El incubo

capítulo 44

- ¡Bel! - gritó de susto la azabache al ver a su amado siendo atacado por el arcángel, estaba tirado sobre el suelo con la punta de la espada de Gabriel en su cuello -

- pero ¿qué demonios crees que haces? ¡Sueltalo Gabriel! - corrió hacia él pero el arcángel le clavó aún más la espada -

- retrocede Isabelle, el demonio tiene que morir -
la azabache con lágrimas en sus ojos le suplicó al arcángel que no lo lastimara en ese momento de debilidad de Gabriel, el incubo logró soltarse de su espalda para ponerse de pie -

- ¡No me distraigas! -- le reclamó enfadado -- mira lo que has hecho ya lo tenía donde quería -

- amo a Belaam y no te voy a permitir que lo dañes -

- siento decirte esto pero su sacrificio purificara su alma -

- ¿qué? -

- ¡Ni de broma! ¡No quiero ser uno de ustedes! - le riño el demonio -

- Jajaja ni lo sueñes demonio, jamás llegarás a ser uno de nosotros, tu muerte lo único que provocará será limpiar tu alma de la maldad que posees pero seguirás siendo lo que eres un demonio.

- eso suena bien aunque lo segundo eso sí no me gustó mucho -

- la muerte es agradable para quien lleva las leyes de Dios en regla no para los que son una vergüenza para su reino -

- ¡Basta! No lo insultes - corrió hacia él -

- aléjate por favor Isabelle no quiero que te suceda algo por mi culpa - le decía Belaam poniéndola detrás de él -

- ¡No! Yo también puedo pelear por ti -

- ¿te vas a poner en mi contra por culpa de ese demonio? - le preguntó Gabriel -

- Sí, lo amo y haré lo que sea por él - entonces no me queda opción - la chica se puso en guardia y Gabriel con una fuerza sobrenatural la lanzo fuera de ahí metiendola en una esfera de luz -

- ¿qué es esto? ¡Sacame de aquí! ¡No lo lastimes, te lo suplico! - el arcángel esta vez no se dejó llevar por sus sentimientos y atacó al incubo se defendió como pudo con su antebrazos que parecían hierros, el ser celestial lo volvió atacar ahora con más potencia, Belaam lo esquivó tirándose al suelo para rápidamente levantarse y atacarlo por la espalda -

- ¡No la tendrás es mía! - le decía el demonio -

- Ni lo sueñes no dejaremos que esto ocurra de nuevo y el universo pierda su balance otra vez tu destino esta escrito lo he leído en el libro de la muerte, morirás por mi mano -

Isabelle seguía gritando y golpeaba la esfera con fuerza pero no se rompía, Belaam golpeó a Gabriel en el estómago a puño cerrado pero su armadura era muy fuerte, éste detuvo uno de sus puños y aprovechó para clavar la espalda en su pecho atravesando su corazón, Belaam cayó con una rodilla en el suelo y con la otra doblada se agarraba el pecho sangrando la espalda de Gabriel era evidente que lo mataría era una espada santa -

- Hagan lo que hagan la esperaré en las puertas del infierno o en las del cielo lo haré hasta el último día de su vida nunca me van a separar de ella - decía entre dientes.

el arcángel sacó la espada de su pecho bruscamente y la volvió a clavar ahora en el centro de su pecho, el demonio ahora si cayó boca a abajo la sangre salía de su boca y de su pecho -

- ¡NOOOOO! ¡NOOO! ¡BEL! - gritaba Isabelle desesperada la esfera donde estaba atrapada explotó por tanta energía que emergió de ella, corrió hacia a él y lo abrazó fuerte contra su pecho mientras el ángel se quedaba sorprendido por el nivel de poder que tenía.