Evan decidió marcharse...
Alegó que saldría a tomar el aire un rato y ni siquiera me dejó decir nada al respecto. No quiso hablar conmigo ni escucharme. Tampoco quise pedirle que no se marchara porque entendía que se sintiera traicionado, aunque yo lo había hecho por ayudarle.
De verdad comprendía que quisiera estar solo para pensar en sus cosas pero no creí que necesitara tanto tiempo, puesto que se había marchado el día anterior y no pasó la noche en el apartamento.
Estaba tan preocupada que me pasé la noche en vela rezando por que estuviera bien, deseando que llegara en cualquier momento, pero no sucedió. No sabía dónde buscarle, no tenía ni idea de qué clase de sitios solía frecuentar aparte del edificio abandonado, y supuse que no estaría allí porque querría estar solo.
Por la cabeza se me pasó la idea de avisar a Brandon y a Nora, pero la descarté enseguida porque no pretendía preocuparles ni hacerles ir a buscarle.
Estaba desesperada, asustada y arrepentida. Necesitaba decirle que lo sentía. Necesitaba abrazarle con todas mis fuerzas para hacerle saber lo mucho que le quería, para que supiera que mi intención no fue hacerle daño, sino ayudarle. Sin embargo, estaba claro que él no lo veía así y no podía hacer otra cosa que esperar a que llegara.
Le llamé a su teléfono tantas veces que acabó apagándolo con tal de no hablar conmigo, y eso me rompió el corazón todavía más. Recordaba la ira en su mirada, la rigidez de sus músculos, sus gritos, sus reproches... pero, sobre todo, recordaba la decepción de su rostro.
Evan de verdad creía que yo le había traicionado, creía que había cogido su confianza y la había arrastrado por el suelo como siempre creyó que Connor hizo, y no podía estar más equivocado en los dos aspectos. Nunca quise hacerle sentir mal, nunca quise hacerle daño con esto. Yo simplemente pretendía ayudarle, quería quitar un poco de peso de esa carga agónica con la que iba a cuestas. Sin embargo, nunca pensé que él reaccionaría así.
Me dolía en el alma saber por todo lo que pasó, detestaba saber que sufrió tanto desde tan temprana edad. Él pensaba que la gente le abandonaba desde que nació y eso no podía romperme más el corazón. Su madre no le abandonó, sino que falleció; no fue algo que Evan pudiera remediar. John, su hermano, estaba tan afectado y roto que ni siquiera pensó en Evan. Fue un acto un poco egoísta, lo admito, pero nadie sabe lo de nadie, y John sufría tanto que acabó escogiendo la solución más rápida. Tampoco le culpo por ello porque yo no sabía qué habría hecho ante una vida así; al menos, ahora descansaba. Connor tampoco quiso darle de lado, pero no tuvo otra opción. Su padre era prácticamente igual que el padre de Evan y, quizá mi novio habría reaccionado de otro modo, pero Connor no tuvo más remedio que obedecer a su padre. Sé que el chico se sintió frustrado al no poder ayudar a su amigo, yo también tenía un padre muy autoritario que imponía sus órdenes, por eso le comprendía...
En realidad, Evan Hirst siempre estuvo rodeado de gente. Algunos le querían, otros quizá no, pero nunca estuvo solo del todo..., el problema era que él se sentía solo. Estar solo es difícil y duro, una mierda a mi parecer, pero sentirse solo, aun estando rodeado de gente, es más peligroso y doloroso. Y así es exactamente como mi chico se sentía desde que nació.
Creía que conmigo no se sentía así. Me gustaba pensar que estando juntos el peso de sus hombros se desvanecía un poco. Quería creer que Evan era feliz cuando estaba conmigo, pero sabía que nunca se olvidaba de su pasado. Era imposible olvidarse de cosas así...
Mi teléfono comenzó a sonar sobre la mesa del salón donde yo estaba sentada en el sofá y, al ver que se trataba de una llamada de Iris, respondí casi de inmediato.
–Hola... –murmuré en voz baja, no quería contarle todo lo ocurrido pero en realidad necesitaba hablarlo con alguien.
–Hola, ¿cómo estás? –su voz parecía cariñosa y comprensiva.
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Apariencias (Libro #1)
Teen FictionNayra Jackson es una adolescente normal, una que obedece a sus padres y es muy aplicada en sus estudios, pero, sin querer, un día acaba castigada después de clase, lo que a sus padres no les hace ninguna gracia. Lo que ella no espera es que Evan, un...