Eran las siete de la mañana, todos dormían. Quedaban dos horas para despertarse, pero ese día sería diferente. Unos persistentes toques en la puerta despertaron a Hugo y al resto de sus compañeros. Flavio fue el primero en levantarse a abrir.Mientras se frotaba los ojos, Hugo trataba de distinguir algo. Su vista adormilada se aclaró unos segundos más tarde. Noemí, con las chicas a su espalda.
—Levantaos todos, por favor. Tenemos algo importante que comunicaros.Diez minutos más tarde, estaban todos en el salón. Noe parecía seria y preocupada.
—Debido a la situación extrema que hay en el exterior, OT se cancelará temporalmente—dijo. La sala estalló en protestas, murmullos y algún que otro llanto. Hugo no sabía ni cómo sentirse—No os preocupéis, en cuanto las cosas vuelvan a la normalidad, el programa volverá a ponerse en marcha. Os iréis entre hoy y mañana, tened todos las maletas listas para antes de comer.Noe les dejó solos después de abrazarles a todos, y empezaron las despedidas. Fue duro y triste, más triste de lo que podía esperar. Abrazó con todas sus fuerzas a Anaju, su mejor amiga allí. Cómo la quería...¿Era posible vivir sin ella? No, no lo creía. Por encima del hombro de ella miró a Nick, llorando desconsoladamente entre los brazos de Nia, que también lloraba a moco tendido.
Después de un rato, Nick y Hugo eran los únicos que quedaban para despedirse. Todos estaban enfrascados en otra persona y era incomodo estar los dos solos. Hugo deseó que Samantha y Flavio se despegasen un momento para volver a despedirse de uno de ellos o que Bruno dejase de hablar en voz baja con Maialen para iniciar una conversación.
Estuvo tentado a acercarse, a intentar hacer que le escuchase para irse sin haberse quedado con las ganas de hacer las paces, pero no le dio tiempo, Nick ya se había unido a Eva en una nueva llorera. Hugo suspiró y fue a hacer su maleta con el corazón encogido.
Resultó que por la tarde fue el primero de todos en irse, le dolía mucho el pecho. Ayer quería volver a su casa y ahora no quería irse. La academia era un segundo hogar al que no quería renunciar. «Esto es temporal» se recordó a sí mismo mientras arrastraba la maleta hasta la puerta.
Noe estaba ahí para despedirse. Hugo lloró mucho, muchísimo.
—Te voy a echar mucho de menos—dijo mientras ella le acariciaba el pelo.
—Hugo, alegra la cara, que no se acaba el mundo.
—Pero ahora voy a ser un vago porque ya no vas a estar tú para decirme que me ponga las pilas—se lamentó haciéndola reír—No te rías que se me está rompiendo el corazón.
—Venga, que sólo será un tiempo. Verás que todo va bien y antes de que te des cuenta estáis de vuelta.
—¿Cómo sabes que será pronto? Has dicho que ahí fuera todo está mal, que el mundo tendrá que guardar cuarentena.
—Te prometo que si tardamos más de un año en volver iré a visitarte.Hugo se lo creyó aunque sabía que sólo era para animarle. Estaba triste no, lo siguiente. Se montó en el autobús hacia Córdoba con desgana y apoyó la cabeza en cristal mientras veía la academia alejarse de él.
Había dejado una buena parte de su alma ahí dentro, demasiadas cosas. Se rodeó las rodillas con los brazos y cerró los ojos dispuesto a dormir para que el viaje se hiciese más corto, pero no podía conciliar el sueño y rebuscó en la maleta para encontrar la libreta que le habían dado en la academia.
Componer fue fácil esa tarde. Todo parecía estar a favor para su trabajo: era un día lluvioso (la lluvia le hacía estar relajado y trabajar mejor), el silencio era total a excepción del de las ruedas del bus y el del aguacero chocando contra el cristal y la carretera, estaba lleno de emociones que quería plasmar y tenía mucho tiempo.
Cuando alzó de nuevo la vista, quedaban seis kilómetros para llegar a Córdoba y tenía su segundo single acabado. Lo releyó, repasó e investigó hasta aceptarlo, era perfecto. Jamás había sido tan fácil componer algo, y mucho menos que fuera tan perfecto, pero la página delante de sus ojos era la prueba de que podía hacer cosas increíbles. Tan solo faltaba el título, y se le daba fatal escoger títulos «Algo tenía que salir mal» pensó Hugo.
Se rindió y cerró el cuaderno. Ya estaban llegando. Cogió sus cosas, se puso la mascarilla que le habían dado y esperó a que el bus parase para ponerse en pie. Estaba delante de su casa, su casa de verdad.
Las calles estaban desiertas, no había nadie andando, corriendo o sacando al perro a pasear. La panadería de la calle de enfrente estaba cerrada y casi todos los bares de la zona también. En los pocos que había abiertos apenas había gente.
Hugo bajó del bus tras darle las gracias al chofer y tocó el timbre de la casa de dos pisos que compartía su familia al completo. Escuchó los familiares ruidos de las escaleras al ser bajadas y voces alegres pero cansadas. Una sonrisa se formó en sus labios, la primera sonrisa sincera en dos días. Estaba en casa. Roto, con el corazón muerto, el cuerpo hecho polvo y la cabeza pesada, pero estaba en casa.
NA:
Os dije que el miércoles a las 16:00 habría cap, y tenéis cap. Ya se que ha sido súper seguido pero bueno jeje Dejadme lo de siempre en los comentarios, votad, compartid...☺️
¿El próximo cap os gustaría ver sobre Hugo o sobre Nick?
Un abrazo y ánimo para la cuarentena,
Violeta🌺
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Más que amigos (Hugick)
FanfictionHugo y Nick son amigos íntimos. Nick es bisexual y Hugo empieza a dudar de su heterosexualidad cuando el catalán hace que su corazón lata más rápido. ¿Podrá el amor superar los retos que les pone el destino?