El incubo

capítulo 34

- Tenemos que encontrar la manera de que Belaam vuelva a su estado normal, ha pasado mucho tiempo ya siendo medio mortal y no quiero que pase más rato con Isabelle ella se esta enamorando - decía la castaña -

- hago lo que puedo Harper pero es complicado es mucha información y hay demasiadas hojas por ver aún -

- tú descansa me toca a mi echar un vistazo -

- bien... - la gitana se levantó y se masajeo las sienes -

- voy a preparar té -

- ok - Harper comenzó a hojear de a poco, no hayo nada en las primeras páginas, continuó y pasados 15 minutos

- ¡Oh joder!- dijo en voz alta -

- ¡aqui esta! - la de cabello rizado corrió hacia ella con la tetera en mano -

- ¿qué pasa? -

- aquí haye algo pero, hay un problemita -

- ¿encontraste el hechizo? - asintió -

- ¿y? ¿Cuál es el problemita? -

- que está en otro idioma que no conozco y dudo mucho que tú también lo sepas -

- ¡ay carajo! ¡Auch! - se quemó en la mano por descuidada, llevó la tetera de vuelta a la cocina y regresó con la de ojos verdes -

- míralo - le mostró el libro -

- ¡rayos! ¿Qué es esto?! ¿Qué idioma es? - se quedó anonadada -

- ni siquiera yo lo sé -

- ¿crees que el incubo lo sepa? - decía Harper -

- No lo sé puede ser, es antiguo y debe tener sus añitos -

- ¿y si no? -

- ya intentaremos con alguien que debe saberlo -

- ¿ah si? Y ¿Quién es ese alguien? -

- ya verás - le guiño un ojo.

{...}

Jofiel caminaba por la calle despreocupado, cabello quebrado rubio claro, corto hasta los hombros, ojos caramelo, tez blanca, muy atractivo para el ojo femenino, alto y delgado, vestido por completo de blanco, con un café de máquina en su mano y un violín en su espalda, iba hacia la escuela de música en Brooklyn. Sintió una presencia detrás de él y se giró para ver los ojos de la gitana - elevó una ceja -

- ¿Page?! Hace rato que no te veía -

- ¡Jofiel! Hola -

- ¿qué sucede? -

- bueno, no suelo hacer esto pero es muy importante - el individuo fruncio el ceño -

- Ok... ¿qué pasa? Te noto inquieta -

- si, de hecho es un problema mayor -

Harper salió de su escondite quedando paralizada con la hermosura de aquel joven -

- ho- hola soy Harper - le dio la mano y él le devolvió el saludo, notó que su mano era cálida y tan suave -

- mucho gusto Jofiel -

- ¿eh? - sonrió de lado el joven -

- ¿crees poder regalarme unos minutos? - la gitana le dijo -

- mis alumnos esperan -- echó un vistazo hacia el instituto -- pero esta bien vamos -

- ¡gracias! - caminó detrás de ellas lentamente -

- ¿quién es él? Es muy atractivo - le susurró -