ADICTIVO ... 1 ✔

CAPÍTULO 53: ¡ES ESE IDIOTA!

Cuando la rueda de la fortuna estaba en lo mas alto, el paisaje nocturno de Tianjin era hermoso.

Dentro de la cabina Jin Lulu y Gu Hai estaban solos.

Jin Lulu estaba sosteniendo el brazo de Gu Hai, señalando el horizonte "Mira, la luna de esta noche es tan redonda".

Para Gu Hai, el decimoquinto día de la luna del octavo mes nunca volvería a ser redondo.

En su corazón, siempre habrá un agujero vacío; para él, las fiestas u ocasiones especiales siempre eran las más difíciles de soportar.  Originalmente, había pensado en comer en la casa de Bai Luoyin esa noche, pero ayer después de que Jiang Yuan apareciera, había desterrado ese pensamiento. Se dio cuenta de que cuando estaba de mal humor, la última persona que quería ver era Bai Luoyin.

Tal vez fue por la felicidad de esa ocasión, por lo que no quería traer seriedad y tristeza a la casa Bai.

Bueno, no importa, ¡él improvisaría durante esos dos días entonces!

Cuando eran las 11 en punto y la gente en la calle había disminuido significativamente, había amantes en todas partes porque las vacaciones eran difíciles de conseguir, así que lo único que podía hacer era ponerse de mal humor y aburrirse. Jin Lulu tiró de Gu Hai y entró tienda tras tienda, preguntando incansablemente por los precios, comparando artículos y ocasionalmente preguntando a Gu Hai por su opinión, aunque siempre estaba de acuerdo con ella.

"Hay una tienda de ropa interior en frente, acompáñame a echar un vistazo".

Con un cigarrillo colgando en su boca, Gu Hai escuchó las palabras, suspiró violentamente, mientras soplaba el humo hacia su cara.

"¿Aún necesitas usar ropa interior? ¿No eres simplemente plana por todos lados... "

Jin Lulu empujó con vehemencia sobre su pecho, gritando enojado: "¡Eres demasiado malo!"

Gu Hai se rió hasta que no pudo hablar.

Jin Lulu vio la cara de Gu Hai detrás de la nube de humo como si lo estuviera viendo en sus sueños, de repente se volvió un poco tonta, sin saber qué decir; su corazón se sintió tocada con una dulzura amarga e indescriptible, porque tenía a esta persona solo para ella.

Jin Lulu entró a la tienda, dejando que Gu Hai se quedara a fuera fumando.

Al lado de la tienda de ropa interior había una tienda de dulces este negocio era muy prospero.  Cada persona que salía de la tienda llevaba cajas de pastel de luna bellamente empaquetadas, y en el escaparate había un conjunto completo de diferentes tipos de rellenos de pastel de luna: había nueces, salchichas, fréjoles rojos, dátiles, frutas ... y, por supuesto, yema de huevo, con pasta de loto.

Gu Hai apagó su cigarrillo y observó en silencio cómo los pasteles de luna en el escaparate desaparecían gradualmente.

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Antes de que se apagaran las luces, Bai Hanqi entró en la habitación de Bai Luoyin.

"¿Por qué no vino Da Hai esta noche?"

Bai Luoyin tiró de las sábanas de su cama, con una expresión indiferente.

"¿Cómo debería saberlo? Es mejor que no venga, cuando duerme aquí no puedo dormir bien."  Bai Hanqi se sentó al lado de la cama mirando a Bai Luoyin. ¿no le preguntaste? Vi que incluso tenías que llevar su bicicleta a casa, ¿le pasó algo malo?

"¿Qué podría pasarle a un joven maestro como él?"

"Puedo decirte que Da Hai no es un niño malo, no siempre hables negativamente de otras personas. ¡Está feliz de comer y vivir aquí y realmente los veo a ustedes dos como hermanos, no trates de echarlo todo el tiempo!