Más que amigos (Hugick)

Todas mañanas.

Seis meses más tarde....

En medio de la plaza mayor de Madrid, Hugo Cobo esperaba ansioso. Habían pasado seis meses desde la salida de la academia, seis meses que habían sido frenéticos y maravillosos. Conciertos, lanzamientos de canciones, publicidad, firmas de discos...aún le costaba pensar que todo eso le estaba pasando de verdad, que no era un sueño o una alucinación.

  Pero no, era real, surrealista, pero real. Hugo se sentía más feliz que nunca, orgulloso y muy agradecido por todo lo que le estaba pasando. Un disco le había parecido algo enorme, y ahora ya había sacado uno y estaba preparando el segundo, que se iba a tomar con más calma. En realidad, todo iba a ser más calmado ahora, ya no había prisa de nada. Había llegado la hora de decir adiós al huracán de la reciente fama, hora de asentarse y dejar que todo fluyera. Hora de volver a estar con Nick.

  Durante esos seis meses apenas habían podido verse, cada uno inmerso en las cosas que tenía pendientes, o yendo de una parte del país a otra constantemente. Solo se habían reunido tres veces, la primera, para conocerse entre familias, la segunda para ir a ver pisos y la tercera para comprar uno.

  Aquel día iban a verse por cuarta vez, y Hugo no pensaba separarse de Nick de nuevo. Por fin había llegado el día de la mudanza. Sujetó el paraguas para ahogar ahí su emoción, consciente de que ponerse a saltar ahí en medio sería un poco raro, por muy Madrid que fuera.

  Afortunadamente, no mucha gente le reconoció, y es que con el paraguas, el abrigo, la bufanda y el gorro estaba un poco difícil de reconocer, pero a Nick si que le reconocieron. Hugo pudo verle antes que nadie. Una de sus manos sujetaba un paraguas transparente, la otra, una maleta que parecía apunto de estallar. Llevaba una sudadera de color rosa que destacaba en el gris y negro de las chaquetas de la plaza, y su sonrisa brillaba más que todos los diamantes del mundo juntos.

  Hordas de fans de abalanzaron sobre él antes de que Hugo hubiese dado un paso, atrayendo la atención de la gente, y, en consecuencia, más fans. Hugo decidió que ese era un buen momento para hacer su entrada. Se quitó la bufanda y los guantes, los metió a presión en el bolsillo del abrigo y camino hacia su novio a buen paso.

  Para cuando llegó, había el doble de fans y varios periodistas. La velocidad de los medios en llegar a donde había noticia era increíble, pero tratándose de Hugo y Nick, la pareja más popular de toda España en el momento, no era una sorpresa. Hugo se abrió paso entre la gente y abrazó a Nick, dandole un beso que sabía que al día siguiente estaría en las revistas de cotilleos que tanto le gustaba leer a su madre.

  Habían anunciado a grito pelado que iban a mudarse juntos, y las preguntas de los periodistas eran constantes y agobiantes. Nick alzó una mano para pedir silencio.
—De verdad que nos quedaríamos para contestar a todo—dijo—. Pero tenemos que irnos ya, lo sentimos mucho. Montar muebles nos va a llevar mucho tiempo.

  Hugo hizo un gesto de despedida y cogió la mano de Nick, tirando de él fuera de la horda de personas. Se pusieron bufandas y gorros en seguida, para camuflarse. Hugo adoraba hablar y dar entrevistas, pero a veces podía ser agobiante, y quería estar tranquilo ahora que podía estar con Nick. Caminaron juntos, cogidos de la mano.
—¿No es increíble?—dijo Nick—¡Por fin nos mudamos!
—Espero que los vecinos se pongan tapones en los oídos, porque se van a quedar sordos de todo lo que...
—¡Hugo!—escandalizado, Nick le pegó en el brazo—Estamos en público, no seas tan...tan explícito.
—¿Y en privado?
—Los primeros días no, ya lo sabes—y claro que lo sabía. La abuela y la madre de Hugo, el padre de Nick y Aurora, que vivía cerca, iban a ayudarles a montar muebles y limpiar.
—Si tenemos cuidado...
—Hugo, no, la última vez que tuvimos cuidado casi nos pilla Anaju.