Reencarne como una emperatriz pero dedicare mi vida a los protagonistas.

12. Una bebida no se le niega a nadie.

Los gemelos inclinaron sus cabezas al costado en señal de confusión ¿¡Qué fue eso!? ¿Cómo se sincronizaron para hacer algo tan adorable?

Aclare mi garganta — A lo que me refiero, es que no les enseñare enseguida a hacer trucos de magia o sacar un conejo de la galera, sino que comenzaremos con lo más básico que es la meditación.

—¿Puedes crear conejos?—Aiden que normalmente era el menos conversador, me miraba emocionado al igual que Ariane.

Mis manos sudaron ¿Qué debería hacer? ¿Debería admitir que no puedo? ¿O que ahora mismo estoy cansada y cuando ellos no se den cuenta comprar un conejo, guardarlo en mi almacenamiento y mostrárselos? No, eso esta mal.

No puedo guardar objetos vivos en mi almacenamiento.

—No puedo.

Los dos se mostraron decepcionados.

—¡Ahora! ¡Pero en un futuro podre! Si, ustedes serán los primeros en verlo.

Agregue nerviosa, ellos volvieron a recuperar su sonrisa y suspire con alivio. Tal vez podría formar un contrato con un conejo ¿Pero no solo funcionaban con las bestias mágicas?... Bueno, siempre hay una primera vez para todo.

Colocando los platos vacíos sobre la mesa les pedí a ambos que se sentarán de espaldas con las piernas cruzadas dejando una distancia entre ellos, sus manos debían estar estiradas y descansando sobre sus rodillas.

Me acerque a la ventana que era la única fuente de luz en la habitación y les advertí— Voy a cerrar la ventana así pueden concentrarse, no se asusten. Yo voy a estar aquí.

Se miraron con inquietud pero decididos volvieron su vista al frente cerrando sus ojos. Tape la ventana y camine a tientas hasta sentarme en el hueco entre los dos.

En todo el mundo circulaba mana, había algunos lugares donde estaba particularmente concentrado pero estaba esparcido en cada rincón. Con la fuerza del alma podemos crear una energía capaz de atraerla a nuestro ser para mezclarla y manipularla.

Apoye mis manos en sus espaldas sobresaltándolos—Soy yo, no teman.

Cuando se acostumbraron a la oscuridad, su inseguridad fue desapareciendo y solo entonces susurré— Ahora quiero que respiren y exhalen con lentitud, van a sentir una suave corriente de calor que no los lastimara.

Comencé a dejar fluir el mana por mis venas, era una sensación única. Como si mi cuerpo estuviera sumergido en la nada y mis sentidos se agudizaran en el movimiento de mi sangre por todo mi cuerpo, pero en realidad era mana. Forcé a esa corriente a expandirse por mis dedos escapando hacia la espalda de los niños.

—¿Qué sienten?— abrí los ojos, llevándome la sorpresa de que la runa en mi pecho brillaba débilmente. No se si esto tenia relación con el poco cansancio que sentía aun con la constante perdida de poder.

—Se siente cálido— Respondió Ariane.

—Como si fuera agua—Agrego Aiden.

Asentí, bien. Tienen una buena comprensión— Quiero que se imaginen jugando con esa agua pero sin moverse, enviándola a cada rincón de su cuerpo.

Los dos tomaron cinco breves respiraciones y dos profundas antes de empezar.

La sensación de perdida se detuvo como si hubiera una pared deteniéndola cortando la conexión. Esto había sucedió porque el mana se mezclo con la energía de un tercero y había cambiado de "dueño".

Espere un rato hasta que sus cejas se relajaran en señal de que habían comprendido como manejarla— Quiero que ahora imaginen a esa energía yendo hasta su pecho.