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Fuck off, fuck us.

¡Era obvio que no querías involucrarte conmigo! Pero igual lo hiciste, me ilusionaste, tú con tu pelo rosado y tu sonrisa rosa. Todo aparentaba ser tan rojo, gris, entre esos besos húmedos y esos vaivenes. Te estabas despreciando: me pedías a gritos que te penetre y aunque quisiera, al menos algo de amor propio debías de tener.

Días después, salía contigo como Nora, intercambiando risas casuales y a veces ciertas miradas pero, yo sabía que, estabas más cómoda con Steven. Compartiendo gemidos, jadeos, besos e incluso penetraciones. Pero cuando terminaba todo eso, se ahogaba en un silencio, en frialdad, en despecho.

—¿Estás bien? —arrastré las palabras al verte colocarte la ropa. Tu blusa negra deslumbraba entre ese ambiente escarlata. Te sentaste en la cama y me miraste de reojo. Era la tercera vez que nos reuníamos para tener sexo y siempre era un rapidito y luego te ibas.

—¿Desde cuándo te importa? —hablaste de mala gana. Desde que te vi por primera vez.

—Te he visto... Rara.

—¿Rara?

—Angustiada, no gimes su nombre. Bueno, sí pero te abstienes —hablé recordando todas esas veces que gemías mi otro nombre y te detenías bruscamente, te apoyabas en mi pecho y jadeabas, deteniendo tus saltos. —Casi te pones a llorar.

—¡Claro que no!

—Spinel —ella me miró a los ojos y luego desvió su mirada. Sabía que su corazón latía a mil. Yo me acerqué a ella con lentitud y besé su cuello.

—Bien, tú ganas.

—Quédate —supliqué.

—¿Qué?

—Quédate —repetí —y hablemos —tomé tu mano y entrelacé nuestros dedos —que no sea algo casual.

Tú te abstuviste y me soltaste, acariciando tu mano.

—Y–Yo... Esteban...

—Steven —corregí. Me miraste a los ojos. A pesar de todo, siempre me enamorabas con esos labios risueños.

—Steven —sonreíste.

—Dime la verdad: ¿qué te ocurre? —miraste a otro lado y luego a mí.

—Ella me odia... —susurraste.

—¿Qué? ¿E–Ella?

—¡Me confunde! —corregiste y saltaste a mis brazos, ignorando que tus pezones rosen con el depilado vello de mi pecho. —Siento que me ama y no sé qué siento —sonreí. Ella estaba loca por mí.

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Perdón por la tardanza, me vicié leyendo cómics en Webtoon, dios.

Bueno, ¿y? ¿Ya empezaron las clases, el trabajo, etc? ¿Cómo están?

Yo empecé las clases pero no es excusa para no actualizar, saben que yo digo las cosas de frente ;)

Pienso en publicar una historia Stevnel que sea pura comedia, como Fat pero con otra temática. No sé.

¿Qué les parece estas temática? Elijan.

Donde Steven se mete en problemas repetidas veces por una tontería (malentendido), por ende, se encuentra en la sala de castigo a Spinel, misteriosa y adormilada.

→Steven es un joven que vive en una sociedad futurista donde los humanos no poseen sentimientos o emociones, estas vienen en frascos, botellas o en pastillas. Él trabaja como psiquiatra y entra una joven con una extraña adicción a la gran conocida botella de alcohol: L'amour alcoolique.

→Steven es un prostituto y es contratado por Spinel, una chica multimillonaria que poseé problemas en su casa a cuestión de sus madres.

→Steven es esquizofrénico y siempre conversa con Spinel, una chica que lo ha cuidado desde que tiene memoria. Hasta que cumple los dieciocho y observa a una joven igual a su ilusión, causando que él deseé acercarse a ella.

→(Este es raro, puede ser de dos shipps Stevonnie x Spinel o Volleyball x Perla. Ustedes deciden el shipp) Al cumplir los dieciséis años, en la muñeca, se descubre la frase que te dirá tu alma gemela. En cambio, nuestra protagonista nunca le apareció nada, causando confusión por su parte. Tras años de estudios y centramiento, decide ser médica y ahí conoce a ella, pero... ¿En realidad ella es su alma gemela o un simple amorío?

Si tienen dudas, díganmelas. O teorías. Y voten uwu.

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Spinel | Stevnel [Nora Au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora