CAPÍTULO 112: "SOMOS INDEPENDIENTE"

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Temprano en la mañana, Gu Hai fue despertado por el ruido de la alarma que sonó a las 5:00.  En un estado de confusión, pestañeo lo suficiente para aclarar su visión. Para su sorpresa, todavía eran visibles las estrellas.  Era realmente raro ver estrellas en la ciudad, por lo que se confundió a aún más. No podía distinguir si ya era de mañana o no.

¡Mierda! ¿Quién fue el estúpido bastardo que activó la alarma tan temprano?

Permaneció inmóvil durante unos segundos, aturdido e irritado. Hasta que finalmente, se dio cuenta de que fue él mismo, el idiota al que se refería en su cabeza. Al darse cuenta de eso, reunió la fuerza suficiente para abrir los ojos un poco más.

Con gran dificultad comenzó a vestirse.  Sus párpados se sentían como si la gravedad los hubiera maldecido. Un segundo estaban abiertos, al otro bien cerrado. Luchando contra el impulso de volver a dormir, se volvió y miró casualmente la cara tranquila de Bai Luoyin. Finalmente, pudo forzarse a sí mismo a levantarse de la cama.

En la oscuridad de la madrugada, Bai Luoyin fue forzado a despertarse por la sensación de que alguien lo besaba suavemente. 

Los besos fueron tan suaves que no le importó que lo despertaran. Cerrando los ojos, disfrutó los besos por unos minutos más. Cuando volvió a abrirlos, la lámpara ya estaba encendida. Podía ver a Gu Hai de pie junto al armario, buscando ropa.

"¿Que hora es?" Bai Luoyin preguntó mientras se sentaba.

Gu Hai arrojó un par de ropas hacia él: "Úselos hoy, hace un poco de frío afuera."

Empujando la cálida manta a un lado, Bai Luoyin se arrastró fuera de la cama para lavarse la cara y cepillarse los dientes. Mientras lo hacía, un olor familiar, uno que lo obligó a asomar la cabeza por la puerta del baño, comenzó a invadir sus fosas nasales. Vio a Gu Hai parado en la esquina de la cocina, colocando cuidadosa y meticulosamente la comida que había comprado en el restaurante de la tía Zou.

Esa visión hizo que Bai Luoyin se detuviera con el cepillo de dientes todavía colgando a un lado de su boca. Calculó en silencio la distancia desde su departamento hasta el restaurante de tía, así como el tiempo que tomaba en ir y venir. Con esta información, determinó el tiempo que Gu Hai se levantó de la cama.

Durante el desayuno, Bai Luoyin no pudo evitar preguntar: "¿Por qué no esperaste a que me despertara para ir a desayunar juntos?"

"¿Esperar a que te despiertes?" Gu Hai resopló. "Si hiciera eso no tendríamos tiempo ni para comer".

"Entonces, ¿por qué no me despertaste antes?"

"¿No sabes la razón ya?" Gu Hai replicó mientras tomaba un huevo medio mordido y lo metía en la boca de Bai Luoyin.

Una vez que subieron al ascensor, Bai Luoyin se paró detrás de Gu Hai. Cuando se acercaron al primer piso, Gu Hai repentinamente giró la cabeza y le dio una expresión extremadamente horrible, que tomó a Bai Luoyin por sorpresa. Ese simple acto le dio bastante miedo. Pero, después de recuperar la compostura, Bai Luoyin pateó la pierna de Gu Hai y dijo: "¿No puedes ser tan infantil?"

No hace falta decir que eso deleitó a Gu Hai. No pudo evitar sonreír mientras se movía hacia Bai Luoyin para arreglar su cuello y cerrar su chaqueta. Finalmente, las puertas se abrieron y la pareja salió del elevador junta.

Gracias al clima frío, la bicicleta, que los dos habían estado usando todos los días para llegar a la escuela, también se había enfriado. Entonces, por el "ejercicio", decidieron simplemente correr a la escuela.

Hoy, ni una sola vez Bai Luoyin sintió la necesidad de dormir durante sus clases. No estaba seguro si la razón de esto era porque había dormido media hora más de lo habitual esta mañana, pero Gu Hai se acreditó con orgullo ese logro.

ADICTIVO ...  1 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora