capítulo 5

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Esa tarde después de que llegó Jason, la castaña se fue no sin antes advertirle que no se quitara por nada del mundo el brazalete que le dio -

- ¡No lo haré tonta! -- bien, cuídate cualquier cosa me llamas al celular y estaré aquí -- oye, tengo a Jason y una arma con él -
- Pero un arma no mata seres invisibles para tu vista linda -

- ¡deja ya esas chorradas! Sabes que nunca he creido en esa mierda -

- ¿Ni con lo que acabas de ver? - elevó amabas cejas.

- Ni con eso, tiene que haber una explicación lógica para eso - elevó una ceja -

- como digas, ya me voy, cuídate - le dio un beso en la mejilla y un abrazo y se fue, a Jason le caía bien su amiga pero viceversa no tanto.

Más tarde ....

No entiendo, Page, ¿porqué un demonio la acosaria? He puesto protecciones por todo su apartamento, le di un brazalete para que le proteja -
- tal vez porque es incrédula - le respondía su amiga una gitana de edad mediana, que practicaba la magia blanca, cabellos rizados y oscuros, ojos negros como la misma noche, labios rojos y tez clara, tenía una tienda de esoterismo -
Ese sería un motivo por el cuál un demonio pudiera cruzar - la castaña hizo una mueca -
- ¿entonces qué debo hacer si ese demonio vuelve? -
- ¿sabes qué clase de demonio es para empezar? -
- mmh no lo sé, sólo lo oli, no pude verlo, en cambio su gato si lo vio -
- ¿su gato? - preguntó curiosa -

- si es como su guía, es un espíritu que se le otorgó desde niña, Isabelle tiene algo especial, y Salem dijo que ese ente era muy poderoso -

- ¡hum! todos los demonios son poderosos pero hay unos más fuertes que otros y en cuanto a ella tal vez es una bruja y no se ha dado cuenta aún -

-- ¿Tú crees? ¿como tú, podría ser? -

- no... tal vez, es una bruja blanca del tipo que usa magia wicca -

- nunca lo he percibido así, siento que emana algo raro de su ser pero no me he detenido a pensarlo con claridad - pues tienes que averiguarlo o simplemente pregúntale a su guía - él no me lo dirá hasta que ella misma no lo descubra, le es muy fiel -

- muy sabio de su parte, eh -- se agarraba la barbilla mientras tiraba las cartas -- averigua que clase de demonio es con el que estás tratando y ya veremos que hacer para ayudarla ¿si? -

- ok... - decía resignada.

...

Esa misma tarde noche, Isabelle terminaba su pintura, Jason trabaja en su ordenador en un caso sobre una víctima de feminicidio que habían encontrado cerca del Bronx -

- amor iré al centro comercial de aquí cerca, necesito pintura y aerosol transparente para mi oleo -

- ok, ¿quieres que te lleve en el auto? - preguntó sin voltear a verla.

- no, no yo iré sola, no tardare nada -

- Bien ve con cuidado - la joven salió a paso a apresurado tomó su auto y llegó en un par de minutos al súper, busco la pintura que necesitaba y en la caja se topó con Rachel - la muy maldita colisionó con ella apropósito fingiendo que traía demasiadas cosas en sus brazos -

- Oh, lo siento mucho yo no quise ¿Isabelle? -

- ¿Rachel!? Oye hay canastas para eso que traes -

- Jajaj - río fingido - lo sé pero no venía por todo esto, sólo era el helado y terminé trayendome estas chucherías -

-- si ya lo veo mucha comida chatarra eh --

- maldita zorra que te importa lo que como - pensó - miró su brazalete era lo que más energía pura emanaba, sonrió de lado -

El incubo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora