El incubo

capítulo 22

- mija espero que te guste la comida, preparé un mole en almendras con pollo -

- Suena delicioso ma - la azabache le sonrió cálidamente -

- No pica mucho ¿verdad señora Hernández? -

- ¡Ay no Harper! ya sabes que casi no uso picante cuando vienes -

- Gracias - sonrió aliviada.

Habían ido a ver a su madre y su tía Rosario les ayudaba con el agua de Jamaica.
Se pasaron toda la tarde ahí, era fin de semana y estaba mejor de salud. ahora hablaba poco con Belaam desde lo que le pasó con Harper la última vez.

- ¿ma? - estaban solas lavando las platos después de comer -

- que mija -

- ¿tu crees que alguien malo se puede volver bueno con el tiempo? -

- la madre fruncio el ceño dejó de lavar y la miró fijamente -

- Bueno eso depende de la persona mi niña y que tan de su parte ponga para hacerlo - se quedó pensativa - ¿porqué me preguntas eso? -

- ah es que bueno ... - Sagrario sonrió -

- ¿Te gusta verdad? - ella agachó la mirada hacia los trastos -

- Mija te hizo mucho daño, casi te mata la primera vez, yo no estoy en contra de que te vuelvas a enamorar, pero es un ser de la oscuridad, es malo, la maldad está en sus venas es un descendiente del diablo y no quiero que sufras por alguien como él, hay hombres buenos en el mundo déjalo ir olvidate de él, vive tu vida y sal con otros chicos -

- ¡Ma! cómo me dices eso si es tan guapo y lo veo a diario en el espejo - la madre sonrió a medias -

- lo guapo no le quita que es un ser malévolo se pudo haber portado bien platicado como una persona normal, endulzado el oído como dicen en México, todo pudo ser una táctica, te puede estar usando para que lo saques de ahí y hacer de las suyas en el mundo - agachó la vista decepcionada -

- tienes razón no sé en que estoy pensando -

- escucha, yo siempre te voy a apoyar en lo que quieras y todo lo que hagas pero no estoy de acuerdo que te guste o tengas sentimientos por ese demonio, simplemente nunca lo voy a aceptar habiendo tanto chico guapo en el mundo ¿apoco crees que no me doy cuenta como te miran en la calle? - le dio unos codazos en su cintura.

- Mamá, me gusta mucho y me dijo que me quería, pero sé que es malo y que tal vez puede ser mentira y que no debo ver más allá -

- exacto, puede ser una mentira pero toma la mejor decisión mija todo esta en tu corazón ahi yo no me puedo meter - la abrazó contra su pecho con una media sonrisa pero a Isabelle se le desvaneció -

Rosario y Harper las miraban ocultas detrás de la puerta de la cocina -
- ¿Se ha enamorado de ese incubo? - preguntó la de ojos negros, Harper la miró haciendo una mueca - creo que sí... -

- ¡esa niña tonta! No sabe en lo que se metió - negó con la cabeza mientras se cruzaba de brazos contra el muro.

- cuando un demonio se enamora es difícil alejarlo de su víctima... -

- ¿eh? -

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Días después, Belaam se veía cada vez más decaído, la chica se estiró con gusto después de un sueño reparador, a Belaam le gustaba verla por las mañanas le sacaba una sonrisa era graciosa tenía un humor que pocas personas tenían ahora que la conocía mejor le fascinaba mucho su manera de ser su sonrisa fue esfumandose cuando recordaba quien era él y para que había nacido y el hecho de pensar que sus hermanos y hermanas pudieran ir por ella para matarla le oprimían su alma negra porque corazón no tenía pero alma sí Isabelle era tan diferente a las demás, su belleza y pureza anímica la hacían diferente en todo sentido, no quería perderla se sentía tan bien con ella. Fue directo al baño a hacer sus necesidades, para después ir a la cocina a hacerse un batido de avena, se había levantado más temprano de lo normal, regresó a la habitación y miró en el suelo de la entrada un sobre era para una audiencia del divorcio, hizo mueca y Salem le ronroneo le acaricio el lomo y le dio algo de leche, entró a su habitación. Elevo la vista y la miró lista para quitarse la pijama y ponerse la ropa de calle para ir a la universidad.
Isabelle se giró para pedirle que se volteara -