El incubo

capítulo 14

- ¿funcionó? - espetó Harper algo asustada.

La gitana y su tía Rosario observaban en silencio, las 3 estaban de un lado del espejo un poco retiradas para que el incubo no lograra verlas, el punto era que solo pensara que estaba solo con Isabelle - silencio - le susurró Rosario con su dedo anular sobre su boca.

Se fijaron en el espejo comenzó a oler muy fuerte a azufre, Harper reconoció ese repugnante olor, sí era él, pero parecía que veía con mucha más fuerza. Isabelle vio aparecer de repente un par de alas negras que reconoció de inmediato, apretó los puños y la mandíbula fuerte estaba tensa, le sudaban las manos -

- calma... calma - respiraba profundo -

su tía le hacía señas de que respirara con tranquilidad y que se calmara ellas estaban ahí para ayudarla y no dejarían que la lastimara. Luego la figura oscura de un hombre robusto se apareció. Se quedó por unos segundos mirándolo, no recordaba lo atractivo que era, vaya si que lo era, sólo recordaba el temor que sentía por él. Belaam sonrió de lado al verla -

- ¿querías pasar más tiempo conmigo por lo que veo también de día eh? ¿Es que te gusto tanto niña? - Isabelle tragó saliva nerviosa intentaba parecer lo más serena posible -

- quiero hablar contigo - dijo un poco nerviosa -

el incubo elevó una ceja se cruzó de brazos y pasó su mirada por su cuerpo de arriba a abajo, mientras ella como boba sólo se fija en su impresionante musculatura atra vez de su camisa negra ajustada -

- ¿de qué? - la azabache tragó saliva y aparto la mirada de su cuerpo -

- ¿pero que le pasaba? Es un maldito demonio - pensó y tomó aire -

- no sé si lo sabías pero he estado hospitalizada -

- ¿porqué? -

- bueno me desmaye en clase y me volviste a atacar -

- ¿desmayarte? Estabas dormida -

- No en realidad me había desmayado - la miraba directamente -

- parece que no he comido en varios días -

- ¿y qué quieres que yo haga? - se puso serio -

- en realidad nada, sólo quería que lo tuvieras en cuenta ya que te estás quedando con toda mi energía - el demonio fruncio el ceño -

- parece que si le ponías atención a las clases de religión, sí me quedo con tu energía pero la recuperas -

- No, no la recupero -

- No me la llevo toda si no ya estarías muerta -

- haber, no me estoy dando a entender, no como, no duermo bien, no tengo casi energía en mi cuerpo y acabé en un jodido hospital y para acabarla de fregar casi me querían internar en un centro para anoréxicas porque piensan que me lo hice yo misma -

el incubo la miró de arriba a bajo detenidamente esta vez, fruncio el ceño sí, no estaba como en el sueño, había perdido peso y se veía demacrada. Se levantó del suelo y se fue a sentar enfrente del espejo, quería que sintiera que ella ya le pertenecía -

- ¿cómo has sabido como invocarme? - Isabelle tomó aire mientras se acercaba cada vez más al espejo -

El incubo se sentó como indio y la joven dobló sus piernas apoyando su cuerpo encima de ellas -

- Busqué en un libro de magia Harper tiene una amiga que tiene una tienda de esoterismo -

- ¿para qué querías buscar? -