¿A Qué Mundo Decides Pertenecer? [Completa✔️]

Siempre -28

Capítulo 28

Narra Peyton

Desperté gracias a mi querida alarma (Nótese el sarcasmo) la cual rápidamente apagué.

No iría al instituto hoy.

Tengo cosas más importantes que hacer, además si termino con aquella bruja de seguro el tiempo se retrocede de nuevo y voy a poder recuperar mis clases a las que no fui ¡yei!

Hay que verle el lado positivo a las cosas.

Me levanté y camine hacia el baño para darme una buena ducha.

Mientras me duchaba comencé a cantar animadamente.

Mi vida podría ser un caos ahora mismo pero no dejaré que eso me desanime, tengo que ser fuerte.

Una vez que termine me vestí y peine.

Salí relajada del baño rumbo a mi habitación.

Y en cuanto abrí la puerta pegue un brinco del susto.

-¡Santo Dios, La diosa luna, la Virgen María y tus huevos Austin! -grite llevándome una mano al pecho.

Austin solto una carcajada.

-Lo siento, ¿te asuste, pulgosa? -preguntó con una sonrisa burlona en su rostro.

Él estaba sentado en mi cama muy tranquilamente como si fuese su casa.

Llevaba una camiseta gris, con unos jeans y una gorra hacia atrás negra.

-Noo -respondí sarcasticamente mientras cerraba la puerta de mi habitación detrás de mi.- ¿Qué haces aquí?

-Hola, Austin. Es un gusto volver a verte, ¡te extrañe tanto! ¡Ven y bésame como si no hubiese un mañana! -gritó con una voz aguda imitando a una chica y moviendo sus manos exageradamente.

-Jamás me escucharas decir eso. -dije de brazos cruzados mientras le miraba intentando reprimir una pequeña sonrisa que quería hacerse ver.

-Amargada. -dijo él cruzando sus brazos en su pecho.

-No has respondido a mi pregunta. -camine hacia mi cama y me tire a su lado.

Austin se acostó a mi lado y sentí como sus manos fueron a mi cintura para luego hundir su rostro en mi cuello.

-¿Qué haces? -pregunte extrañada.

-Hueles bien... -Murmuró él para luego aspirar mi aroma.

Yo reí ante su comentario para luego corresponder a su abrazo, lleve una de mis manos a su cabello y comencé a acariciarlo tranquilamente.

-Sólo...fui al instituto y no sentí tu aroma por ningún lado, así que vine hasta aquí. -respondió a mi anterior pregunta.

Yo sonreí ante su comentario.

-Vaya... ¿Acaso extrañabas a esta pulgosa? -pregunte burlona.

Austin separó su rostro de mi cuello para mirarme a los ojos. Su semblante era serio pero sus ojos tenían un brillo especial lleno de ternura.

-Siempre... -susurró cerca de mi rostro.

Sentí como mis mejillas se tornaban de un rojo potente y mi corazón comenzó a acelerarse ante esa simple palabra.

Él acercó aún más su rostro hacia el mío para luego juntar nuestros labios en un lento beso.

Sus labios siempre están fríos, lo cual es lógico ya que es un vampiro, pero sin embargo cuando estos se juntan con los míos siento como si fuesen los labios más cálidos del planeta.