Capítulo 30: Rescate

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Daira escuchaba un fuerte pitido, solo eso, intenso y constante

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Daira escuchaba un fuerte pitido, solo eso, intenso y constante.

Al abrir los ojos lo primero que pudo enfocar fueron los rayos del sol colándose entre las hojas de los enormes árboles.

Era bellísimo.

Pero el pitido comenzó a disminuir, y pronto el caos llegó a alertar de nuevo todos sus sentidos.

Se sentó adolorida, mostrando más sangre en su rostro.

La adrenalina volvió a ella, impidiéndole sentir dolor. Si tenía algún hueso roto, no lo sabía.

Se puso de pie con dificultad y miró el cuerpo de Auruo en el suelo.
Jamás pudo llegar a conocerlo mejor. Ni a él, ni a Erd, ni a Gunter.

Pudo ver a la titán hembra a lo lejos, siendo golpeada por otro titán. Este tenía el cabello negro, algo largo, y una expresión de odio que intimidaba.

Alzó la vista y pudo ver a Petra aún en el árbol, por lo que subió hacia ella aterrizó a su lado.

-Agente- dijo con dolor.

-Tranquila, yo te voy a proteger- prometió.
-Tienes que salir de aquí-

Petra tenía lágrimas en sus ojos que corrían como ríos en sus mejillas.
-Todos mis amigos...-

-Petra concentrate, tienes que irte- pidió Daira.

-¡Ella los mató, no pude hacer nada!- gritó la chica.

Daira se sorprendió al ver el rostro de Petra hundido en miseria.
-Petra...-

La chica lloró inconsolablemente, hasta abrazar a la agente.
-Gracias por salvar mi vida-

Daira se paralizó en su lugar. Una vez más la muestra de afecto era algo extraño.
Pero su mente, en algún momento se conectó con la de la chica, y pudo sentir como si un clavo en su corazón se enterrara sin pudor.

El dolor de la perdida.

Daira la abrazó también y luego la hizo mirarla.
-Escúchame pidió -Encuentra al capitán, y mantente alejada de la pelea, ¿podrás?-

Petra asintió y juntas se pusieron de pie.
-Anda, ve-

Petra la miró y sonrió de forma triste
-Gracias agente... buena suerte- y despegó para alejarse.

Al girarse la pelea de Eren y la titán iba de mal en peor, pues con la maldita recuperando la fuerza de sus brazos, golpeó a Eren con destreza y lo dejó contra un árbol.

Daira sacó una sola espada de su espalda y aceleró el vuelo hacia el titán.
Planeaba sacar a Eren de su nuca y huir hacia arriba.

No contaba con una fugaz y muy certera patada de la titán que terminó rompiendo el árbol y la cabeza de un Eren sin mandíbula.

C O N T R O L | LevixreaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora