Con cada paso que daba, mi corazón latía cada vez más fuerte. Aunque quería calmarme y dejar de temblar, mi ansiedad se volvía más intensa a cada segundo y el nudo en medio de mi estómago se apretaba cada vez más. Quería salir corriendo y vomitarlo todo en el inodoro, pero no quería salir de mi habitación, pues sabía que en cualquier momento mi padre llegaría a casa y me encontraría frente a frente con un problema que debía enfrentar.
Me dejé caer sobre el mullido colchón de la cama y junté mis piernas con fuerza, apretando ambas manos entre mis rodillas. Estaba a punto de entrar en una crisis nerviosa y mandar todo al demonio cuando escuché la puerta principal abrirse rápidamente y cerrarse con fuerza. Sabía que mamá venía detrás de él, pues había salido al patio y no había regresado. Varias veces temí que haya ido en busca de mi padre, pero cuando dudaba de ello, me acercaba sigilosamente a la ventana y la encontraba sentada bajo el umbral de la casa, tan solo mirando a la solitaria carretera con el mentón sobre su mano.
Esperé pacientemente por la bomba que caería sobre mi cabeza. Mi respiración se volvió mínima, apenas pasaba aire a mis pulmones, y de pronto mi boca se hallaba seca, pastosa, impidiéndome tragar. Dos pisadas, el crujir del suelo, un par de murmullos y entonces tenía a papá caminando pesadamente hasta mi habitación. No esperaba Troya, porque sabía que mis padres intentarían resolverlo pacíficamente, así lo demandaba la religión y su moral; sin embargo, el simple hecho de tener que enfrentar a mi padre con un tema tan delicado como lo era ese no me hacía ilusión para nada.
Escuché las pisadas detenerse justo detrás de la puerta unos segundos, y de pronto tres golpes uniformes resonaron dentro. Quise decir algo, pero al abrir mi boca ningún tipo de sonido salió de ella. Estaba paralizada del miedo.
—¿Hope? —la puerta se entreabrió, mostrando el rostro preocupado de mi padre, quien sin esperar alguna frase de mi parte —que de todas maneras no iba a llegar—, entró a mi habitación. A lo lejos pude ver a mamá apoyada contra el pilar de la pared, de espaldas a mí. Se me rompió el corazón al pensar que podía estar decepcionada de mí.
No me atreví a pronunciar ni una sola palabra, tan solo lo observé con ojos grandes y cristalinos y un nudo en la garganta. Al encontrarme con los ojos oscuros de mi padre, enmarcados por largas pestañas tupidas y diminutas arrugas en las esquinas, sentí el mundo caerse a mi alrededor. Allí parado, con el ceño fruncido y la boca en un inconsciente puchero se veía viejo y cansado, como si lidiar conmigo fuese un peso más sobre sus hombros.
Todo se me vino encima.
Con mis estupideces había puesto nuestra relación familiar sobre una cuerda y tensado la misma, ahora todo pendía de un inestable hilo. Una esquina la sostenía yo, y la otra ellos, y si alguno de nosotros se atrevía a tirar de ella, sería el fin de todo.
—Oye... —susurró. Sorpresivamente cerró la puerta detrás de sí, dejando a mamá fuera. Se acercó a mí despacio, frotando su frente con parsimonia y tratando de encontrar las palabras correctas para mandarme al demonio sin hacerlo literalmente—, Hope, habla conmigo.
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Sinner | Boris Pavlikovsky
أدب الهواةBasado en la película/libro "The Goldfinch" (2019) "You machiavellian, natural villain" Hope es una muchacha criada en el núcleo de una familia religiosa, de buenos modales, buenas costumbres y adorada por todos. Boris es un adolescente rebelde, c...