CAPÍTULO 32: "UNA AGRADABLE FRAGANCIA"

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Al regresar a casa a mediodía, el agua en el lavadero se había vuelto de un color amarillento, Bai Luoyin tomó el uniforme de Gu Hai del lavabo para echar un vistazo, había una gran marca amarilla en el centro del chaleco, ya podía adivinar que sería difícil de limpiar.

Bai Luoyin rara vez lavaba su ropa, generalmente las lavaba Bai Hanqi; en algunas ocasiones, cuando su padre no estaba, los lavaba él mismo; porque si le pidiera a sus abuelos que lo hicieran, de seguro sería un desastre.

Bai Luoyin sacó un pequeño taburete, considerando su altura de un metro ochenta, era difícil estirar las piernas por completo, pero podía soportarlo, ya que no estaría sentado por mucho tiempo.

Al final, Bai Luoyin estaba equivocado.

No era algo que podía hacer rápidamente, no importaba la cantidad de detergente o lejía que había usado como lo había dicho la tía Zou, la mancha solo disminuyó, no se eliminó por completo. Bai Luoyin se cansó mientras lo lavaba un poco, era diferente al cansancio después del entrenamiento, aunque estaría cansado, estaría de buen humor.   Este cansancio era un cansancio extremo, después de tal agotamiento era irritante, Bai Luoyin incluso tuvo la idea de botar el uniforme.

Pero pensar en que tiene que pagar 40 yuanes solo por el uniforme, realmente no puede darse ese lujo.

"Lao Bai, Lao Bai".

La voz amable de tía Zou entró en los oídos de Bai Luoyin.

Bai Luoyin se puso de pie, el sudor de su frente brillaban intensamente, se limpió con la mano y sonrió mirando hacia  la dirección de la tía Zou.

"Tía, has venido".

Tía Zou llevaba un gran delantal, el pelo largo y ligeramente rizado estaba casualmente atado a la espalda, con una sonrisa amable adornando su cara redonda.

"Sí, ah, quería darles algunos dumplings, están recién hechas rellenas de cerdo".

Bai Luoyin agarró un trozo de tela de la varilla para secarse las manos, y tomó el plato de la mano de tía Zou, "Huele muy bien".

"Estas tan acostumbrado a la mala cocina de tu padre, que la cocina de cualquier otra persona siempre será deliciosa".

Bai Hanqi salió de la cocina y vio un plato de dumplings en la mano de Bai Luoyin, con un tono de vergüenza en su expresión, medio educado y medio avergonzado.

"Quiero invitarte a que te quedes a cenar, disculpa mi mala cocina, trae la comida, hijo".

Bai Luoyin lo fulminó con la mirada, sin siquiera trata de salvarle la cara.

"¿Qué plato tuyo le puedes brindar a tía Zou?"

"¡Por ​​supuesto que sí! ¿La última vez que hice una berenjena frita no estaba deliciosa?

Era mejor no mencionar la berenjena, hablar de ese plato le dio un escalofrío a Bai Luoyin. Le encantaba comer berenjenas, porque la berenjena frita de la abuela Bai es realmente deliciosa; ese día Bai Hanqi quería probar personalmente su plato, el resultado fue que después de cortar la berenjena en trozos, no la remojó en el agua, solo la lavó una vez antes de freírlos, los trozos se volvieron de color negro como encurtidos que han sido fermentados en exceso. Eso todavía no era nada, lo que realmente enfureció a Bai Luoyin fue que sabían a pepinillo demasiado fermentado; Bai Hanqi puso el doble de la cantidad de sal y también le agregó salsa de soja, después de comerlo ni siquiera podía pronunciar una palabra.

Al ver la ropa en el lavadero, la tía Zou preguntó: "¿Quién esta lavando ropa?"

"¡Oh, soy yo!"

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