Con el paso de las semanas, Belaam y Isabelle se llevaban mejor convivían mucho más, se estaban acercado, solía sentarse a hablar con él durante horas hasta la madrugada, ya ni a Harper le pedía que fuera a quedarse con ella durante la noche. Le gustaba que mientras ella pintaba a veces ponía música y se ponía a tararear las canciones, su voz le gustaba era dulce y parecía estar bien afinada, le gustó mucho una canción que hacía unas noches cantó I have nothing de una cantante afroamericana. Al parecer le estaba gustando mucho la chica, se sentía prácticamente enganchado a ella, ya no quería separse de su lado, no le importaba si vivía dentro de ese espejo para siempre solo quería estar con ella con eso le bastaba.
Después de cenar algo ligero se fue a la bañera, quería quitarse un peso de encima después de trabajar duro en la cafetería. Miró al espejo del baño donde Belaam la observaba expectante para que se desnudara -- ¿podrías darte la vuelta por favor? -
- ¡No! - se apoyó en el marco del espejo con sus fuertes brazos - desnudate que tengo muchas ganas de verte y deleitarme con tu cuerpo - le hizo una mueca con la boca y tapo el espejo con una toalla -
- ¡que aburrida! - la hizo reír mientras se desnudaba y se metía a la bañera -
al terminar tomó el secador y dispuso a secarse el cabello -
- Me encanta cuando haces eso -
- ¿hacer qué? -
- tu cabello es precioso y negro como la noche, intenso y bello - intentó no reírse pero a veces podía ser tan dulce cuando quería -
- ¡Cállate ya! - se ruborizo -
- No puedo necesito decirte las cosas que siento si no me crees es tu problema pero es cierto -
- negó con la cabeza y salió del baño y se fue a hacia su cuarto de pintura, miró al espejo -
- ¿porqué? -
- ¿porque qué? -
- ¿porqué necesitas decirme cosas asi? -
el demonio ladeo la cabeza y se puso pensativo -
- No lo sé sólo necesito decirtelas -
- ¿solías hacerlo con todas? -
- ¿el qué? -
- decirles cosas así como a mi -
- No -
- ¿porqué? -
- porque nunca he conversado con ellas sólo me las follaba - hizo una mueca - ellas gozaban yo ganaba energía y ellas solo disfrutaban de su placentero orgasmo -
No hace falta decirlo de ese modo suena algo raro -
- ¿y como lo he dicho? -
- con brusquedad como si fueran un trozo de carne o un objeto -
El incubo pensó -
- ¿suena mal? -
- bastante de hecho -
- No lo diré más entonces asi, ¿cómo quieres que lo diga? -
- bueno no es un tema del que me guste hablar siempre, no te cansa hablar de sexo de lo mismo siempre ¿no te cansa sólo pensar en sexo todo el tiempo? - la miró con el ceño fruncido -
- No lo sé es para lo que sirvo y para eso fui creado y me gusta lo que hago, como me hace sentir y lo que puedo producir en las mujeres -
- te gusta el sexo y ¿a quién jodidos no? - encaró una ceja con diversión. -
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El incubo
Horrorlos incubos son seres demoníacos que atacan a mujeres sexualmente en sus sueños, esto le sucedió a Isabelle, una chica universitaria que estudia artes y trabaja medio tiempo en una cafetería local, está casada con un policía del FBI, por cuestiones...