17. No causes malentendidos.

5.1K 841 89
                                    

Luego de llegar a nuestro cuarto, los niños empezaron a practicar su meditación y yo empecé a leer un libro mientras preparaba la bañera para que al terminar se lavarán y fuéramos juntos a comer.

La noche había caído y las lunas se alzaban alto en el cielo. En la recepción, fue Jean quién nos recibió puesto que era el turno de Marie de ayudar en el bar. Al entrar ya había una pequeña cantidad de personas reunidas por lo que elegí una mesa cercana a la barra, por seguridad.

No habíamos terminado de tomar asiento cuando la voz alegre de Sam nos saludó— ¡Iris! ¿Van a cenar ya?

Distraída con el pensamientos de cual rutina seria mejor para el entrenamiento con espadas para los niños sin que implicara una presión en sus cuerpos, di una afirmación unos segundos después— Si, disculpa las molestias.

Yendo a la parte trasera de la cocina para preparar la comida me hablo a través de una pequeña ventanilla que conectaba con el bar— ¿Entonces que es lo que te esta preocupando?

Su tono directo que resguardaba un poco de preocupación logro que inevitablemente compartiera mis inquietudes— Los gemelos mostraron interés por las espadas pero no se como enseñarles.

Él se detuvo a pensar en una solución y de repente lanzo una idea— Normalmente vienen aventureros a pasar el rato por aquí ¿Qué te parece si te presento a algunos de ellos para que te ayuden?

Encantada di mi aprobación, era necesario que uno tuviera algunas conexiones— Sería estupendo si pudieras hacerlo.

Mientras charlábamos alegremente, Aiden y Ariane se entretenían observando a todas las personas sentadas y cuando alguien les devolvía la mirada, con timidez los saludaban. Este comportamiento derritió los corazones de todos los presentes creando una atmosfera pacífica y familiar.

Marie apareció poco después entregándonos tres platos de fideos con salsa de tomate junto con los cubiertos. Los dos bollos estudiaron el plato delante de ellos mirandolo maravillados pero sin saber como comerlo. En su distracción coloque una servilleta en sus cuellos para evitar que ensuciaran sus ropas.

Sin pronunciar una palabra coloque el tenedor en los fideos y lo enrolle para a continuación llevarlo a mi boca y masticarlo, entendiendo mis intenciones ambos imitaron mi acción haciendo que mi sonrisa se profundizara— Eso es, que inteligentes que son.

Felices por ser halagados se esforzaron en no mancharse abriendo con exageración su boca. Eran tan adorables. Al terminar de comer nos despedimos y directamente fuimos a nuestro cuarto a dormir.

...

Me sentí increíble siendo capaz de despertarme temprano sin la ayuda de un despertador. Para alejar la fatiga restante corrí la cortina dejando entrar el aire fresco de la mañana y salí de la cama dirigiéndome al baño para activar el agua tibia.

Al volver, observé a los dos pequeños bollos que empezaban a palpar con sus manos el espacio vacío que había dejado, luego de un rato abrieron sus ojos con pesadez.

—Hey, buenos días. Deben ser las 8 de la mañana así que pueden continuar descansando un rato más— susurre sentándome a un costado de la cama viendo como se desperezaban.

Ambos negaron con sus cabezas y somnolientos se dirigieron al baño a lavarse los dientes y hacer sus necesidades. Aproveche ese momento para acomodar la cama y buscar el conjunto de ropa que usarían hoy.

Me decidí por unas prendas negra con detalles blancos y un cuello estilo marinerito decorado con un listón. En cambio para mí, opte por un vestido apagado de color marrón con un corset blanco y botones negros.

Reencarne como una emperatriz pero dedicare mi vida a los protagonistas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora