Logan Homlett

3.1K 153 25
                                    

Título: protección.

××××××××××××××××××××××××××

La muchacha corría, todo lo que sus doloridos pies le permitían. No recordaba cuanto se había llevado corriendo, pero aquel monstruo la perseguía y si quería seguir con vida más le valía seguir corriendo. Sin saber cuando ni como llegó a la reja entreabierta de lo que parecía una escuela. Parecía porque no se tomó el tiempo de parar a leer el letrero junto a la gran puerta de metal.
Una vez llegó al edificio aporreó con todas sus fuerzas las puertas, estaba mareada e incluso fatigada, podía sentir la bilis subiendo por su seca garganta y aún así giró mil veces el rostro sólo para ver que no aparecía. Para su mala suerte le vió entrar en el perímetro con su coche justo en el momento en el que las puertas se abrieron.
Con una rapidez asombrosa entró, cerrando detrás de ella y dejándose caer con la espalda apoyada en el roble de la puerta dejando a un Hank y a un Logan muy sorprendidos y confusos.

–¡Abre, zorra! ¡Te he visto entrar!

Se escuchaba afuera junto a unos fuertes golpes en la puerta. La fémina se abrazó a sus piernas viéndose aún más pequeña de lo que era y temblando de pies a cabeza como un cachorrito abandonado; aquella imagen provocó un pinchazo en el pecho de Lobezno, quien se acercó a ella con cuidado de no asustarla.

–¿Estás bien? ¿Quien es ese?

Ella negó con la cabeza, cuando alzó su rostro para verle pensó que era un pequeño angel, indefenso y lleno se pureza, aún con sus ojos rojos y sus mejillas empapadas en lágrimas.

–E-Es el novio de mi madre... Quiere hacerme daño. —Su voz sonaba distorsionada por el temblor de todo su ser.—

La furia creció en el interior del mutante, quien al fijarse en ella pudo apreciar lo que ya había hecho aquel desalmado que se encontraba afuera.
Charles apareció en escena, seguido por Erik y Hank, al parecer había ido a buscarlo. Iban a hablar pero la escena hablaba por si misma.

Lo siguiente lo recordaban muy rápido: antes de que cualquiera de los presentes pudiese articular palabra alguna, Logan ya estaba afuera. Los gritos de palabras inapropiadas junto con insultos fueron cambiados por gritos de agonía y sonidos de huesos romperse y golpes sonoramente dolorosos.
Erik se encargó de alejar al mutante de aquel pobre diablo que se hallaba medio muerto en el suelo y Hank durmió a la chica con un tranquilizante tras habérselo pedido Charles, incapaz de seguir sintiendo aquella angustia que sentía la pobre chica.
Cuando Lobezno logró zafarse de Erik cogió en brazos a la joven desconocida y, por cierto, mutante, llevándola a una habitación guiado por Charles.
Nadie se atrevió a decir una palabra, todos parecían saber lo que ocurría y sólo podían pensar que hubiesen deseado ser Logan en aquel momento, aunque este pensaba que debía habérselo cargado.
La llevó por los pasillos de la escuela hacia su habitación, allí la tendría protegida, sentía la angustiosa necesidad de hacerlo tras ver en sus ojos toda la agonía que su alma traía consigo de a saber qué monstruosos sucesos.

En cuánto su cuerpo se hundió en el cómodo colchón se despertó exaltada mirando a su alrededor en busca de su peor pesadilla, cosa que ha Logan le sentó como una patada en sus partes íntimas. Apoyó una mano en su vientre para que dejase de moverse y ambas miradas se cruzaron, la de él prometiendo paz y la de ella implorándola. La chica pudo jurar que fue la mirada más encantadora que nunca vió, y fue eso lo que le robó la respiración unos instantes. Aún así no se sentía con fuerzas para hablar, no tras el shock que había sufrido por el cretino que yacía moribundo fuera de los territorios de la escuela dentro de su nauseabundo coche.

–Estás a salvo.

Fueron las únicas palabras que pronunció Logan. Tres únicas palabras que lograron tranquilizar a la chica y la hicieron sentir realmente “a salvo” como decía aquél apuesto desconocido.

–Soy Logan.

–Emily...

–Vaya, pero si sabes hablar.

Era sólo un comentario que hizo para sacarle una sonrisa, cosa que sorprendentemente consiguió aunque su humor estuviese algo oxidado.

–Sí, eso parece.

–Bien, Emily. ¿Qué te parece si vamos los dos a la cocina y te hago algo de comer? Seguro que tienes hambre.

–Pues me parece un plan bastante bueno, Logan.

Con una sonrisa satisfecha, el mutante caminó hacia la puerta hasta que lo llamó la chica que aún se encontraba en la cama.

–¿Sí, nena?

–Gracias.

Algo dentro de él volvió a removerse, maldijo internamente sentirse así, le hacían parecer un idiota -o eso pensaba él-.

–No debes agradecerme nada, preciosa. Mientras estés aquí, no dejaré que te pase nunca nada malo.

–Nunca hagas promesas que no puedas cumplir.

–Nunca lo hago.

Marvel StuffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora