¿A Qué Mundo Decides Pertenecer? [Completa✔️]

Todo cambiará -33

Capítulo 33

Narra Peyton

Lentamente comencé a abrir mis ojos, me sentía algo perdida.

Parpadie varias veces hasta que pude despertarme completamente.

Siento todo mi cuerpo extraño, me siento agotada y tenía hambre.

Visualice a mi alrededor para saber donde estaba.

Parecía...¿una cueva?

Sólo podía ver paredes de piedra y al observar al cielo sólo veía un alto techo de piedras.

Me puse de pie y suspiré pesadamente.

¿Dónde estoy?

Esperen...

No estoy sobre dos pies...

Estoy sobre cuatro patas.

Estoy... ¿en mi forma lobuna?

Esto debe ser un sueño.

No puede ser real.

¿cómo sucedió esto?

Rápidamente me alarme al recordar a aquel lobo.

¿Quien era?

No parecía un lobo normal, sus ojos habían cambiado de color y con sólo mirarle me durmió.

Mire a mi alrededor nuevamente pero sólo era una gran cueva.

Decidí caminar hacia adelante y me encontré con un precipicio.

¿Qué diablos?

Me paré en el borde del mismo y mire hacia abajo.

No puedo creer lo que estoy viendo.

Personas.

Hay personas allí abajo.

Muchas, demasiadas.

Olfatie y no eran personas comunes.

Eran vampiros y lobos.

¿Vampiros y lobos juntos?

¿Que?

Parecía un pequeño pueblo, donde vivían todos ellos.

¿Como es que nadie nunca los descubrió?

Observe todo completamente fascinada ante lo que mis ojos veían.

-Fascinante ¿no crees?

Rápidamente me voltee algo asustada ya que no había sentido aquella presencia cerca de mi.

Al voltear vi a aquel lobo.

El lobo de pelaje negro que me durmió.

-¡Tú! ¿Que me hiciste? ¿cómo lograste que vuelva a mi forma lobuna? ¿qué es todo esto? ¿dónde-él me interrumpió dejándome con la palabra en la boca.

-Haces muchas preguntas, Peyton. -dijo sin apartar su mirada de mi.

-¿Porque sabes mi nombre? Y... ¿Quien eres?

-Muy bien, iremos de a poco, mientras tanto... ¿no quieres un pequeño recorrido por nuestro humilde pueblo? -propuso comenzando a caminar cerca del precipicio.

-Lo que quiero son respuestas. -dije a la defensiva.

-Y las tendrás, vamos a caminar por el pueblo, necesitas relajarte, lobita. -comentó para luego soltar una pequeña risa.