ADICTIVO ... 1 ✔

CAPÍTULO 21: ¡LA EXPERIENCIA CUENTA!

De camino a casa durante el recreo del mediodía, Bai Luoyin estaba de un humor extremadamente complicado.   Por un lado, trató de pensar en cómo hacer que Shi Hui perdiera toda esperanza en él, en romper completamente... para siempre. Por otro lado, estaba pensando en cómo darle una lección a Gu Hai para que deje de molestarlo.

Cuidadosamente comparó los dos problemas y decidió que el problema con Gu Hai era la prioridad.

Su relación con Shi Hui iba a ser una larga batalla, pero primero tenía que lidiar con esa persona molesta. Solo entonces, podría tener la energía para lidiar con su problema sentimental.

El clima era insoportablemente cálido y seco, a pesar de que el otoño ya se estaba acercando, pero al caminar solo unos pasos, su frente ya estaba cubierta de sudor.

¿Cuándo va a llover?

Bai Luoyin sacudió su ropa para tomar un poco de aire. Miró las tiendas en la carretera que estaban decoradas con plantas y flores. Mientras caminaba por la calle, dos palabras de repente llamaron su atención. No pudo evitar detenerse.

Aceite lubricante. ..

La campana sonó para el primer período de la tarde. Gu Hai de repente notó que había una mancha oscura en su brazo. Deslizó dos dedos sobre el escritorio y rápidamente descubrió que ambos se volvieron negros. ¿Cómo es que había polvo negro por todo su escritorio sin razón? Pero Gu Hai descubrió fácilmente que fue Bai Luoyin quien roció el polvo.

Infantil ...

Gu Hai soltó un suspiro frío mientras trataba de limpiar su escritorio con una toalla mojada. Levantó la mano para pedir permiso por un momento. Después de obtener el permiso, se levantó y salió, cerrando la puerta al salir, porque hoy el viento estaba muy fuerte afuera.

Cuando Bai Luoyin escuchó la puerta abrirse y cerrarse, la esquina de sus labios se curvó en una pequeña sonrisa.

Después de lavarse las manos, regresó al aula a través de la puerta de atrás y descubrió que estaba cerrada por dentro. No se abriría, sin embargo, trató de girar la perilla.  Suavemente, golpeó la puerta y pidió que un compañero de clase viniera a abrirla. Pero parecía estar atascado ya que el compañero de clase no pudo abrirlo incluso con toda su fuerza.

También probó con la puerta principal. Pero no importa cómo lo intentara, la perilla tampoco se abría.

Parecía que alguien había manipulado estas puertas.

Gu Hai recordó aquel polvo negro en su escritorio, rápidamente comprendió que todo se debió a un plan del astuto Bai Luoyin. Ensuciar su escritorio no era el objetivo final; el objetivo final era sacarlo de la clase.

¿Crees que al manipular estas puertas no podré entrar?

Gu Hai caminó perezosamente hacia la parte trasera del edificio. Se paró en el patio mirando hacia arriba, viendo que las ventanas de la clase 27 estaban abiertas de par en par. Solo tres pisos más arriba.  Esto es solo un pedazo de pastel para él, que ha estado practicando escalada desde los cinco o seis años.

Miró a todos lados y no vio a nadie. Puso su pie en el marco de la ventana mientras sus manos se aferraban a la tubería de agua. Rápidamente se dirigió al tercer piso.  Se movió muy vigorosamente.  Cada paso fue ligero, estable y rápido.   En menos de medio minuto, ya había subido las ventanas hasta el tercer piso.  Cuando llego a la cima, aprovechó la oportunidad de que el maestro se volvió para escribir algo en la pizarra. Rápidamente liberó sus manos de la tubería de agua y las colocó en el marco de la ventana ...