CAPÍTULO 54: 'SOLO QUIERO ESTAR CONTIGO'

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A las once de la noche, Bai Hanqi terminó de bañarse. Sobre su hombro se colocó una toalla; todavía goteaba agua mientras entraba en la habitación de Bai Luoyin.

"Antes de irte a dormir, no olvides cerrar la puerta del patio."

Bai Luoyin asintió con la cabeza, sus ojos fijos en la pantalla de su computadora.

En el momento en que Bai Hanqi regresó a su habitación, la mano de Bai Luoyin golpeó violentamente el teclado, mirando con enojo la escena. ¡Maldita sea! No sabía qué le pasaba hoy, mientras jugaba videojuegos moría o sería bloqueado, ¡qué problemático! Bai Luoyin se levantó y apartó la silla con los pies, y salió a caminar un rato.

La luna era hermosa, redonda y brillante, pero cuando Bai Luoyin la miró, sintió ganas de escupirla.

¿Por qué tienes que ser tan redonda hoy?

La puerta principal todavía estaba abierta, hacía frío y la sensación lo hizo temblar, así que Bai Luoyin levantó la vieja cerradura oxidada.  En el momento en que cerró la puerta, una fuerza increíble la abrió.

"No cierres la puerta."

Una cara apareció de repente en la puerta, haciendo que Bai Luoyin se congelara en el acto.

Gu Hai había aparecido de la nada con un semblante cansado de viajar. En el momento en que vio a Bai Luoyin, envolvió sus brazos rápidamente alrededor de él.

Bai Luoyin percibió el aroma de cansancio sobre Gu Hai; su corazón latía rápida y ferozmente, haciendo que su propio latir se volviera un poco inestable.

Sosteniendo a Bai Luoyin, Gu Hai sintió como si su corazón se hubiera llenado. Después de presentar sus respetos a la tumba de su madre, sus sentimientos habían sido muy limitados, decaídos, había querido saltar al río frustrado. Había corrido todo el viaje de regreso para ver a Bai Luoyin, y tenía mucho miedo de que las puertas ya estuvieran cerradas, miedo de no verlo. 'En este momento, solo existía este lugar y esta persona que podía dejarle olvidar su soledad.'

Después de un largo período de silencio, Bai Luoyin finalmente habló. "¡Idiota, pensé que estabas muerto!"

Gu Hai dejó escapar un largo suspiro. "Oírte burlarte de mí se siente realmente genial".

El corazón de Bai Luoyin estaba en conflicto, ¿cómo podía dejar que Gu Hai se fuera tan fácilmente? Al verlo abrazarlo ferozmente sin soltarlo, Bai Luoyin lo golpeó fuertemente en la costilla, logrando empujar a Gu Hai hacia atrás.

"¡Mantente lejos de mí! ¡No jugaste suficiente afuera! por qué vienes a perturbar el bello sueño de las personas. 

Gu Hai sintió tanto dolor que no podía respirar.   Al ver que Bai Luoyin iba a cerrar la puerta, se coloco en medio de la puerta, sus ojos negros oscuros miraban con fuerza a Bai Luoyin. "No voy a ir a ninguna parte, déjame pasar la noche aquí".

"¿Te quieres quedar?" Bai Luoyin gruñó con frialdad: "Si me pagas, podría considerar dejarte dormir en la pocilga".

Gu Hai se echó a reír de inmediato, con una mano sosteniendo el interior de la puerta, la otra acariciando la parte posterior de la cabeza de Bai Luoyin, y usó un tono de voz apacible como si le estuviera hablando a un niño: "Está bien, está bien , no te enfades, ¿no es suficiente admitir que es mi culpa? No debería haberme ido sin decirte nada y dejar que te preocupes por mí, haciéndote esperar hasta tan tarde.

Bai Luoyin apartó ferozmente la mano de Gu Hai, con tanta vehemencia que incluso sacó dos mechones de su propio cabello. "No seas tan molesto, ¿de acuerdo? ¿Quién demonios te estaba esperando?

"Entonces, ¿por qué no has cerrado la puerta aún? Recuerdo los últimos dos días cuando estuve aquí, siempre cerrabas la puerta a las nueve en punto.

Bai Luoyin se había enojado hasta el punto de ruptura, incluso levantando el pie para golpearlo, pero no le prestó atención y caminó hacia él, abrazándolo aún más fuerte, sin dejar siquiera una pulgada de espacio entre ellos.

"Yin zi, no hagas tanto escándalo, ¿de acuerdo? Acabo de salir de la tumba de mi madre, me siento destrozado, ¿podrías tolerarme por un tiempo?

El cuerpo de Bai Luoyin fue aplastado fuertemente contra el de Gu Hai.  Al escuchar sus suaves murmullos, finalmente se calmó gradualmente.

Cuando entraron a la casa, Gu Hai colocó una caja encima de la mesa.

"Compré estos pasteles de luna para ti".

Aunque Bai Luoyin había dejado entrar a Gu Hai, la expresión de su rostro aún era tan fría como el hielo. "Cómelos tú mismo".

Gu Hai abrió la tapa de la caja y dijo persuasivamente: "Los traje especialmente para ti, ¿realmente no lo quieres?"

"Puedes dárselo a quien quieras, pero cuando digo que no quiero comerlo significa que no ..." Bai Luoyin giró la cabeza y se sorprendió al ver el enorme pastel de luna delante de él.

 ¡Era tan grande como una pizza!

En la parte superior se escribieron las cuatro grandes palabras "pasta de huevo y loto". El pastel de luna se había llenado hasta el borde y tenía un color atractivo. Incluso había un dulce aroma flotando en la corteza.

"Tuve que ir a muchas tiendas antes de encontrar una que aceptara mi solicitud. ¡No menosprecies este gran pastel de luna, fue increíblemente difícil de hacer! Un pastel de luna con cuatro yemas de huevo ya es muy difícil de hacer, y encontrar un molde adecuado también fue un gran problema. La dificultad esencial era que las yemas de huevo no se pegaran y se separaran fácilmente. Este pastel de luna que pedí tiene un total de 12 yemas de huevo, está garantizado que te llenará de inmediato."

Gu Hai hablaba exultante, y Bai Luoyin, que escuchaba, sintió que su corazón daba un vuelco.

"¿Eres un idiota? ¿Por qué no compraste unos cuantos pasteles de luna? ¿Por qué tuviste que desperdiciar tanta energía para obtener uno tan grande?

"Es diferente", dijo Gu Hai, con la expresión en su rostro como si quisiera sonreír pero no se atreviera. "Ambos tenemos mucho apetito y quería comer un pastel de luna contigo, así que esta fue la mejor opción."

Bai Luoyin se burló un poco de sus palabras, sus ojos tan afilados, pero ya había aceptado la pieza que Gu Hai le había servido. Fue una suerte que Gu Hai lo comprendiera, y no hubiera esperado a que él hablara antes de colocar un trozo cerca de su boca.

Bai Luoyin dudó por un momento, pero aún abrió la boca.

El primer bocado fue ligero y suave, con un sabor picante, que encapsula los sentimientos de los dos últimos días.

***Final del capítulo***

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