Reencarne como una emperatriz pero dedicare mi vida a los protagonistas.

9. ¿En serio iba a suceder este cliche?

Luego terminar el dulce desayuno (Y no me estoy refiriendo a la comida) dimos unas vueltas por el mercado comprando productos de necesidad básica como toallas, cepillos, ropa de repuesto, abrigos, comida, dulces, entre otros.

También conseguimos pociones pero cuando Ariane aprendiera a usar su poder deberíamos dejar de depender de ellas. Al menos en tal cantidad.

Se siente realmente extraño escuchar a la gente gritando cosas como "¡Pociones de recuperación! ¡Piedras de incremento de velocidad! ¡Cien por ciento de efectividad!" si no fuera un mundo mágico no dudaría ni un segundo de que fueran fanáticos de alguna secta religiosa o simplemente unos estafadores.

Pero eran reales. Las piedras que crecieron en un lugar con gran concentración de mana podían utilizarse para incrementar las posibilidades en una batalla mientras se le incrustaran runas. También funcionaban los núcleos dentro del cuerpo de algunos monstruos, pero eran mas caros.

Respecto a las pociones solo existían las de recuperación de mana y vida. Se dividían en rangos dependiendo de su calidad: baja, media, alta, elixir y legendario. Eran creados a partir de hierbas mágicas y partes de ciertas bestias.

Con interés observaba unas joyas que exponía un comerciante en una tela. Sentado de piernas cruzadas, era un hombre de entre 50 a 60 años, de piel trigueña y cabello canoso atado de forma dispareja, tenia una mirada afilada y vestido con un yukata oscuro solo lo acentuaba mas.

—¡Hey, joven señorita! Tienes unos buenos ojos, estas piedras son realmente eficaces— Contrario a su apariencia dio una perfecta sonrisa de negocios a lo que asentí por educación.

Aiden y Ariane revisaban cada uno hasta quedarse perdidos en unos collares. Tenían piedra preciosa en forma de gota de un color translúcido mezclado con brillantes tonos azules y violetas, conectados a una cadena de oro— ¿Tienen alguna función?

Sin necesidad de señalar, él explico tomándola en su mano— Estos son núcleos de la bestia mágica rango C, Pájaro de luna. Aunque son pequeños su estomago es capaz de almacenar hasta 8 humanos adultos por lo que su núcleo funciona como un pequeño almacenamiento. Si fuera usted me interesaría por otras, ya que esta es bastante cara, jovencita.

Sin intención de insultarme me había advertido de su elevado de su precio. Los gemelos cuando lo escucharon apartaron la vista al instante pero en contra de su voluntad sus ojos vagaban hacia ellos.

—¿Cuál es el precio por los dos, viejo?—Me agache para estar a la misma altura que él.

Desconcertado, aclaro su garganta— 5 monedas de oro cada uno.

Eso era bastante caro en realidad. Aunque no era una cantidad que me causara problema y era capaz de hacerles un almacenamiento en cualquier objeto que quisieran, al final si los gemelos se muestran tan interesados en esos collares particularmente ¿Cómo seria capaz de negarme?

Sabiendo que no suponía un peso a mis bolsillos y había decidido adquirirlos, aun así a este tipo de vendedores les gustaba el regateo.

—2 monedas de oro y 50 de plata cada una.

Interesado al instante contesto bajo una capa de indiferente— 4 monedas y de eso no baja.

—¿Y qué tal por 3 monedas de oro cada uno y una gema?— propuse.

Coloco una mano en su barbilla dudando— ¿De qué tipo de gema estamos hablando?

Busque alguna gema en mi almacenamiento encontrando un Ruby rojo. Había traído todo mi cajón de joyas pero siendo sincera, fue porque el propietario original parecía tener una gran renuencia a separarse de ellos.

El valor de este Ruby debió rondar entre 1 a 2 monedas de oro. Se la entregué para que la revisara. —Tienes algo bueno aquí, señorita.

—La encontré en la calle cuando se le cayo a un noble, era bastante bonita así que me la quede— Para que no sospechara, explique esto en el mismo tono de alguien logrando una gran hazaña.

El hombre asintió en señal de entendimiento, no seria extraño que hubiera hecho lo mismo.

—Trato hecho.

Saque 3 monedas de oro con falsa reticencia recibiendo los dos collares. Sin apuro, los ate en el cuello de los pequeños y asentí con satisfacción.

Si, mis pequeños ángeles parecen aún menos reales usando este collar, hasta el noble mas extravagante no podría evitar querer uno al ver como realzaba la belleza de estos dos. Pero ¡Es una pena! En realidad son los gemelos que realzan la belleza del cristal.

—¡G-gracias!— había sido Aiden el primero en agradecerme mientras agarraba mi mano, Ariane imito su acción frotándose en ella. Me encontraba encerrada entre un príncipe y una princesa.

¡Señor! Deme todo por favor.

...

Aunque el dinero no era un problema, como anteriormente había explicado, mi idea era triplicar mis ingresos.

Y el único trabajo en donde podría llevar a los niños seria como... aventurera.

Definitivamente no es que realmente quiera emprender una aventura, subir rangos y completar misiones, no es el caso.

...Tal vez un poco ¿Quién no querría vivir su segunda vida al máximo?

Preguntamos a los alrededores para encontrar el único gremio de la ciudad. Después de recibir las indicaciones llegamos a lo que parecía una cantina pero mucho mas enorme, en la entrada colgaba un cartel que decía con simpleza "Gremio", por suerte. Si tenia algún nombre llamativo como "alas flameante" o "noche eterna" no sabría si seria capaz de controlar la risa.

Entre al lugar ocultando a los gemelos en mi espalda. Según mis conocimientos los gremios tenían como fin la caza de bestias mágicas, recolección de hierbas y de vez en cuando trabajos como escolta. Se dividía del rango F hasta el A y en casos especiales, la elite del rango S. El gremio cobraba una cuota mensual y se anularía la membresía en caso de que causaran problemas o no se tomara ninguna misión dentro de los dos meses, el tiempo iba aumentando cuanto avanza tu nivel.

Me acerque a la recepcionista que me analizo de arriba abajo con una expresión complicada y dije—Quisiera registrarme en el gremio.

—... Bien, necesitaría su identificación y que complete un formulario.

¡Oh demonios! Primera dificultad de un fugitivo.

—Fue robada con mi armadura— mentí.

Bajo sus anteojos y luego los volvió a poner en su sitio—Ya veo, para obtener uno nuevo el costo es de 35 monedas de plata. Trata de cuidarlo más.

Saque una moneda de oro y 5 de plata —Gracias por su preocupación, también quisiera una para registrar a estos niños.

Se mostró un poco sorprendida por la facilidad con el que saque las monedas, pero decidió que no era asunto suyo y nos dio una planilla con datos para completar. Lo rellene colocándome como el guardián de los gemelos.

La mujer reviso si todo la información estaba en orden y me pidió que esperaba mientras subía al segundo piso.

—¿Acaso el gremio no tiene vergüenza de dejar registrar a cualquiera con un par de monedas?— Escuche a alguien decir a mis espaldas para dar media vuelta y encontrarme a un grupo de adolescentes con una mirada burlona.

¿En serio iba a suceder este cliché?