Capítulo 30

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5 de marzo de 1943

Era la madrugada del cinco de marzo las lluvias eran constante Serena había pasado una mala noche pendiente de aquel clima no había podido dormir bien pues los arboles del alrededor se estremecían con cada oleada de viento en el techo de la casa habían caído algunas ramas Serena se quedó en la primera planta temiendo que una de aquellas ramas cayeran en el segundo piso estaba todo totalmente oscuro la electricidad había comenzado a fallar las velas eran pocas hizo un poco de te para calmar sus nervios y calentar un poco su cuerpo.

La temperatura eran demasiado bajas y no tenia mas fuego que el de la vela para calentarse, mientras el agua para su te hervía subió y busco en todas las recamaras mantas calientes para mantener la temperatura de su cuerpo luego bajo, coloco las mantas en un sillón creando una confortable cama con las mantas sobrantes, fue a la cocina tomo su té y un pedazo de pan y regreso a la sala se acomodó luego de comer un poco y tomar su te comenzó a sentir sueño se sentía sumamente casada.

Pasaron unas horas mientras dormía un árbol se desprendió de la tierra cayendo en el techo de aquella vieja casa aquel árbol destruyo parte del techo y el segundo piso quedo invadido de agua el sonido de aquel árbol despertó a Serena el piso del segundo piso estaba cubierto de agua en aquel momento Serena se dio cuenta de que el agua se estaba filtrando desde el segundo piso.

Comenzó a sentirse mas nerviosa pues no sabia que hacer no podía salir de aquella casa no tenia nada para cubrirse de la lluvia y salir de allí regreso de nuevo a la cocina a buscar algo con que abrir algún agujero en la puerta para que el agua saliera después de todo no quería irse bajo aquella tormenta menos sin saber dónde estaba, después de buscar en cada rincón de aquella vieja cocina encontró una vieja plancha de metal la tomo y comenzó a golpear la madera de aquella puerta para lograr romperla sabia que era probable que fuera una muy mala idea pero, pensaba en irse cuando la tormenta pasara no se imaginaba que lo que se avecinaba era más grave que una simple tormenta.

Después de dar unos golpes con la punta de aquella plancha aquella puerta comenzó a astillarse en el último golpe Serena logro abrir un hoyo lo suficientemente grande para que el agua saliera por allí, pero en medio de aquella adrenalina no se dio cuenta que en su mano derecha se había incrustado algunas astillas.

Cuando logro darse cuenta se asustó mucho el baño estaba arriba, pero estaba bloqueado por las ramas de aquel árbol no podía curar correctamente aquella herida, fue nuevamente a la cocina se quito las astillas y para detener el sangrado uso un puñado de sal.

- Oh, Dios que más deberé pasar, madre tengo tanto miedo me siento tan sola...

Serena aclamaba al cielo para saber que hacer el frio ahora era peor como pudo movió la mesa para hacer espacio para el sillón que había convertido en cama para llevarlo a la cocina era el espacio mas cerrado y caliente de aquella casa Serena pensaba que en unas horas aquella tormenta debería cesar.

Tomo unos adornos de madera que había en aquella casa y los introdujo en un viejo horno para prender fuego la humedad del lugar hacia aun mas pesado el frio.

Serena sentía tanto frio, pero no podía hacer mucho al ver por las ventanas solo se podía ver vegetación.

- Si salgo de aquí ¿A dónde iré? Afuera es un caos solo espero que esta tormenta pase pronto así por lo menos podría buscar ayuda.

//Francia//

En casa de los suegros de Rei estaban todos en la sala tomando el desayuno cuando en la radio escucharon que Japón seria azotado por un huracán de categoría dos esperaban que aquel en pocas horas se convirtiera en tormenta al tocar el suelo, las noticias decían que el ojo del huracán se posaría en Okinawa.

La InstitutrizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora