Diego estaba distraído mirando hacia el horizonte. Siempre hacía lo mismo desde que Fran le dejó. Se sentaba en unas escaleras que había por el exterior del instituto y observaba cómo el tiempo pasaba. De vez en cuando miraba hacia abajo sólo para observar a una pareja en la pared besándose como si no hubiese un mañana. Entonces le vino aquella promesa que hicieron juntos:
"-algún día seré tu esposa Diego
-¿lo dices en serio?-dijo el sonrojado
-¡Sí!-dijo Fran mientras le cogía la mano y lo llevaba hasta el aula"
Desde ese momento todo cambió. Diego sólo pensaba en estar con ella, en pasar con ella el resto de su vida. Aunque eran niños cuando hicieron esa promesa, la tomarían muy en serio. Bromeaban sobre eso siempre que hablaban.
-estúpida promesa-dijo en voz alta.
-ey, ¿qué haces aquí? Deberías estar en clase-dijo Violetta.
-¿y ver cómo la mujer que amo esta con otro? No, gracias.
-¿todavía sigues enfadado?
-¿no debería estarlo? No quiero volver a decirte lo que pasó.
-oye, lo hecho, hecho está.
-sí, pero pudo decírmelo.
-no supo lo que hacer. Entiéndela.
-no puedo. No puedo si quiera pensar que ellos...
-vas a tener que hacerte a la idea.
-no quiero.
-¿sabes qué? Déjalo. Eres un idiota.
-¿idiota por qué?
-porque eres incapaz de perdonarla. Ella ya ha pasado página.
-paso página mucho antes de dejarme, bueno, no creo que esa sea la palabra correcta.
-vale, se acabó-dijo cogiendo aire y soltándolo-no quiero seguir discutiendo, pero, por favor, ven a clase.-le dijo mientras le tendió la mano.
-vale-dijo él mientras la agarraba de su mano.
Caminaron hasta llegar al aula donde tocaba la clase. Todavía no había llegado el profesor, así que los compañero estaban en el pasillo hablando. Fran y Marco estaban dentro del aula. Solían entrar para hablar y, alguna vez, besarse. Diego pasó al lado de ellos y echó una pequeña mirada. Ninguno de los dos miró. Diego se sentó con vilu.
-¿estas más relajado?
-un poco. Si puedes, ayúdame a no mirarlos.
-¿por?
-porque no puedo dejar de pensar en que no soy yo el que está agarrándola de la mano.-Volvió a mirarlos y esta vez Fran también lo miró. Ambos se quedaron mirándose hasta que Marco cogió a Fran de la barbilla y le dio un beso pequeño-capullo.
-no pienses en ello.
-ya sabes que no puedo.
El profesor entró y todos los alumnos se sentaron y guardaron silencio. Diego intentaba atender a las explicaciones, pero Fran siempre acababa desorientándolo. Volvió a mirar a Fran.
-señorito Hernández-dijo el profesor que se había percatado de que no estaba muy atento-¿tiene algún problema con el tema?
-lo siento, estoy un poco distraído. No volverá a pasar
-eso espero.
Fran lo miró sabiendo que ella era la causa de todo.
La clase pasó y llegó la hora de volver a casa. Diego salió con violetta, pero no pudo evitar mirar a Marco y Fran apoyados en la pared como aquella pareja que había visto esa mañana.
-te prometo que todo pasará-le dijo vilu
-eso espero-dijo mientras volvía a mirarlos-eso espero...