ADICTIVO ... 1 ✔

CAPÍTULO 118: "UN OPONENTE FORMIDABLE"

A medida que pasaban los días, llegó el momento de esos intensos exámenes de fin de semestre.  Los frecuentes exámenes prácticos y las diversas tareas escolares indudablemente habían llevado a todos los estudiantes a una situación terrible. Aunque nunca se dijo en voz alta, los maestros estaban compitiendo en secreto entre ellos para ver qué clase obtendría el puntaje más alto; por lo tanto, todos los días, extenderían alegremente el tiempo de clase.

Antes, aprovechaban el hecho de que había luz y regresaban rápidamente a casa, pero ahora los estudiantes tenían que quedarse prácticamente hasta altas horas de la noche y estudiar solos. Esta situación sucedió todos los días.

Ese tipo de ambiente riguroso de estudio fue la causa directa de la recurrencia del hábito de dormir en clase de Bai Luoyin.

Fue solo hasta hace poco que Bai Luoyin pudo deshacerse de ese hábito pernicioso bajo la constante atención de Gu Hai, pero ahora estaba más allá de su poder. Había una montaña de tareas que eran imposibles de evitar. Para cuando todas se completaran, era imposible no irse directamente a dormir. Pero ... antes de dormir, ¿era imposible ser un poco íntimo también?

Durante el período de autoaprendizaje, Bai Luoyin escribía continuamente hasta que terminaba e inmediatamente después, descansaba la cabeza y se dormía.

Mirando hacia arriba, Gu Hai no pudo evitar dejar que sus ojos permanecieran en la forma dormida de Bai Luoyin. Por alguna razón, su pecho se apretó.

Mierda, no puedo hacer nada. Solo podremos dormir esta noche ...

Con eso en mente, sacó su chaqueta de su escritorio y se levantó para cubrir a Bai Luoyin.

Estuvo bastante tranquilo en el aula durante mucho tiempo, ya que todos se concentraban en sus estudios. Pero sin previo aviso, un estallido ruidoso superó el silencio, haciendo que muchos de los estudiantes giraran su cuello hacia la puerta de atrás. No se les puede culpar, en un período de autoaprendizaje tan aburrido y poco interesante, incluso el más mínimo signo de emoción despertaría la curiosidad de cualquiera. Especialmente más cuando esa emoción no se consideraba un asunto pequeño, ya que en la puerta de atrás había una chica hermosa.

Usando su alta estatura como ventaja, Gu Hai se giró y miró a los otros estudiantes hacia la presuntamente hermosa niña.

En ese momento, incluso Gu Hai, cuyo gusto tiende a atraer a las chicas más agresivas, tuvo que admitir a regañadientes que esa chica era extremadamente hermosa. Su belleza era tan vívida y atractiva que incluso el ambiente palideció en comparación. Tenía una tez lechosa, casi transparente, con grandes ojos similar a la de una occidental, y sus pupilas oscuras parecían contener una mezcla de inteligencia y sofisticación.

Su físico era, por falta de una palabra mejor, impecable, una hermosa niña bendecida con una cintura delgada, un pecho grande, piernas largas y delgadas. De pies a cabeza estaba envuelta en productos de marca de fama mundial y, sumando su aspecto, su encanto y gracia se dispararon.

Hablando en términos modernos, ella era, alta, rica y hermosa.

Como resultado, el grupo de pobres chicos de baja estatura no pudieron sentarse tranquilamente. Si sus ojos contuvieran ganchos, ya la habrían desnudado.

¿Qué demonios estás haciendo ahí parado, vestida tan hermosamente? ¿Estás deliberadamente desafiando nuestra paciencia?

Esa chica no era una persona común. Con tantos pares de ojos enfocados en ella, todavía podía permanecer tranquila mientras se concentraba en cierta persona.

Cuando terminó la clase, nadie se movió de sus asientos, ella tomó la iniciativa de entrar.

Gu Hai la observó mientras se dirigía con gracia hacia el escritorio frente a Bai Luoyin. Luego bajó el cuerpo y se agachó, ahuecando suavemente la barbilla con las manos antes de revelar una sonrisa brillante. ¡Esa fue ciertamente una sonrisa que desbordaba dulzura! Tan dulce que los pelos de Gu Hai se erizaron.