—¿Eso qué significa?...
—Que me dijeron que te cuidara. Pasaremos las siguientes tres semanas solos...– dijo sonriente. Abrí grande los ojos.
Tres semanas-mi primo- mi amor platónico de toda la vida-casa sola- esto no podía terminar bien...
—Cambia la cara, no es tan malo.– dijo Mau frunciendo el ceño, algo disgustado. Reí y me obligué a sonreír.
—Mas vale que te comportes, Mauricio.– dije divertida.
—¿Yo? Pero si soy un pan de Dios...– dijo con un deje de sarcasmo e ironía en su voz. Reímos.
En todo el trayecto a casa nos la pasamos haciendo bromas y riendo hasta mas no poder. >>Como en los viejos tiempos.<<– pensé.
—Bueno, bienvenido a casa.– dije abriendo la puerta.
Todo estaba más limpio de lo normal, y bien ordenado. Supongo que era una manera de decirnos cómo tenía que estar la casa cuando regresaran.
—Ahora, ve a cocinarme algo.– le dije divertida. Él alzó una ceja irónico.– Te dijeron que me cuidaras, y cuidarme implica alimentarme.—Ahah.– dijo negando con la cabeza.– Tú eres la mujer, tú cocina.
—Eso, Mauricio, es totalmente machista.– dije en tono de reproche cruzando los brazos y frunciendo el ceño en señal de disgusto. Él sabía que odiaba las actitudes machistas.
—Va...lo siento.
—Te perdonaré cuando tenga, al menos, una pizza frente mío.–sonreí.– Con mucho queso.– concluí.
Él soltó un suspiro.
—No entiendo cómo logras convencerme.– dijo negando levemente con la cabeza.
—Es porque me amas.– dije con un sonrisa para luego darle un beso en la mejilla y alejarme hacia la escalera dando brinquitos.
—¡¿A donde vas?!– exclamó, ya que yo ya estaba lejos.
—¡A darme un baño!– respondí de la misma manera.– ¡Saldré justo a tiempo para comer mi pizza con mucho queso!– dije y pude oír la risa de Mau.
Llegué a mi habitación y busqué mi pijama. Era temprano para usar la pijama pero era lo mas cómodo que tenía. También busqué ropa interior y lo coloqué todo sobre de la cama.
Agarré la primera toalla que encontré y me metí al baño. Encendí la ducha y me quité la ropa mientras dejaba que el agua se templara.
~•~
—Ese pantalón de ositos está bien a la moda.– dijo Mau poniendo voz afeminada. Reí hasta casi atragantarme.
*El pijma que llevaba puesto constaba de un pantalón azul con ositos de todos los colores y una musculosa negra.*
Terminamos de comer la pizza entre risas y casi-atragantos.
—¡Mau, alcánzame mi teléfono!– grité al oír que mi teléfono sonaba en la sala de estar, donde Mau miraba la tele. Yo, por mi parte, estaba lavando los trastos en la cocina.
—¡Ya voy!– me respondió.
—¡Apresúrate o van a colgar!– grité mientras me secaba las manos con una servilleta de tela. A los segundos, él apareció corriendo con mi celular en mano.–Gracias.– dije mientras apretaba en botón verde.– Diga.
—Hola preciosa.– escuché esa voz familiar.
—¡Evan!, ¿Qué tal está esa nariz?– dije divertida.
—Hecha mierda, pero al menos sigue sirviendo para respirar.– dijo de la misma manera que yo. Reímos.
—¿Y que estás haciendo, además de respirar?
—Sobre eso quería que hablemos, ¿quieres salir hoy? – dijo.
—¿Hoy?...– dije apenada. Sabía que eso no sería posible con Mau ahí.
—No puedes, ¿cierto?
—Noup. Pero quizá sea mejor así, tienes que descansar...
—Vale. Pero mañana no te salvas.– dijo en un tono que me pareció tierno.
—Vale.– sonreí.
—Pasaré a por ti a las 7, no lo olvides.
—Vale, bye.
—Bye.
Colgamos.—¿Que quería? – preguntó Mau.
—Nada...-dije mirando hacia otro lado y apoyando el celular en la encimera.
—¿Te ha invitado a salir tan pronto? –dijo con una sonrisa burlona. Sabía que yo estaba nerviosa.
—Si...
—Va, y le dijiste que no, ¿verdad?, ¿por eso esa cara?
—¡Siii! – exclamé fingiendo enojo. – Ahora calla y ve a mirar la tele.
El rió.
—Como digas...
Se fue riendo por lo bajo, con una sonrisa burlona tallada en el rostro.
Si el primer día era así, no quería imaginarme lo que me esperaba en las siguientes semanas...
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Tammy había ido a casa y me había regañado por no llamarla cuando Evan estaba en el hospital. Le conté todo lo que había pasado, tanto con Evan como con Mau, y ella lo escuchó todo atentamente. El enojo se le pasó enseguida.
—¿Así que la casa sola, eh? – dijo mirando pícara.
—Ah, no, No, no, no... – me apresuré a decir al entender lo que pretendía. – Nada de fiestas aquí, no quiero problemas...
—¿Problemas con quien, si tus padres estan a kilómetros de distancia? – sonrió victoriosa.
—Con... – lo pensé – Los vecinos?
—No tienes escusas. Haremos una fiesta y no podrás negarte... – me enseñó la lengua.
—Puedo negarme todo lo que quiera porque esta es MI casa. – espeté.
—Oh...vamos...no habrá mucha gente...
—Eso dices siempre. – Me crucé de brazos.
—Porfiiiii...la ultima vez Mau la cagó. ¿No me merezco una recompenza?
—Va...pero si rompen algo, tendrás que pagar tu.
—No hay problema. – sonrió.
Una vez mas, estaría liada en una fiesta...
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Impossible (Screamau y tu)
RomanceNombre: __________(tn) Ruiz. Edad:16. Localización: Querétaro. Intereses: amo la musica. Es especial el rock y metalcore. Vida amorosa: en decadencia. Estoy enamorada de mi primo, Mauricio. Mau es el chico divertido que aunque se sienta mal intentar...