- PRIMERA PARTE - Saga CONTROL
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Daira es la mejor agente de la mafia Rosa Blanca, así que es elegida para ser el primer sujeto a experimentos con humanos.
Su experimento es exitoso, y hacen de Daira un ar...
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-¡Daira, despierta!- decía Hanji de rodillas en el suelo destruido, con la ojigris en sus brazos.
Las gotas de sangre salían de sus oídos y bajo la herida de una ceja.
Hanji comprovó su pulso y su respiración. Solo se había desmayado ante el terrible ruido y la cantidad de energía que había perdido.
Poco a poco la agente abrió los ojos, por lo que Hanji suspiró aliviada.
-De pie agente, esto todavía no termina- habló alto -Eren tiene a Annie contra la muralla sur, es hora de movernos-
Daira la miró y se tomó la cabeza -Esa perra grita fuerte-
Hanji sonríe y asiente -Debió reventarte los timpanos, ¿que tan bien escuchas?-
Daira se pone de pie con la ayuda de su amiga y suspida mareada -Lo suficiente para entenderte, hay un pitido fuerte en el oído derecho, no escucho con él-
-Bueno, usa el izquierdo- contesta Hanji antes de usar el EDM3D -¡Es hora de capturar a esa perra!-
Daira la vio irse y se tomó de nuevo la cabeza. La sensación de no oir le hacía perder el equilibro ligeramente, se sentía algo torpe y vacilante, pero eso no era impedimento para seguir con la misión, no podía rendirse a este punto tan critico.
Así que luego se respirar unos segundos, alzó la vista y usó sus poderes para elevarse por el aire y volar hacia la muralla sur.
El panorama era claro. La titan Hembra estaba acorralada por Eren, contra la muralla, y a pesar de golpearlo sin cansancio, ya no tenía a dónde ir.
En un momento Annie quedó contra el suelo, y Eren se sentó sobre su espalda y dobló sus brazos hacia atrás.
Annie se empujó contra él para golpearle la cabeza y Eren de inmediato puso su palma sobre la cara de la contraria para apretar fuerte y rugir con toda la ira que sentía.
La policía militar llegó al puente que estaba cerca y junto a Erwin y Levi miraron el enfrentamiento.
Algo reventó en la cara de Annie, causabdole un dolor que la hizo gritar agudamente.
Los gritos eran realmente terribles para escuchar, y a Daira que se acercaba volando, le provocó más dolor aún, por lo que aterrizó en el mismo puente frente a la policía.
-¡Tú!- señaló Nile -¿Qué le hiciste a ese mounstruo para que gritara tan alto?-
Daira no lo había escuchado, se tomaba la cabeza y se veúa desorientada. Sus sentidos comenzaron a fallarle, incluso la vista comenzaba a nublarse, y todo ruido comenzó a escucharse lejano.
Erwin se acercó unos pasos pero Nile lo detuvo en medio del camino.
-¿Daira?-
-¡No te acerques!- ordena Nile -No tienes autorización-
