más poderosas estén unidas. — respiro después de decir todo eso, mi padre solo me queda viendo.

— Ahora mismo llamaré a un curandero, no permitiré que tu sangre real se infecte con la de otras especies — me dijo con seriedad.

— Si me ayudas con esto prometo acceder al trono — y era cierto, para poder llevar a cabo mi plan necesitaba el control total del infierno, y mi padre quería eso.

Lo pensó un poco, los guardias a mi alrededor solo nos miraban esperando la respuesta aprobatoria de mi padre, y yo también.

— De acuerdo, pero dejarás de ir a la escuela para que aprendas todo sobre nuestra especie, aprendas a usar bien tus poderes y sepas liderar el infierno, esa es mi condición — ahora yo lo pensé, no quería dejar la escuela, era lo que me conectaba con Dani, pero necesitaba esto, igual, la preparatoria ya la había estudiado cien años seguidos.

Hija del Infierno - TERMINADA - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora