Gwen x Peter

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Es el primer ship que hago pero es que me encanta. En el os ambos son superhéroes. Ambientada en Homecoming, espero que os guste.

Aquél alcón no dejaba de ocasionar problemas y Spider-Man debía hacer algo, no tenía tiempo de esperar a Ghost-Spider, la cual ni siquiera le caía bien. ¿Por qué? No había vez que se viesen que no acabasen discutiendo. Ahora estaba encerrado, pero por suerte podía hablar con su traje.

– ¿Por qué no llamas a Ghost-Spider?

La voz robótica de Karen le sacó de la ensoñación en la que se encontraba.

– ¿Estás loca? Cuanto menos la vea, mejor. Además, no quiero que se burle de mí.

– Te ha ayudado mucho.

– Lo sé... Pero es insoportable. Preferiría cambiar de tema.

– Está bien, Peter. ¿Cómo te va con Liz?

Una imagen de la mencionada apareció por obra de Karen ante los ojos del arácnido sorprendiéndole.

– ¿Ella? No hay... No hay nada.

– ¿Y Michelle?

La imagen cambió a una de la chica por la cuál preguntó y se dió cuenta de que se había sentado por la impresión de la anterior pregunta. Con un suspiro se volvió a tumbar sobre el contenedor.

– Es sólo una amiga.

– ¿Y Gwen?

Entonces se quedó mudo observando la imagen de la rubia sacada aparentemente mientras estaba distraída -seguramente Karen la habría sacado de redes sociales-, y aquello le sacó una sonrisa. Antes de que su programa hiciese otra pregunta escuchó un sonido en la puerta principal que lo puso alerta. Se abrieron las puertas y entró con una pirueta que la hizo ver como una pluma la otra arácnida, que aterrizó de pie frente a Peter apoyando una mano en su cadera.

– ¡Aquí estás!

– Agh, tú.

Se puso en pie de un salto, escondiendo la mochila que llevaba consigo como le fue posible.

– Yo también te he echado de menos, pero debemos irnos, el alcón está planeando algo. Ven.

Esta vez le prestó atención. En cuánto ella salió balanceándose en una telaraña él la siguió, teniendo en mente la imagen de aquella rubia y preguntándose si sentía más de lo que pensaba.
 
 
 
[...]
 
 
 
Entre ambos héroes dirigir el avión hacia la playa aún con el villano intentando apartarlos de su camino. Ambos se perdieron de vista cuando chocaron contra la arena blanca. Peter se puso en pie habiendo perdido la máscara aunque poco le importaba, atrapó al alcón y de iba a marchar al no ver a la chica cuando visualizó detrás de un trozo del avión un pie con el inconfundible color del traje de la arácnida. Se acercó rápido pensando en lo peor y, mientras se acercaba, vió mechones de pelo rubio escapando de su capucha, pues se encontraba boca abajo. Se arrodilló girándola, llevándose la sorpresa de conocer a la chica. Parecía apaciblemente dormida, la vió más hermosa que nunca y el arrullo del mar sólo le hacia sentir el momento aún mejor entre ellos dos.

– ¿Gwen?

No cabía en el de la sorpresa. Ella, por otro lado, despertó al llamado de su nombre, compartiendo así la sorpresa del varón al verle con el traje de Spider-Man.

– ¿Peter?

– Oh dios... ¿¡Eres Ghost-Spider!?

– Y tú Spider-Man... Creo que ninguno podemos reprocharle nada al otro, ¿no crees?

– T-Tienes razón.

– Deberíamos irnos antes de que aparezca mi padre.

Habló con cierta gracia recordando al jefe de policía Stacy mientras se ponía en pie. Extendió hacia él una mano con una reluciente sonrisa, la cual aceptó embobado con la muchacha que se sonrojó al respecto y ambos se alejaron de la playa tomados de la mano.

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