capítulo 33

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Jason estaba en un bar, embriagandose, quería desquitar todo su coraje, le veían a la mente las imagenes del metro donde la protagonista era su ex pareja, le dolía mucho el hecho de no haberla hecho feliz en su momento, quería darse de topes en la pared por su estupidez, lo tenía todo con ella y lo perdió. La mejor salida para ahogar sus penas fue el alcohol, ahí ya no sentía nada, se perdía por completo, llevaba ya casi una botella de vodka entera en eso una chica no fea pero tampoco muy bonita se acercó a él en la barra -

- ¿porqué estás tan solo guapo? - Jason la miró de reojo y tomó un trago de vodka y sin dudarlo mucho respondió -

- estoy solo aquí por idiota, por no haber valorado lo que tenía y ahora estoy pagando las consecuencias -

- ¿y qué no valoraste? - preguntó la joven -

- a mi esposa, nos vamos a divorciar, ella ya no me ama y esta con alguien más y por lo que veo mucho más atractivo que yo -

- ¿en serio hizo eso? Que poca madre tiene -

- lo sé pero yo fui el que la orille a eso - ¿porqué tú? -

- porque sabía que ella me amaba y yo siempre fui frío y distante con ella -

- bueno cuando hay amor no tienes porque intentar cambiar a la persona que amas, es como es y ya -

- pero ella no pensó eso, ella siempre quiso más de mí y por no haber escuchado a esos llamados el tiempo nos alejó -

- si no es por ser indiscreta ¿cuánto tiempo llevabas casado con ella? -

- Nos conocimos en la preparatoria - lleno su vaso y le dio un trago - me gustó desde que la vi era tan perfecta, esa sonrisa dulce y angelical - la de ojos miel apretó la mandíbula de coraje -

- ya la había visto alguna veces pero no me atrevía a hablarle hasta que en una fiesta lo hice, nos conocimos nos hicimos novios y todo fue perfecto, pero cuando entramos en la universidad, en una noche de fiesta una cosa nos llevó a la otra y bueno tu sabes terminamos en la cama, un mes después nos enteramos que íbamos a ser padres, así fue como terminamos casándonos pero desafortunadamente un día ella calló de las escaleras y perdió al bebé fue muy extraño -

- si supieras que yo tuve que ver con eso! - pensó -

- de ahí todo marchó con normalidad ella siguió con su carrera y yo terminé la mía, empecé a trabajar en el FBI y - hizo una pausa bebio otro trago más -

- y ¿qué pasó entonces? -

- pienso que se aburrió de mi, tal vez no soy tan bueno en la cama o nunca fui un buen amante para ella por lo que vi, con el que estaba en el metro tal vez si lo era -

- ¿la viste en el metro? -

- si, estaba con un tipo.. - le costó trabajo decirlo -- era mucho más alto que yo y si tenía lo suyo era demasiado real para ser cierto, era como de esos modelos de revista, o aún mejor -

- Oh vaya, era modelo entonces eh -

- No tengo ni la puta idea de dónde lo pudo conocer pero si sé que ya tienen algo fuerte -

- ¿algo fuerte? - entre cerró los ojos un poco y se acercó más él -

- sí, esas miradas llenas de complicidad, esos besos y caricias que se daban no eran de apenas hace unos días ya tienen tiempo saliendo -

- pues que tonta, no sabe lo que perdió, cualquiera puede salir con un modelo de pasarela o una estrella de rock pero si no te valora y te manda a la mierda no vale la pena, alguien como tú lo vale - él la miró tenía el cabello casi oscuro y largo, tez medio blanca, ojos color miel labios rojos y no muy gruesos, vestía un vestido negro que dejaba ver sus pechos, buenas piernas y una cintura pequeña, no estaba tan mal pero no era igual a Isabelle era guapa pero no se le comparaba con la azabache -

El incubo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora