Capitulo 29

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**Atena había llegado de Hiroshima se sentía satisfecha pues estaba segura de que por fin se desharía de Darien solo esperaría las malas noticias del fallecimiento de su hijo cuando eso pasara ella podría cobrar la herencia que había dejado su difunto marido, no podía imaginar lo que le esperaba en su casa.

Cuando Atena entro todo estaba oscuro no entendía que sucedía comenzó a llamar a sus empleadas y recordó que no había nadie después del incidente con Rini despidió a todo su personal, se encontraba sola o eso era lo que ella pensaba.

Camino para ir a su recamara cuando escucho ruidos en la biblioteca su rostro empalideció se preguntaba si había algún ladrón en aquella gran casa el miedo se apodero de su cuerpo y no pudo moverse por unos minutos. **

- Sera acaso que algún delincuente ha entrado en mi ausencia, debería salir de aquí.

**Atena dio unos pasos hacia atrás para salir de su hogar choco en unos jarrones que había en la entrada provocando que uno de ellos se callera haciendo ruido, la persona que estaba en la biblioteca salió para ver que sucedía. **

- Eres tú ¿Cómo te has atrevido a regresar?

- Oh querida ¿Cómo no has leído mi nota?

- ¿de que hablas? Maldita rata crees que puedes volver después de robarte mis joyas e irte con esa arpía de Beryl.

- Oh querida ¿de que hablas? Yo no se nada de joyas y menos de Beryl yo me marche porque me estaban calumniado querían meterme preso por cosas que yo no he hecho supongo que esa venenosa de Beryl aprovecho a robar y echarme a mi la culpa.

- Esta usted equivocado si cree que voy a creer en lo que dice.

- Querida te conviene más creerme...

- No te tengo miedo.

**En aquel momento Diamante se acerco a Atena y la tomo por el cabello tal como ella había hecho con Serena, seguidamente le dio una bofetada. **

- Espero no le digas a nadie que yo estoy aquí si no quieres morir si no he tenido compasión con Beryl ¿Qué le hace pensar que con usted la tendré? Se perfectamente que tu no tienes en que caerte muerta todo lo que posees deberá pasar a manos de tu hijo no mejor dicho del doctor Chiba el no lleva tu sangre y si yo le cuento que has sido tu que lo has enviado a su muerte no tendrá consideraciones después de todo no eres su madre...

- Eres un maldito ¿Cómo has descubierto mi secreto?

- Eso es lo de menos querida los dos podemos disfrutar de esa herencia, pero créame si usted dice algo de mí no podrá tener lo que quieres.

- Suéltame.

- Tranquilita después de todo es usted mi mujer.

**Diamante subió a Atena al cuarto donde la obligo a estar con él, no había nadie en aquella casa que la defendiera ya no tenía a quien recurrir para sacar a Diamante de su casa no le quedo más que ser sumisa y hacer lo que Diamante quisiera, cuando Diamante acabo aquel acto se quedó dormido Atena tomo unas tijeras que había en aquella habitación. **

- Creías que podrías hacerme esto y quedar con vida maldito. – decía Atena cuando iba a enterrar aquella tijera en el pecho de Diamante, sin percatarse que cuando se movió tiro una bandeja que estaba en la mesita de noche provocando que Diamante se despertara deteniéndola a tiempo.

- Que crees que haces. – dijo Diamantes mientras le dio una cachetada a Atena.

Escucha bien arpía si algo me llega a pasar o desaparezco por un día un amigo entregara todo lo que he encontrado de ti a las autoridades incluyendo los papeles del psiquiátrico donde estuvo encerrada la hija de tu difunto marido iras a parar a la cárcel así que mejor tranquilita.

La InstitutrizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora