Capítulo 1. Cara nueva

708 26 2
                                    

Era un día normal como cualquier otro en el reino de Auradon.

Unos donde ya no existía conflicto alguno a pesar de que los descendientes de los más famosos villanos estaban mezclados entre ellos. Y eso incluía a la hija de la villana más temida y poderosa que alguna vez existió.

Nadie nunca se imaginaría que Mal, la hija de maléfica, sería todo lo contrario a su progenitora. Respetada y amada, se había adaptado bastante bien a su papel de reina. Algo que nunca pidió, y por lo mismo no había sido nada fácil. Y aunque ya había perdido en su mayoría el instinto de villano que alguna vez tuvo, eso no quitaba que siga siendo ella. Una villana que se convirtió en princesa de cuentos de hadas, quien junto con los demás hijos de villanos, le demostraron al reino entero que cada quien elige su propio camino.

La paz era la recompensa de ello. Solo que ese día, mientras estaban en clases, nadie se imaginó que pronto todo sería distinto.

El Hada Madrina entró al Salón acompañada de una cara nueva. Un chico tez clara, ojos azules, cabello castaño. Nada fuera del otro mundo excepto por la mirada que lo adornaba, una bastante potente.

La mujer lo pone frente a la clase lista para presentarlo.

-¡Buenos días a todos chicos!, el es Báron Hopkins, su nuevo compañero, sean muy amables con él, no quiero faltas al respeto, él es.....- siguió hablando tan eufórica como siempre.

Pero Mal no parecía prestarle mucha atención. Estaba más concentrada intentando percibir qué eran aquellas extrañas vibras que percibía.

-¿Todo bien Mal? -su mejor amiga no tardó mucho en darse cuenta.

-Sí Ev... es solo que... -entrecerró los ojos -Siento algo raro en él, es todo.

Finalmente las clases terminaron. El chico nuevo fue el primero en salir. Y luego de un rápido cotilleo, todos llegaron a la misma conclusión que la hija de Maléfica; El chico era bastante extraño.





Pasó un rato cuando en medio del bosque Mal se encontraba sentada en uno de sus lugares más recurrentes. Aquel quisco junto al lago encantado.

Pronto escuchó pasos acelerados y supo de quién se trataba.

-¡Ya estoy aquí! -el rey de Auradon llegó aterrizando con los labios en su mejilla -Lamento la tardanza. Ya sabes, demasiadas juntas... -dijo genuinamente apenado y tomó asiento junto a ella.

Mal alzó una ceja ladina -Empiezo a creer que lo haces a propósito para recompensarme como siempre te lo pido -confesó provocando risas en el chico.

-Me descubriste -alzó ambos brazos -Pero eso no quita que recibirás tu recompensa.

-Ni yo que siga esperando.

Sonrieron y finalmente se acercaron a juntar los labios.

-¿Cómo estuvo hoy el día? -preguntó Ben mientras iba sacando la merienda de la canasta.

Mal lo ayudaba a acomodarlas -Bueno... hoy llegó un chico nuevo - recordarlo la hizo aflojarse durante unos segundos.

-Oh claro, Báron. Lo aceptamos hace unos días -confesó, pero se detuvo un momento al ver a su novia -¿Todo bien?

Su contraria asintió -Sí, es solo que... no puedo evitar sentir muy malas vibras viniendo de él.

Ben volvió a sonreír -Bueno, yo creo que aún hace falta conocerlo antes de pensar algo de él, o sino... -se acercó a envolver su brazo por la cintura -Probablemente nunca me hubiese enamorado de ti solo por tener el título de "¡La Temida hija de Maléfica, la villana más grande que existió!" -la llenó de besitos y frotó la nariz por su rostro.

Descendientes 4: Alientos de DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora