capítulo 24

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- ¿Rachel? ¿Qué carajos me hiciste? ¿Cómo supiste dónde estaba? -- observó a su alrededor y parecía que estaba en el inframundo, vio a su padre Mohan y a sus hermanos al rededor al parecer ellos habían hecho que lo sacaran del espejo --

- cielo, soy una bruja sé todo y hago lo que quiera, también sé que esas brujas blancas te encerraron en el espejo, te ves cansado y sin energía y creo que es tiempo de que cumplas con tu parte del trato -

- ¿qué parte del trato? - fruncio el ceño -

- te dije que enamorarás a esa perra no que tú te enamorarás de ella - su padre abrió los ojos de par en par -

- pero bueno eso me ayuda bastante a mi, me han dejado el camino libre con Jason - el incubo fruncio el ceño -

- ¿todo esto ha sido por ese mortal inmundo? -

- a ti no te importa lo que haga o deje de hacer con mi vida, yo te mandé a hacer un trabajo y lo hiciste mal, ahora quiero que lo termines o voy a acabar contigo -

- ella me sacará del espejo cuando tenga toda su confianza ya casi lo logro -

- No te estaba preguntando guapo - contestó con cinismo -

- ¡he dicho que no! - Rachel sonrió -

Joshua nunc carmen, you'll ego corpus affectum tuum diripiant et dabo tibi, ut legatione tua... Et tu iubes -

Belaam notó que de pronto ya no estaba en el espejo, estaba con ella, empezó a notar algo extraño en su cuerpo, algo que dolía en su pecho, se tocaba con desesperación pego un pequeño grito en forma de gruñido mientras incaba una rodilla en el suelo

- ¡Belaam! - su hermano Leviatán corrió hacia él -

- ¿qué le estás haciendo? Esto no era parte del trato - decía furioso -

- ahora cumplirá con el mío o morirá siendo mitad mortal - sonrió de forma malévola y desapareció de ahí dejando al incubo completamente confuso y ahora temeroso -

- ¡¿qué, qué es esto?! - se sintió raro al instante -

- ¡Hijo! ¿Tus alas? -

- ¿qué me ha hecho esa perra? - decía entre gruñidos -

- ¡tengo que ir a buscar a Harper! -

- ¿a quién? - preguntó Bestis -

- A otra bruja ella sabrá como ayudarme con esto, ¡no vuelvan a llamar a esa hija de perra me oyeron! - decía enojado mientras se agarraba el pecho con dolor -

sus hermanos asintieron incrédulos al verlo siendo medio mortal - cruzó el portal llendo hacia la tierra, le dolía mucho su espalda, donde se supone que tendrían que estar sus grandes alas negras habían dos grandes huecos ensangrentados, sentía que su cuerpo le quemaba pero era diferente. Era una sensación muy extraña, corrió por las calles para buscar la casa de Harper reconociendo ciertos lugares, unas chicas prostitutas lo miraron solo y un poco aturdido -

- ¿porqué tan solo guapo? - se acercaron y acariciaron sus pectorales y este solo negó con la cabeza y las alejo de él, corriendo hacia el autobús, recordó que eso hacía cuando solía ir con Isabelle a visitarla.
Al abordarlo las personas que estaban ahí lo miraban raro y no sólo porque tenía buen cuerpo si no por lo atractivo que era, unas señoras de mediana edad se sonrojaron al verlo mientras que los barones sólo lo miraban extrañados.
Él seguía sintiendo esa presión en su pecho algo dentro de él que lo aceleraba le picaba el cuerpo, después de unas cuadras reconoció la calle se bajó ahí y el tipo del autobús se quedó sin habla ni siquiera le pidió que le pagara por el viaje -

El incubo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora