Isla Capri: Bruno Bucciarati
Sábado 13 de marzo. 13:33 p.m.
Existe un dicho, “Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes”.Tal vez fue por sus palabras al otro lado de la línea que inevitablemente había pensado en ese refrán. Tal vez fueron aquella palabras tan serenas lo que me hizo cortar mi respiración. Tal vez fue la realidad de la situación la que me supero por completo, fue ella, que con una simple oración, había tirado un balde de agua fría a todo mi cuerpo, congelando cualquier pensamiento que pudiera tener.
“Me iré.”
Nunca pensé que aquellas palabras pudieran salir de sus labios. De cualquiera me lo esperaría, de mi madre, quien nos abandono hace ya mucho tiempo, mi padre, el cual temía día a día que algo así sucediera, de cualquiera, menos de ella. En parte agradezco no tenerla enfrente, no quisiera que me viera así, temblando mientras mordía mi labio inferior hasta casi hacerlo sangrar por la rabia que me dieron sus explicaciones.
“Ella ya pago mi deuda con Polpo. . . quiere llevarnos para Estados Unidos en donde vive, Bruno.”
Por mas que quisiera, no lograba decir nada. Aquellas simples palabras habían logrado atravesar por completo mi pecho. Tal vez la idealice demasiado. Fue mi culpa el creerme esas palabras. Fue lo único que pude pensar. Tan egoísta e hipócrita de mi parte como suena, creí en tal dulce palabras de miel, y por un momento me cegué con la idea de su compañía. Finalmente creí haber encontrado a alguien que no se iría de mi lado, alguien que pase lo que pase había decidido estar ahí para mi. Que ingenuo y egoísta me volví. No, fue por que ella me hizo bajar la guardia.
Hasta cierto punto, me siento arrepentido por nunca contarle la verdad sobre mi. Ahora que mi tiempo a su lado esta contado, realmente me doy cuenta que jamás pude abrirme de la manera correcta hacia ella y yo, me enamore.
Perdidamente me enamore con toda la locura que eso conlleva. Por mas extraño o maravilloso que sea, termine por enamorarme de aquella ferviente mirada, de esa lengua afilada que usa, de sus expresiones de molestia y enojos por cualquier cosa. Me enamoraron aquellas pequeñas sonrisas robadas, o tímidas debajo de aquella bufanda carmín. De aquella peculiar amabilidad que solía disfrazar de insultos y estruendosos enojos, de aquella niña perdida que había logrado escalar el muro que construí entre los dos. Para protegerla. . . No, de hecho fue para protegerme a mi mismo. No quería mas ilusiones destrozadas, no soportaría otra promesa rota o mis esperanzas partidas. Desde esa tarde en el tren, desde que me miro a los ojos prometiendo que siempre estaría a mi lado así yo se lo permitía, sentí como mi armadura se destrozaba y poco a poco me envolvía en su manto de seda.Mi _____(Caeli) me envolvió como la noche envuelve el sueño perdido del alma. Me hizo volverme pedante y egoísta, y poco a poco deje de cuestionarme que seria lo mejor para ella. Me hizo pensar en mi por una vez, y fue por eso que decidí abrirle las puertas de mi corazón como ella me las abrió a mi, pero ahora, la rabia y el miedo comenzaban a carcomerme.
Su oscuridad era cálida, y con ella no me sentía solo en la inmensidad de la noche, si se iba, si me dejaba nuevamente en el frio de un sueño perdido, a la deriva como un barco sin un faro que lo alumbre, temía regresar a aquella luz solitaria de mi día a día.
Le había hecho aquella promesa por que deseaba verla una vez mas. Egoístamente deseaba que ella estuviera ahí, esperándome con su típico seño fruncido, que me gritara y que luego se resignara, que me retara por haberme tardado tanto. Por que quería con todas las fuerzas de mi corazón, que ella formara parte de mi vida. Tan impropio de mi, tan egoísta de mi parte como sonara, simplemente no quería que se fuera. No quería estar solo otra vez, o era algo aun peor. Simplemente disfrutaba de su compañía, y del pequeño cariño que esta me brindaba. Por eso, creo que las palabras que estaban anudadas en mi garganta lograron salir al escuchar sus siguientes palabras.
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La sombra del zipper
De TodoBella, bella italia. Nápoles tiene a un asesino dentro de su territorio. Sujetos de diferentes mafias han sido asesinados y saqueados, nada importante hasta que atacaron a un escuadrón de Passione. ¡Bruno Bucciarati! Ese es el nombre del hombre que...