- PRIMERA PARTE - Saga CONTROL
🌌❄🌌
Daira es la mejor agente de la mafia Rosa Blanca, así que es elegida para ser el primer sujeto a experimentos con humanos.
Su experimento es exitoso, y hacen de Daira un ar...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Daira y Levi no se volvieron a reunir en todo el día.
Levi vigilando a los mocosos que insistían e insistían en ver a su amigo Eren. Y Daira siempre siguiendo a Olcroft, que no hacía nada más que rondar los pasillos como un fantasma. Este tomó un caballo antes de irse y no volver a la base militar.
Todo aquello era muy raro.
Llegada la noche, Daira se metió a la habitación de antes y se quedó frente a la ventana para ver el cielo, pensando.
Le gustaba hacerlo: pensar.
Era como hacer una travesura que le tenían permitido. Podía pensar en quién sea sin recibir un castigo, y opinar en su mente sin concecuencias.
Pensó en Hanji, toda una loca por los titanes, una actitud positiva y animada. Ante las peores situaciones, siempre tenía una sonrisa, lo cual era impresionante, pues Daira pensaba que para mantener una actitud positiva en los peores momentos, tendría que ser muy fuerte.
Pensó en Mike, y su extraño sentido del olfato, al que seguía con mucha seguridad. Serio para el trabajo, pero amistoso con sus compañeros, siempre elogiaba todo lo que Daira hacía como un padre orgulloso de su bebé. Extraño.
Luego pensó en Erwin, en el dolor en sus ojos, en la furia de su expresión, pero su tono de voz comprensivo y casi amable que delataba que aún tenía un corazón. Serio y recto la mayoría del tiempo, pero habían un par de veces en los que lo había visto sonreir.
Y finalmente Levi... Daira pensaba mucho en Levi. Siempre furioso o inconforme o indiferente. En lo único que mostraba interés era en su escuadrón y en el poder que salía de las manos de Daira. A veces quería saber más de él, incluso imaginó lo que pasaría si entrara a su mente.
Su cercanía le hacía temblar, su mirada la hacía enrojecer, y cuando le hablaba, sobre todo cuando le decía cumplidos como "confío en ti", "me gustan tus poderes", "Eres brillante", "Nada mal, agente". Simples palabras que tenían a Daira con una sonrisa.
-¿Por qué sonríes?- la voz de Levi sobresaltó a Daira quien giró de inmediato a ver al capitan que entraba a la habitación con una taza humeante en cada mano.
-Capitán-
Levi ladea la cabeza y se acerca para entregarle una taza -Conseguí té-
Daira lo mira y lo toma -Gracias- bebe un poco. Nuevo descubrimiento, no le gusta el té.
-¿Y bien, por qué sonreías?- iniste Levi para quedar junto a ella y recargarse en la pared.
-Ah... no nada es que...- afina la garganta -Ya entendí quién es el cejotas- miente.
Levi la mira y luego sonríe de lado -Ah, si- bebe un poco de té. -Ya te diste cuenta de porqué le decimos así, pero no lo hagas en su presencia-
