La Institutriz

CAPÍTULO 7 UNA MENTIRA ¿LO CAMBIARÁ TODO?

**Era domingo el ultimo día que Darien tenía para decirle la verdad a Serena, pues sabía que Beryl regresaba el día siguiente y esta no dudaría en decirle la verdad a su amada, pero sentía temor, de la reacción de Serena, se sentía ansioso quería que llegara la tarde para poder hablar con su amada, mientras Darien pensaba como decirle la verdad a su enamorada, ella junto a su alumna, iban de camino a la iglesia, y como siempre las críticas no eran de extrañarse, el padre Seiya como cada domingo desde que Serena llego a la iglesia se la comía con la mirada, aunque sabía disimular muy bien nadie sospecha de sus sentimientos, como siempre al terminar la misa, él se acerca a saludarlas y para disimular saluda a todos los demás. Mientras iban de camino a casa Serena se sentía muy alegre pues sabía que en unas horas vería a quien creía se llamaba Armando cada vez que pensaba en el sus mejillas se sonrojaban y se pintaba una hermosa sonrisa en su rostro la cual Rini siempre la notaba, y por eso le preocupaba lo que pudiera pasar aquella tarde.

Darien siempre salía de la casa y regresaba a las dos de la tarde, para disimular que a esa hora salía del hospital, claro es en todo ese tiempo había estado en el hospital ayudando, pues de todos modos era el momento perfecto para ayudar en su comunidad, mientras él estaba en el hospital Beryl había regresado a casa, ella ya tenía una parte de su venganza preparada.

Al llegar a casa Rini se sorprendió al ver a Beryl y trato de distraer a Serena, para que Darien fuera quien le dijera la verdad, pero en un descuido sin que nadie se diera cuenta Serena fue al jardín pues Rini estaba reposando en ese momento Beryl aprovecho para hablar con Serena.**

- Señorita Tsukino ¿Cómo ha estado la salud de la pequeña Rini?

- Muy bien de hecho se le ve un buen color y ánimo, he tratado de seguir las instrucciones de la señora, usted luce muy radiante, le han sentado bien sus días libre.

- Así es fue muy gratificante, me he enterado que tiene una relación amorosa, y veo que es usted muy ambiciosa.

- No comprendo de que habla, no tengo ninguna relación amorosa y aunque así fuera no es nada malo.

- Eso cree usted, ¿Cómo es posible que una simple Institutriz haya puesto los ojos en el dueño de la casa?

- ¡dueño de la casa! ¿de qué hablas?

- Ah es ¿que acaso no has estado de coqueta con el Joven Darien?

- ¿el Joven Darien? No de que hablas, el.... *un silencio incomodo se produjo en el ambiente.

- Ah comprendo, siempre hace lo mismo, seduce a las profesoras de su prima, y bueno supongo que lo ha hecho de nuevo, es una pena, en realidad tu eres muy hermosa, pero muy ingenua ¿Cómo es que no te habías dado cuenta? Enserio eres tan tonta, o solo finges para sacar mayor provecho, para tu suerte aun no le cuento nada a la señora.

- Pero es que no puede ser lo que tú me dices, él no es el joven Darien, él se encuentra en un viaje, se llama Armando...

- No me crees, ¿cómo es que no te has fijado en los cuadros que hay en la casa con la foto del joven?

- ¿cuadros, que cuadros?

- Vaya esta vez sí que sido astuto, bueno ve adentro de la casa y lo veras por ti misma, y como te digo de lo que hagas dependerá que le escriba a la señora...

- No lo hagas no hará falta si en verdad hubiera sabido quién era nunca, nunca me habría acercado. –dijo con una voz quebrantada.

- A comprendo así que todos han sido su cómplice esta vez...