Capítulo 8

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Era de mañana, no podía creer lo que estaba pasando, él se despertó junto a ella, estaba tan felíz que no pudo evitarlo, se vistió y fue a preparar el desayuno para ella, decoró la bandeja con una rosa, cuando llegó a la habitación vio que ella todavía dormía, estaba sin ropa, solo envuelta en una sábana, él puso la bandeja en la cama y olió su espalda y ella rápidamente se despertó, le sonrió y lo besó, no podían dejar de besarse, pero ella se detuvo y dijo que se estaba muriendo de hambre, así que él le mostró la bandeja, ella lo besó y fueron a tomar un café, estaba tan feliz que pensó que estaba soñando. Cuando terminaron de desayunar se fueron a bañar juntos, se besaron y se amaron mientras el agua caía sobre sus cuerpos.

Se estaban preparando para irse cuando llamaron por el intercomunicador:

Portero : Sr. Christopher, la señorita Belinda está aquí, ¿Le doy acceso para subir?

Chris : No, dile que no o que nadie contesta, ¡no la dejes!

portero: ¡ Sí señor!

Dulce: ¿Qué ocurre bebé?

Chris : Belinda está allá abajo, quiere subir.

Dulce : Es mejor que no me vea aquí, hasta que resuelvas todo con ella, bueno si eso deseas.

Chris: Pero que dices amor, lo único que quiero es estar contigo, voy a hablar con ella hoy, solo déjame pensar cómo vamos a salir de aquí.

Dulce : Por el estacionamiento, no creo que nos vea allí.

Chris: Bien, vamos, te llevaré a casa.

Dulce: Puedo tomar un taxi, es mejor que te quedes y resuelvas esto de una vez.

Chris: Para nada, yo te llevaré a tu casa, no quiero estar lejos de ti ni un minuto más.

Dulce: Ok mi amor, te amo mucho!

Chris : ¡Yo más pequeña!

Los dos se besaron de nuevo y bajaron hacía el estacionamiento para irse, mientras tanto, Belinda estaba en el vestíbulo esperando a Chris e interrogando al portero, quería saber si estaba con una mujer y el portero acaba de decir que no sabía nada, que nadie contestaba. Mientras tanto, Chris llevó a Dulce a su casa, cuando llegó frente a su casa, Dulce lo besó apasionadamente, tanto que casi se quedaron sin aliento. Cuando Dulce bajo, Chris se quedó pensando no entendia lo que había hecho tan bien para merecer a una mujer como ella, es como si de pronto se hubiera quitado la venda de los ojos para darse cuenta que realmente amaba a esa mujer, que lo que siempre había sentido por ella era amor real y no solo una amistad. Así que antes que Dulce entrará a su casa, corrió hacia ella la levantó y la besó de nuevo y le susurró al oído: ¡ Te amo, Dulce! ¡De verdad, te amo!

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