Como todos los días, estaba yendo a clases. Mi secundaria es como cualquier otra, lo único que la hace especial es él, Fujimoto Ken, va en último año, pertenece al consejo estudiantil, es un chico amable, simpático, bueno en todo, sus notas son normales, no son malas pero tampoco son las mejores. Él resalta en el campo de los deportes, cualquier cosa física la hace a la perfección, por lo que las chicas lo persiguen todo el tiempo...
Su apariencia es... Estatura normal, promedio, 1,70 cm, piel blanca, no muy blanca, solo blanca, tiene una que otra peca en sus mejillas, cabello largo hasta los hombros y castaño, casi negro. Sus ojos son medianos, un poco redondos y con pestañas largas, labios carnosos, nariz grande pero con una forma perfecta. Su cara es alargada, espalda ancha, ojos color café, oscuros. Siempre se hace una coleta para recoger su cabello. Pero hoy, por alguna razón, llevaba suelto su cabello...
Me perdí tanto viendo su belleza que llamé su atención. Me miró desde el escenario (El consejo estaba dando unas indicaciones) apartó su mirada sin interés alguno. No importa qué pase, él nunca se va a fijar en mí.
-Es todo por hoy. Gracias por su atención, pueden volver a los salones. Vayan con cuidado, no corran y no hagan mucho ruido.
Todos fuimos a nuestros cursos... Incluyendo a Fujimoto, que caminaba unos pasos adelante de mí. Se volteó, por casualidad nuestras miradas se cruzaron.
-¡Ken, no dejas pasar a los chicos! Muévete. -Dijo su mejor amigo, que ni idea de cómo se llama.
-Pueden pasar tranquilamente, ¿No, Ogata?¿Cómo sabe mi nombre? No sabía qué decir, él me miró esperando una respuesta, asentí con mi cabeza lentamente y él siguió hablando con su amigo. Seguí mi camino.
-Sabe tu nombre. -Susurró mi mejor amigo, Okai.
-¿Cómo?
-Quién sabe... Debiste ver tu cara, seguro ya sabe que te gusta.
-¡No digas eso! Si eso pasara, me mudaría a otro país.
-Exageras, piensas demasiado.»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»
-¿Verdad o reto? -Preguntó Shimizu, obvio iba a decir reto, siempre me pregunta cosas terribles.
-Reto.
-Bueno. Pues, Okai, dale un reto, sólo soy buena con las preguntas.
-Ok... Hoy hay partido de football, cuando Fujimoto se siente en la banca a tomar agua, tú tienes que pararte a su lado, mirarlo y cuando él te mire, miras a otro lado. Haz eso varias veces.
-¿¡Por qué eso!? ¡No quiero!
-Hazlo, porque si no lo haces el castigo será mucho peor... Anímate, no sabes qué pueda pasar. -Susurró Shimizu. Malditos. ¿Para qué enemigos? Los tengo a ellos.
-¿Por qué son tan malos con Ogata? -Se quejó Honda, que es el único que no me saca de quicio.
-Lo estamos llevando por el buen camino.»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»
-¡Vamos, ya está en la banca! Baja ahí y cumple tu reto. Ahora.
-Ve, tienes que hacerlo, no querrás que Shimizu te obligue a algo peor.
-Tú puedes... Es mejor esto a que te castiguen.
-¡No vuelvo a jugar eso!Bajé por las gradas, lentamente. Fujimoto se sentó y empezó a tomar agua, como siempre hace luego de un partido.
Caminé hacia él y me paré a su lado, como a medio metro. ¿Por qué hago esto? Dios... Lo miré, cuando él me miró de reojo, me giré. Después de unos segundos, volví a mirarlo, él me miró rápidamente, me giré de nuevo. Qué vergüenza. Aunque, esto de mirarlo lo hago sin querer, es que es inevitable, no puedo dejar de ver lo lindo que es.
-¡Fujimoto, buen partido, la próxima te voy a humillar!
-¡Sigue soñando!
-Ya verás, sólo espera... Nos vemos.
-¡Ey! Recuerda que nos vamos juntos, ¿A dónde crees que vas?
-¡A casa! Te veo luego. Pareces ocupado ahí.

ESTÁS LEYENDO
Mi amor platónico.
Romance¿Alguna vez se enamoraron de alguien en secreto? de alguien inalcanzable, que podría estar frente a ti y aún así sabes que nunca va a pasar algo porque es imposible... Bueno, he sido así por mucho tiempo... Amando a alguien que ni siquiera lo sabe...